CAPÍTULO 2

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Low caminaba deprisa dejando atrás al joven que lo había venido a buscar. La noticia que esperaba, aun no sabiéndola, no era de las buenas. El hecho de que le interrumpieran dando una charla era más que suficiente para contrariarlo, pero que le dijeran que algo grave había sucedido, era aún peor.

-¿Qué ha pasado? –preguntó al entrar en la oficina del decano Farrell-.

-Son malas noticias Thomas –le contestó Farrell, que intentaba levantarse de su sillón lo más ágil que sus 75 años le permitían-. Se trata de tu ex esposa.

-¿Qué le pasa?

-Siéntate –Farrell le ofreció uno de los sillones que tenía en su amplio despacho-. Tu agente, al saber que ibas a estar aquí y en vista de que no contestabas el móvil me llamó y me dijo que Eleanor ha sufrido un accidente y ha fallecido.

-¡Qué me dices! ¿Pero cómo?

-Tranquilízate, no te puedo dar detalles porque los desconozco. Lo único que sé es que está en el hospital Monte Sinaí, allí también está Robert Temple, tu agente.

Low se levantó bruscamente y salió sin despedirse de Farrell. Low estaba, además de impactado por la noticia, molesto, disgustado.

-¡No lo puedo creer! –murmuraba mientras caminaba en busca de su coche. Con los ojos llenos de lágrimas, algo nada habitual en un hombre que nunca o en muy pocas ocasiones reflejaba sus sentimientos, intentaba llegar al hospital para enterarse de lo ocurrido.

El nerviosismo no lo dejaba centrarse en la conducción de su vehículo por lo que decidió meterlo en el primer estacionamiento que encontró a su paso y tomó un taxi para que lo llevara al hospital. Tenía sentimientos encontrados, por un lado sentía un dolor muy profundo por la muerte de la que fue el amor de su vida, pero por otro era consciente de que esa relación la había cortado ella abandonándolo y no hubiera podido hacer nada para retenerla. Pero en cuanto a Robert, su agente, sentía un desprecio muy profundo, era el culpable de haberla alejado de él y ahora, seguro que tenía algo que ver con su muerte.

La relación que tenía con su ex esposa era cordial en los últimos años, pero la relación con Robert Temple, era casi de odio. Eleanor siempre fue una mujer muy frágil de carácter, fácilmente influenciable y Robert la sedujo hasta que consiguió que se divorciara de Low. Él, poco a poco la introdujo primero en la bebida y luego en las drogas para luego abandonarla.

Al llegar al hospital, trataba de centrar su mente para pedir información en la ventanilla dedicada para este fin. Al dar el nombre completo de Eleanor, la señorita que le atendió antes de darle alguna información le preguntó quién era él. Low no sabía qué contestar.

-Su esposo, no, no... ex esposo.

Ante la respuesta dudosa, la joven no sabía qué hacer, por eso llamó a su supervisora para que se encargara del caso.

-¿Qué desea, caballero? –le preguntó la que parecía ser la encargada del lugar, a quién rápidamente había pedido ayuda la joven.

-He recibido la noticia de que mi esposa ha muerto, quiero decir mi ex esposa. Quiero saber dónde está, qué ha pasado –preguntaba Low visiblemente alterado.

-Dígame el nombre completo de ella, por favor.

Después de darle los datos, Low intentaba recuperar el aliento.

-Cálmese señor, venga conmigo que yo le ayudaré. -La señora que lo atendía, con uniforme impecablemente azul marino, le pidió a Low que la acompañara. En silencio se dirigieron por un pasillo hacia un ascensor. Esperaron unos segundos hasta que abrió sus puertas, entraron y continuaron en silencio hasta que se abrieron nuevamente y salieron del ascensor. Caminaron por un pequeño pasillo hasta llegar a una puerta que decía Morgue. Al entrar se encontró con Robert al que encaró inmediatamente-.

El escritorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora