Capítulo 1.

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-¡Mánager-nim!- dijo la voz de aquel chico que solía ir a la enfermería todos los días

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-¡Mánager-nim!- dijo la voz de aquel chico que solía ir a la enfermería todos los días.
Sonreí y levanté la mirada de los historiales que estaba completando, el chico de cabello dorado me miraba con una dulce sonrisa sobre su rostro.

-¿Cuántas veces debo repetir que no soy su mánager Jimin? - retiré mis lentes de mi rostro e hice una mueca, ocasionando que él riera.

-Ya lo sé... - dijo haciendo un puchero,  lo señalé con mi lapicero -¿Entonces por qué sigue llamándome así?- el chico hizo una mueca -Me gusta- reí ante su respuesta.

-Bien... ¿a qué debo su visita?- dije levantándome para buscar un medicamento en el armario.

Trabajaba en Big Hit Entertainment desde hace varios meses, y desde el primer día, Park Jimin llegaba a visitarme y teníamos conversaciones buenas... Hasta que recordaba que era una empleada allí, y que debía conservar mi lugar, no podíamos ser amigos, ni siquiera eso.

-Hoy vine por... - mordió su labio inferior, haciendo un gesto de estar pensando -Ah sí,  me duele la... La...  La cabeza- dijo tartamudeando, sonreí y le tendí una tableta de vitaminas y él me miró confundido.

-Jimin... Creo que debería dejar de venir- él me miró con un poco de tristeza -¿Molesto cuando vengo a verla?- negué con la cabeza -No... Pero aun así uno debería venir hacia la enfermera cuando necesita algo para su salud- él se sentó frente a mi escritorio y tomó la tableta, para luego mirar sus dedos -Por eso vine- me acerqué a la mesa y puse mis manos sobre ella -Sé que no le duele la cabeza- el mordió su labio inferior, vaya que era bonito. Su rostro era perfecto, sus ojos hermosos, y sus labios... Sus preciosos labios. Me obligué a apartar la mirada y él hablo nuevamente -No es físico... Es solo que cuando estoy estresado, hablar con usted me hace sentir muy bien- sonreí un poco -¿Está estresado?- él asintió lentamente -Pero estar aquí me ayuda a pensar- lo miré atentamente -¿A pensar? - asintió de nuevo -Así es- lo miré confundida -¿En qué piensa?- él levantó la mirada y sonrió un poco.     

-En lo lindo que sería si me dejara ser su amigo- aquello me provocó ternura, mucha ternura.

Lo miré durante unos minutos y él no dejaba de mirarme, pensaba cuidadosamente en lo que diría luego de escucharle, diablos, ¿a quien engaño?, me muero por conocerlo.

-Usted sabe las reglas de la compañía Jimin... Yo no quiero ocasionar problemas, mucho menos para usted- miré tímidamente mis manos, una de las suyas las cubrió y lo miré sorprendida, él sonreía -Bueno... La compañía prohíbe relaciones románticas... Nadie dijo nada sobre amistades- sabía que me había sonrojado, y lo miré mientras giraba para revisar que no hubiera nadie cerca.

Entonces se levantó y susurró un poco más cerca de mi rostro -Aunque me alegra que haya pensado en mí de esa manera- se movió hacia atrás y tomó un papel y un lápiz. Lo tendió hacia mí, y con una sonrisa, se despidió.
Miré el papel doblado, y lo abrí .

I Just Love You. PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora