Capítulo 4

9.4K 843 400
                                    

—¿Qué te ocurre?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Qué te ocurre?

Yui le dio un suave golpe en el hombro. Mika se sobresaltó y resopló. Dejó de mordisquear la punta de su lápiz y miró de soslayo a su amiga.

—¿Tiene que ocurrirme algo? —respondió de vuelta frunciendo el ceño.

—No estás prestando atención —repuso la rubia golpeando los apuntes de Hiryū como prueba evidente—. ¡Y no entiendo cómo puedes llevar cuello y manga larga en un día tan caluroso! —exclamó entre susurros.

—Cada uno siente el frío de una forma distinta —se limitó a decir sin querer especificar demasiado, alzándose el cuello de la camisa por acto reflejo. Además de esa protección de tela, se había colocado tiritas en la nuca por si las moscas; Yui era muy invasiva cuando así lo deseaba.

—Tampoco me has explicado cómo llegó la cera de una vela a las palmas de tus manos —replicó.

—Ya te he dicho que fue un accidente.

—¡Pero es que parece un accidente provocado! —objetó con los labios fruncidos. La miró seriamente. Mika evitó el contacto visual y trató de poner atención a la clase, pues estaba a punto de finalizar; pero su cabeza estaba dividida en dos: embelesada con la sensación de que regresaría al local y también relativamente preocupada con las insinuaciones de Yui—. A ti te pasa algo —afirmó.

—No te comprendo —replicó Mika con tranquilidad. Cerró el libro y se levantó de su asiento cuando el profesor se hubo despedido. La rubia la observó con suspicacia—. Si me pasara algo, te lo diría.

—¡Ya sé qué te pasa! —exclamó Yui de pronto.

Mika frunció el ceño aparentando no entenderla. Sin embargo, por dentro se le había parado el corazón; las manos empezaron a sudarle y Hiryū las tuvo que esconder entre sus libretas de forma actuada, disimulando que las fregaba sobre las tapas para secárselas. La sonrisa triunfante de su amiga no le transmitía nada de seguridad y Mika debía seguir interpretando un papel que supuestamente debería conocer a la perfección: ser ella misma.

—¿Qué me pasa? —replicó Mika cruzándose de brazos.

—A ti te están acosando —afirmó con determinación.

Mika se echó a reír, principalmente de alivio, echando todos los nervios fuera. Yui seguía con ese posado victorioso a pesar de no haber acertado en absoluto; ni se acercaba a la verdad.

—Ay, querida Yui, si de verdad me acosaran, ya habría hecho algo y tú ya te habrías enterado.

Y dándole palmaditas en el hombro, Mika salió del aula ya más sosegada.

Y dándole palmaditas en el hombro, Mika salió del aula ya más sosegada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
sadistic! ; bnha (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora