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Jimin tiene una vida normal, un trabajo norma y amigos normales. Él es feliz cuando está conviviendo con los demás, pero lo es aún más cuando llega la noche.

Él tiene un secreto que no desea contarle a nadie, no sabe que hacer, solo quiere estar con él. Desea recibir de esos mimitos y lindos dulces que le regala el pelinegro.

Jimin es quien mejor lo conoce, lo sabe, pues por las noches, cuando la luna sale, su cuerpo se encoge aún más hasta parecer un lindo felino de pelaje blanco como la nieve.

Cuando eso ocurre, él deja atrás su departamento y su vida normal para ir y escabullirse hasta el departamento de su vecino, Yoongi.

─Ey amigito, ¿de nuevo aquí? ─ le pregunta Yoongi abriendo la ventana, después de que las pequeñas garitas de felino arañaran el vidrio. ─¿No se preocuparan por ti? ─

Yoongi cogio al pequeño gatito blanco y lo ayudó a bajar de la orilla de la ventana, lo puso en el suelo.

─Hoy compré esas galletas que tanto te gustan ─ mientras Yoongi caminaba con lentitud hacia la pequeña mesa, el pequeño gatito que era Jimin, lo seguía con pequeños saltitos tiernos.

Jimin era feliz al estar con Yoongi y recibiendo mimos y dulces. Jimin no quería que jamás se enterara de esto, pues quería ver al mayor cuando bajaba la guardia y era él mismo, sin fruncir el entrecejo o murmurar maldiciones.

Para Jimin, Yoongi era especial por muchas razones, pero lo que más amaba era como esa gran mano blanquecina lo acariciaba con cuidado.

Jimin amaba tener ese pequeño defecto, pues le permitía vicitar cada noche a su vecino.

♡─♡

Ya me hacia mi falta de dosis del Yoonmin. Todo será fluff. Capítulos cortos y todo eso. Ojalá les guste.

¡Miau! 《》🐱《》[YoonMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora