kittens » taegi.

「 tres 」

―¡Seokjin! ―el nombrado dejó de cortar las zanahorias en rodajas y volteó a ver al chico que le hablaba―. El gatito aún no se muestra en su forma humana, ¡y ya pasaron tres semanas! ―lloriqueaba.

―¿En dónde está ahora? ―preguntó mientras se limpiaba las manos con un trapo que tenía flores y tigres en su estampado.

―Está arriba, durmiendo ―Taehyung señaló al techo. Seokjin suspiró y se encaminó hasta afuera de la cocina, con el contrario atrás suyo.

Por el otro lado, estaba Yoongi, ronroneando mientras estaba hecho bolita en esa tan cómoda camita de gatos. Estaba a gusto ahí. No era frío y aterrador como dormir en ese oscuro callejón. No. Esto era cálido y lindo. ¡Era como tener una familia de nuevo!

Escuchó como abrían la puerta de esa habitación pero no le prestó atención.

―¿Gatito? ―oía los pasos acercándose. Los dos dueños de ese hogar se encaminaban a donde estaba el felino negro. Yoongi abrió un ojo para verlos, quiso gruñir pero se acordó de que él estaba en casa ajena y que solamente estaba como invitado.

El chico rubio lo tomó entre sus fuertes manos y lo acarició con suma delicadeza. Seokjin los miró con ternura.

―Señor gato, ¿por qué no nos deja ver tu forma humana? Ya no estás flaquito, ¿acaso tienes vergüenza?

―¡Meow! ―chilló Yoongi desde los brazos de su salvador.

―¿Qué dijo, Tae? ―preguntó Seokjin con una pizca de curiosidad en sus ojos.

―Dijo que sí tiene vergüenza ―sintió la lengua áspera del otro felino y se puso feliz por eso, porque eso significaba que estaban en confianza.

―Oh, ya veo... ¡Bueno! Algún día lo veremos en su forma humana, ¿no? ―decía alegremente el castaño mientras veía a los dos gatos lamerse: Yoongi lamiendo la mano de Taehyung y éste último lamiendo el pelaje de negro del contrario. Los dos estaban ronroneando felices.