Cap 10. Yo te quiero

1.4K 86 76
                                    

En este momento me encontraba sentada en mi cama. El cuerpo me estaba matando pero más mi espalda y mi parte íntima. Me habían desgarrado completamente, animales, eso son los hombres.

Adrián se encontraba parado en la puerta viendo como me quejaba intento ayudarme un par de veces pero no lo permití. Su piel me quemaba, por ahora no quería que nadie me toque. Estaba esperando a que Carter aparezca. No quería que el me cure pero tenía que hacerlo. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.

-¿No quieres cubrirte?-negue con la cabeza, el lo decía porque me encontraba en ropa interior, mire mis piernas, estaba llena de moretones y tajos por los latigazos. No pude evitar soltar una risita al recordar cuando los mate.

-Juro que ese idiota me las pagará- dije bajo sonriendo

-¿De quien hablas?- escuche que me pregunto

-Del maldito de Dugan Grierson- mi voz salido con veneno

-¿Quien es?

-El jefe de la mafia Irlandesa, osea con el que "Kian" se tendría que encontrar el lunes pero voy  aparecer yo al igual que en todas las reuniones. Va a ver, de mi no se podrá deshacer tan fácilmente- mi vista estaba plantada en el suelo, no quería verlo. Sino me rompería, justo en ese momento apareció Carter

-Ya traje todo, Adrián, podrías retirarte-Carter le pidió, el no dijo nada y se fue, no sin antes darme una última mirada. El cerro la puerta y se acerco a mi, vi que estaba nervioso-¿quieres recostarte boca abajo, así curo tu espalda?-no dije nada pero le hice caso, me acosté con cuidado, pero no pude evitar soltar quejidos. Vi que fue hasta mi baño y trajo una cubeta con agua y un trapo. Seguro para sacarme un poco de sangre- no creo que sea necesario que te cosa, te limpiare con alcohol y te vendare, tienes muchos tajos pero por suerte no tan profundos-no dije nada, agarre la cabecera de la cama por las dudas, sentí que primero me estaba pasando un paño de agua fría, eso hizo que mi cuerpo se relajará.- ahora pasaré el alcohol- me advirtió, sentí algo en mi espalda y comenzó a argerme, era como si me estuviera quemando. Apretaba con mis manos la cabecera de la cama.

-¡Ahh!- un grito salió de mi.

-Lo siento, solo un poco más-cerré mis ojos con fuerza para soportar el dolor, era como si me estuvieran echando gasolina y luego me quemaran viva

-¡Maldito Dugan!-grite, esto dolia más que una bala en el brazo, al rato lo dejé de sentir

-Ya esta, ahora te vendare, escucha, todos...-lo interrumpi

-Los días tienes que cambiarte el vendaje- dije terminando lo que iba a decir- ya lo sé, no sabes cuántas veces e oído eso- el no dijo nada y comenzó.Cuando termino de vendar mi espalda me senté con cuidado.-Creo que tengo dos costillas rotas- dije mientras miraba mi costado donde había toda una mancha violeta y verde.

-Te vendare- eleve mis brazos y comenzó a pasar la venda- Sabes... no se como haces- comenzó a hablar, lo mire confundida

-¿El que?

-Soportar todo esto, más tu pasado, yo si fuera tu ya estaría mal psicológicamente

-¿Osea roto?- le pregunte con una sonrisa divertida, y el asintió- ¿Porque piensas que lo resisto?- el no me contesto- Porque ya estoy rota, más rota de lo que te puedes imaginar. Hay veces que mi mente se quiebra pero intento seguir cuerda. Tu no quisieras estar ni un día en mi mente si fueras yo , quisieras escapar.

-¿Como lo haces?¿como haces para sonreír todos los días? ¿Como haces para no caer en este instante ?

-Sonrio todos los días para que nadie me pregunte "¿estás bien?"  Ya que no lo quiero escuchar de personas a quienes no les importo y no me caigo en este instante porque no quiero verme débil, suficiente lo fui durante dieciséis años y mira lo que me pasó, y aparte ya no quiero. Porque siempre que me ven así,  tratan de aprovecharse de mi.

La vida tiene sentido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora