Capítulo 17.-Alma gemelas.

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Alexia Warren.

Me senté en la orilla de la cama dispuesta a levantarme y cuando lo hice, un dolor punzante se apoderó de mi zona baja haciendo que soltara un quejido e hiciera una mueca, la cual traté de disimular para que Ashton no se preocupara, lo cual fue imposible.

-Amor ¿Estás bien?-Preguntó con preocupación haciéndome sentar en la cama.-Perdón, perdón, perdón. No quise lastimarte.

-Tranquilo, Ashton. No me lastimaste, es algo normal.-Dije sonriéndole.

-¿Estás segura?-Preguntó aun con preocupación.

Me limité a asentir y me levanté de la cama para dirigirme al baño, por suerte Andrés se había ido hace unos días y la marea roja no interferiría estos días. Después de hacer mis necesidades y tomar un baño, hice mi rutina de piel y luego me maquillé un poco.

Como vestimenta llevaba un hermoso vestido de tirantes color negro que llega hasta el suelo junto con mis amadas converse. Al salir del baño me encuentro con un Ashton nuevamente dormido. Se ve tan sereno, tan tranquilo que no lo quiero despertar, quiero guardar este momento, así que tomo mi teléfono y le saco una foto. Luego solo le dejo un beso en la frente y salgo de la habitación tratando de no hacer ruido.

Bajo las escaleras hasta llegar a el primer piso y me dirijo a la cocina donde me encuentro con mi nana la cual me da un fuerte abrazo para luego ofrecerme un poco del desayuno que acaba de preparar. Mientras comía, me puse a pensar en que la casa se siente un poco sola, uno o dos meses después de que nació Gianna Ashton mandó a construir una casa para Malcom y Alisa, alegando que necesitan más privacidad ya que empezaban a formar una familia. Al poco tiempo, Deyna y Jean pidieron un terreno para construir una casa, diciendo que ellos mismos querían hacerlo.

Desde entonces nos visitan cada que pueden y es ahí donde la casa cobra vida, no me quejo de la privacidad que ahora tengo con Ashton, pero me hace falta hacerles unas cuantas bromas a los chicos junto con las chicas.

Luego de terminar de comer vi que estaba haciendo un hermoso día por lo que subí a la habitación con intención de colocarme mi traje de baño para ir a la piscina. Al entrar, vi que Ashton aún estaba dormido, así que hice el menor ruido que pude. Luego de tener el traje de baño puesto y tomar uno de mis libros favoritos, bajé y caminé hasta la piscina, apliqué un poco de protector solar y me acosté en una de las sillas reclinables a leer y tomar un poco de sol.

-¡Alexia!-Escuché a Ashton llamarme y unos pasos apresurados.

-Estoy aquí, amor.-Hablé, sabiendo que con eso bastaba para que me escuchara.

-Me asusté al no verte en la habitación.-Dijo abrazándome y al separarse se me quedó mirando.-Te vez muy guapa, amor.-Dijo levantando las cejas repetidas veces haciéndome soltar una carcajada.

-Gracias, cariño.-Dije dándole un corto beso.-Y sobre lo otro, te quedaste dormido, te veías muy tierno y tranquilo que no te quise despertar.

-Voy a cambiarme y ordenaré que nos traigan algo de comer. Pasaremos el día en la piscina.-Dijo dándome un beso en la frente.-Te amo.

Le respondí con un "Yo igual..." y lo vi desaparecer por las puertas de cristal. Dejé el libro a un lado y decidí meterme a la piscina, el agua estaba súper rica, cálida. Sin darme cuenta, pasó el rato hasta que escuché mucho ruido y luego una pequeña carcajada que reconocería donde fuera.

Fui saliendo poco a poco de la piscina y vi a Gianna venir corriendo a lo que podía hasta donde yo estaba y la cargué, a pesar de tener dos años, parecía de cuatro o cinco, gracias al avanzado desarrollo lobuno. Luego aparecieron Alisa, Malcom, Jean, Deyna y Erik junto con Ashton.

Los miré con una sonrisa y los saludé a todos, mientras que a ellos no les importaba mojarse.

-Tuve acceso a tus pensamientos esta mañana, como dijiste que la casa se sentía sola, los invité.-Dijo llegando hasta donde yo estaba y tomó a la bebé en brazos.-Y mañana saldremos de viaje, todos.-Me regaló una enorme sonrisa y yo se la devolví.

-¡No lo puedo creer!-Escuchamos el gran grito de Erik.-¡Marcaste a mi hermanita!

-Sí y ella me marcó a mí.-Dijo orgulloso mientras mostraba la marca que permanecía en su cuello. Era como un tatuaje, dos "A" una normal y una invertida, junto a una luna.

-Bueno, dejemos eso de lado y...-Habló Deyna y luego hizo una pequeña pausa.-¡A divertirnos!-Gritó para lanzarse a la piscina.

[...]

El día de ayer transcurrió entre risas y diversión. Ayer en medio de todo, recibimos una buena noticia por parte de Deyna y Jean, éstos últimos anunciaron que muy pronto tendríamos al futuro delta de la manada; sí, un niño. Deyna dijo que llevaba tiempo sintiéndose mal y con todo el ocupo al construir su nueva casa, ninguno de los dos se dio cuenta de que tenían dos meses embarazados.

Justo ahora nos encontrábamos llegando al aeropuerto que estaba ubicado a las afuera de la ciudad, es el momento de ir a tan esperado y secreto destino, Ashton no había querido mencionar.

-Ya está listo el Jet privado.-Dijo caminando a donde estábamos todos.

-¡¿Jet privado?!-Gritamos Deyna y yo.

-No sé qué les extraña, es señor "Yo lo tengo todo"-Dijo Erik con tono burla.-No me extrañaría que tuviera una isla privada en Acapulco.

-De hecho, es en la costa de Taormina, en Sicilia...-Dijo Alisa riéndose.

-¡¿Qué?!-Volvimos a gritar Deyna y yo.

-Sí, y es a donde vamos a ir.-Dijo Ashton sonriente.

Después de mencionar eso, Deyna y yo soltamos unos cuantos gritos, para después salir corriendo directo al Jet. En todo el trayecto vi a mi hermano algo inquieto, la verdad, no sabría decir que le pasa. En lo que tengo de memoria, él siempre ha sido el que hace reír al grupo, pero esta vez está muy serio, podría decir que hasta triste.

Justo ahora, nos encontramos saliendo directo a la playa, ya desempacamos todo y decidimos salir a disfrutar. Nos tomó casi tres días llegar hasta la isla, no teníamos afán, cuando bajamos del Jet, de inmediato nos encontrábamos en un hermoso yate. Poco a poco me acerco a mi hermano con la intención de averiguar lo que tiene.

-Hey... ¿Damos un paseo los dos?-Le digo pausando un poco el paso para estar a su lado, a pesar de haber hablado claro y algo fuerte, él no me prestó atención.-Erik...

-¿Eh?-Dijo volteando a mirarme.-Dime, pequeña.

-Te decía que si querías dar un paseo conmigo.-Dije dándole una pequeña sonrisa y él se limitó a asentir.

Le comuniqué a Ashton por el Link que iba a dar un paseo con mi hermano y a hablar sobre algo con él, a lo que me respondió que tuviéramos mucho cuidado.

Al llegar a un lugar apartado, nos sentamos en la arena y al instante hice un campo insonorizado a nuestro alrededor.

-Es suficiente, Erik...-Dije haciendo que me mire.-¿Qué ocurre? Me preocupas, estás muy callado y normalmente hay que mandarte a hacer silencio porque no paras de hablar.-Dije en un tono de voz suave y bajo.-Confía en mí, dime qué sucede.

Y por primera vez en la vida... Vi a mi héroe llorar.

Una lágrima tras otra, sin parar.

Juro que fue lo más doloroso que he visto, sentir como se aferraba a mis brazos y luego las lágrimas mojar mi hombro.

Nunca hubiera pensado que estaría en esta situación, hubiera pensado que sería al revés.

-¿Qué pasa?-Dije en un hilo de voz.

-He encontrado a mi alma gemela.-Dijo algo calmado.

-¿Por qué no estás feliz?-Dije escaneando su rostro.-¿Él no es bueno?

-Es una mujer.-Dijo mientras unas últimas lágrimas salían de sus ojos.

Más allá del bosque.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora