Narradora.
Ahí estaba Ashton, nuevamente nervioso, pues el día de su boda había llegado ya.
En unos momentos Alexia llegaría, cruzando el arco de flores que se encontraba en el centro de la manada, pisando la alfombra blanca llena de pétalos que había para llegar al altar, donde él la esperaba junto con el anciano perteneciente al consejo que los casará.
De la nada, los dos violines, los dos violoncello y las dos violas empezaron a sonar, creando una suave melodía a la vez que las personas se ponían de pie, y lo supo... Ella había llegado, en unos momentos serían uno solo bajo la bendición de la Diosa Luna.
Alexia se dejó ver, iba del brazo de su padre tan nerviosa como Ashton. No le veía desde la noche anterior, pues no les habían permitido dormir juntos, por tradiciones de boda. Alexia y Ashton no podían apartar la mirada el uno del otro ignorando a todos los invitados a su boda.
"¡Joder! Que hermosa se ve, bueno... Decir que está hermosa es poco comparado a como se ve, es la mujer más hermosa del mundo, mi mujer, y jamás me cansaré de decirlo..." Fue el primer pensamiento de Ashton al mirar a su Luna.
Se sonrieron y miraron como jamás lo habían hecho antes e internamente agradecieron a la Diosa luna, el Dios de los humanos o a quien fuera que los hayan juntado y hecho de sus almas una sola, pues personas como ellos jamás encontrarían, ni en mil años. Se complementaban el uno al otro y así sería por lo que durara sus vidas, su pequeña eternidad.
Ambos derramaron lagrimas de felicidad al encontrarse nuevamente en un leve apretón de manos al Alexia ser entregada por su padre a Ashton frente al altar.
—Sé que la cuidarás con tu vida, muchacho.—El padre de Alexia le dijo con una sonrisa en el rostro y algunas lagrimas.
Se fue a sentar junto a su esposa y ambos miraron con gran alegría y orgullo a su hija. En un lado de Alexia, estaba su mejor amiga y su cuñada sosteniendo a Gianna en brazos, mientras que al lado de Ashton estaban sus mejores amigos Malcom y Jean. Tanto las chicas como los chicos eran los padrinos y madrinas de la boda.
Se hablaron y elogiaron mentalmente el uno al otro para luego prestar atención a su ceremonia de unión bajo la luz de la luna llena.
—Pueden sentarse...—El anciano del consejo les hizo una seña a los invitados.—Bien, queridos habitantes de la manada, altos cargos, brujos y vampiros. Estamos reunidos hoy bajo la bendición de la Diosa luna para unir a estas dos almas anhelantes de la otra, empleando algunas tradiciones tanto de nosotros, los hombres lobos, como la de los brujos.
Alexia y Ashton dejaron de escuchar lo que decía el anciano para concentrarse el uno en el otro, detallándose a profundidad. El rostro de Alexia llevaba un leve maquillaje que dejaba ver aun sus escasas pecas, su cabello estaba medio recogido en lo bajo y sobre este, reposaba una gran corona de flores que luego sería sustituida por una corona de oro puro con hermosas piedras. Su vestido era manga larga y lleno de flores artificiales otorgadas por la manada, tenía una pequeña abertura en el pecho, la cual sería aprovechada para la marca de la tradición de los brujos.
Después de un rato había llegado la hora de los votos y con eso los nervios volvieron a sus cuerpos.
—Alexia, hoy, bajo la bendición de la luna, te tomo como mi esposa y compañera de vida. Estaré contigo en lo bueno y en lo malo, a cada paso del camino. Prometo amarte por el resto de mi vida y hacerte la mujer más feliz del mundo.—Dijo Ashton mirándola fijamente y luego soltó sus manos para tomar una daga, hacer un corte en su mano y vertir la sangre en una copa.
—Ashton, bajo la bendición de la luna, te tomo como mi esposo y compañero de vida. Estaré contigo en lo bueno y en lo malo, a cada paso del camino. Prometo amarte por el resto de mi vida y hacerte el hombre más feliz del mundo.—Dijo Alexia, su corazón iba a mil por hora. Repitió los pasos de Ashton dejando caer su sangre en la copa.
—Al igual que mi sangre y la tuya, que se han vuelto una sola, sea lo mismo de nuestras almas.—Dijeron al unísono y Alexia tomó la copa en sus manos para darle de beber a Ashton y luego el hizo lo mismo con ella.
—Con esta marca será reforzada la unión de sus almas, volviéndolas inseparables, una unión indestructible.—Dijo el padre de Alexia acercándose a ella, mientras que la madre de Alexia se acercaba a Ashton.
Empezaron a decir algunos hechizos para luego dejar la marca sobre sus corazones. Dicha marca solo era vista por aquellos cuyas almas eran una sola, por nadie más.
—Señoras y señores, brujos, vampiros y hombres lobos, les presento al señor y la señora Moon.
Y sin más en el centro de aquella hermosa manada estallaron los aplausos y gritos de felicidad. Solo quedaba una ultima cosa que hacer antes de la fiesta... Anunciar la presentación y la llegada de los futuros Alpha y Delta, la Beta ya se encontraba por ahí corriendo.
—Su atención, por favor...—Habló el anciano del consejo.—A continuación viene la presentación y coronación de la Luna.
Aún parados en el altar, los nervios de ambos volvieron a flote, en especial los de Alexia.
[...]
Había pasado un buen rato en el que Alexia tuvo que hacer unos cuantos juramentos, y Ashton tuvo que reforzar la marca. Justo ahora iban a proceder a coronar a Alexia, por lo que le quitaron la corona de flores que cargaba y la hicieron hincar frente al anciano junto con Ashton a un lado de ella.
—Ahora, luego de haber hecho el juramento...—Habló el anciano y tomó la corona de la luna suprema.—Por el poder conferido a mi por la Diosa luna, te nombro a ti, Alexia Moon, reina y Luna suprema de todas las manadas del mundo.
Alexia se levantó y alzó la cabeza para caminar hasta situarse al lado de Ashton. Todos los presentes hicieron una reverencia y poco a poco, uno por uno, fueron besando la mano de Alexia, a excepción de los reyes y reinas presentes de otras especies.
—Manada Blue Moon, es de mi total agrado presentarles a su Luna, mi Luna, Alexia Moon.—Hablo Ashton hinchando su pecho de orgullo.
Al terminar, se dirigieron todos a la recepción de la boda que estaba a unos cuantos pasos del lugar de la ceremonia. Se fueron ubicando poco a poco en las mesas frente a la gran tarima.
Ashton y Alexia se ubicaron sobre la tarima para dar paso a la gran noticia.
—Su atención, por favor...—Habló Ashton nuevamente.—Durante mucho tiempo, estuve buscando a mi mate, ciento ocho años, para ser exactos; hoy estoy agradecido de tenerla junto a mi. Hemos pasado por momentos realmente difíciles para llegar a donde estamos hoy.—Hizo una pausa y se giró hasta quedar frente a Alexia.—Mi amor, le doy gracias a la Luna por ponerte en mi camino, eres mi inspiración, mi fuerza, mi guía, mi todo. Contigo he aprendido a ser tolerable, a escuchar y a disfrutar los grandes y más preciados momentos de mi vida...—Ya Alexia se encontraba con las mejillas empapadas de lagrimas.—Saber que eres completamente mía me enloquece, te amo.—Volvió a estar de frente a su manada.—Mi familia, porque eso es lo que son todos ustedes manada Blue Moon, mi familia. Hoy mi hermosa esposa y yo les tenemos una gran noticia... El futuro Alpha y el Delta ya vienen en camino junto con un nuevo bebé por parte de mi hermana.—Dijo sobando el vientre de Alexia con una gran sonrisa y la ojos cristalizados.
Las risas y aplausos no tardaron en aparecer, la manada entera no cabía en tanta felicidad. Todos, sin excepción, felicitaron a la Luna y el Alpha, el heredero al trono estaba en camino.
No había mejor momento que aquel.
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Más allá del bosque.
Hombres LoboÉl; el gran Alpha de los Alphas. ¿Su nombre? Ashton Moon... ¿Su manada? Blue Moon. Con ciento veintiséis años de edad, su experiencia en los combates es la mejor del mundo. Han sido ciento ocho largos años de espera por su Luna, aunque eso no le qui...