Durante varios meses, Ray estuvo acumulando recompensas, mientras Emma, Norman y yo preparábamos la huida. Su huida. Yo no iría.
El plan había quedado claro. Lo habían ensayado en varias ocasiones. Sin duda, sería un éxito. Tenía que serlo, al menos.
El tiempo había pasado volando. Ya era 14 de enero de 2046, un día antes del cumpleaños de Ray y mío. Al día siguiente, a él lo enviarían y a mí me prepararían para Madre.
No podía dormir, así que decidí ir a dar una vuelta por la casa. Los pasillos oscuros y el crujido de la madera me daban la sensación de que estaba en una casa encantada. Nunca antes me había ocurrido eso, a pesar de mis incontables paseos nocturnos.
Entonces un sonido llamó mi atención. No era el crujido de la madera, sonaba más bien como un llanto ahogado, que no podía salir y que procuraba no hacer ruido para no alarmar a los demás.
Decidí investigar.
El sonido provenía de la biblioteca. Una vez entré, el llanto se oía con más claridad. Paseé entre las estanterías con la esperanza de encontrar a alguien, y así fue: en una de las sillas alrededor de la mesa central, había alguien sentado. Lo vi de espaldas, por lo que no pude reconocer de primeras de quién se trataba.
—¿Estás bien? —dije, acercándome.
Cuando estuve lo suficientemente cerca, puse mi mano sobre su hombro, lo que sobresaltó al individuo. Me miró con una cara entristecida, manchada por las lágrimas. Mi corazón se rompió al ver que era Norman.
Sin intercambiar palabra, me abrazó por la cintura y apoyó su cara en mi barriga. Siguió llorando.
Antes de que pudiera darme cuenta, las lágrimas también brotaban de mis ojos.
Norman se incorporó y trató de calmarse.
—¿Por qué has venido? —preguntó. —¿Se me oía?
—No podía dormir —dije. —Y luego te oí —sonreí, aunque las lágrimas seguían cayéndome. Él también sonrió.
Me senté en la silla al lado suyo. Antes de que me diera cuenta, me había quedado dormida.
—Y luego me lo niegas —dijo una voz detrás mía. Era mi hermano.
Me incorporé para girarme a verlo. Me di cuenta de que tenía mi mano sobre la de Norman y me puse roja.
—¿Qué hora es? —pregunté, cambiando de tema.
—Las nueve y once —dijo Ray. —¿No había otro sitio para dormir? —volvió a sacar el tema.
—¿Qué haces aquí? —y yo seguía esquivando la conversación.
—Busco un libro. ¿Habéis dormido bien? —De verdad, qué pesado era a veces.
—Feliz cumpleaños —dije. Esquivaba el tema como si fueran balas.
—Gracias. Igualmente. —Me pareció que se dio por vencido, porque no insistió más. —El desayuno está a punto de comenzar.
Desperté a Norman con delicadeza y fuimos los tres al comedor. Todos nuestros hermanos nos felicitaban a Ray y a mí. Madre dio un pequeño discurso "de cumpleaños".
Al acabar el desayuno y realizar el examen diario, fuimos libres de hacer lo que quisiéramos, como de costumbre. Emma, Norman, Ray y yo fuimos al bosque por última vez.
Emma me abrazó después de estar repasando el plan durante horas.
—¡No es justo! ¡No es justo, no es justo! —sollozaba. Yo también la abracé. Intenté sonreír, pero me costaba.
Tardó un rato en liberarme. Luego se me acercó Ray. También me abrazó.
—No te lo he dicho nunca, pero sabes que te quiero, hermana. —Sentí su sonrisa en mi hombro.
Finalmente, Norman se me acercó.
Lo miré. Me miró.
Sonreí. Sonrió.
Rompí a llorar. Rompió a llorar.Iba a abrazarlo, pero se oyó la campana de Madre llamándonos para la cena. Ray y Emma fueron yendo, pero Norman y yo permanecimos allí un poco más.
Finalmente, fue él quien me abrazó inesperadamente.
—Quería darte algo —me dijo. —Llevo un tiempo pensando en hacerlo, pero quería que fuera en un momento especial. Así que lo puedes considerar un regalo de cumpleaños.
Me esperaba un collar, una pulsera o algo que pudiera guardar en el bolsillo, pero no era eso.
Al principio parecía inseguro y asustado, pero supo controlar los nervios. Sus labios, temblorosos, tocaron los míos, un contacto mínimo que luego se convirtió en un beso al completo. Acompañó el gesto acariciándome la mejilla con timidez. Yo, por mi parte, me limité a disfrutarlo, porque sabía que sería imposible repetirlo.
Cuando nos separamos, parecía encontrarse mejor.
—Madre está esperando —sonrió. Estaba rojo como un tomate e imaginé que yo estaría más roja aún.
—¡Sí, vamos! —Por un momento, me olvidé de todas mis preocupaciones.
De vuelta en la casa, Madre sirvió la comida que se servía cada vez que alguien era enviado. En este caso, Ray.
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《 Norman x Tú 》「Yakusoku no Neverland/The Promised Neverland」
أدب الهواةFANFIC ESCRITO EN 2018-2019 | CRINGE (probablemente) • Después de ver lo (mucho) que gustó el Fanfic de "Ray x Tú", he decidido hacer este con Norman. • Espero que disfruten de la historia ٩( 'ω' )و *・゜゚・*:.。..。.:*・'・*:.。. .。.:*・゜゚・* > El Fanfic con...