Capítulo 3.

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-¡Ábreme la puerta!- dijo Jimin al quinto día de no responder sus llamadas.

Aquel casi beso me había dado pie a casi morirme de la vergüenza con él.  Jimin tocó la puerta del baño para avisarme que algo urgente había sucedido en la empresa y que debía retirarse rápidamente.
Por mi parte,  esa noche comencé a sentir dolor en el cuerpo, dolor de cabeza y un incontrolable malestar general,  llevaba dos días no sintiéndome de la mejor manera.
Estaba segura que había contraído algun virus,  así que me incapacité por una semana, ese tiempo bastaría para recuperarme.
Llevaba cinco días de no asistir a la empresa, Jimin me ha llamado todos los días,  pero no he tenido el valor de responderle.

-Sé que estás aquí, vamos, ábreme- lo escuché decir un poco frustrado -Nadie quiere decirme que pasó,  ¿estás bien?, al menos contesta- dijo aminorando los golpes.

-Hola Jimin... - mi voz sonaba un poco débil, a pesar de haber pasado tantos días, no seguía muy bien.

-¿Estás enferma?... Quiero decir, por supuesto que lo estás...  Que pregunta más estúpida... - reí un poco ante su comportamiento.

-Ábreme - negué con la cabeza aunque él no pudiera verme -Estoy mal Jimin, tienes el evento del fan meeting la otra semana- él golpeó de nuevo la puerta.

-No me interesa, necesito verte.

-No lo haré.

Mi teléfono comenzó a sonar, estaba haciéndome una videollamada, sonreí y la respondí.

-¿Puedes hacerme el favor de abrirme?

-No.

-Te ves demacrada.

-Lo estoy, como enfermera debo evitar la propagación del virus, y como tu amiga, tu malestar.

-¿Harás que me siente aquí afuera? En el húmedo y frío suelo...

-No seas payaso, vete,  volveré en un par de días.

-¿Vendrás a la fiesta?
-¿Cuál fiesta?

-La de Navidad, es en cinco días.
-No lo sé...

-Sé mi pareja y me voy de aquí.
-Jimin... Van a despedirme.

-No lo harán,  seremos acompañantes, no es la gran cosa.
Auch, eso había dolido. Más de lo que esperaba.

Él pareció asimilar lo que dijo y se apresuró a aclarar.
-Es decir, en la compañía solemos invitar a otras personas, o a empleados del lugar como acompañantes... - doble auch -Es decir...

Lo miré -Entiendo Jimin, lo capto, no me despedirán porque nosotros no tenemos ese tipo de relación. Lo entiendo, es solo que no pensé  que fuera tan terrible ...- mi cabeza comenzó a doler más y las ganas de vomitar aparecieron nuevamente -Ay olvídalo, voy a colgar, nos vemos en dos dí...- no terminé de hablar porque  tuve que salir corriendo directo al baño. 

Veinte minutos después, salí del sanitario, me sentía muy débil, tomé mi suéter y dinero. Necesitaba recuperarme estaba deshidratada, no tenía energía, y llevaba sin comer un día entero, alimento que consumía, alimento que devolvía...  Era estresante, lo mejor sería asistir al hospital, los medicamentos de la farmacia no surtían efecto.
Abrí la puerta y Jimin cayó acostado en el suelo riendo. Su sonrisa cayó cuando me vió y se levantó rápidamente.

-Vamos al hospital, no te ves bien.

Me sentía tan golpeada por el mundo, que ni siquiera me negué cuando Jimin me subió a su auto.

-Gastroenteritis viral- dijo el médico que me atendió en emergencias -Le pondrán suero y le recetaré algunos medicamentos y en unos dos días estará mejor.

Asentí y él miró a Jimin -¿Usted es el guardián? - asintió y se acercó -Soy su novio doctor, ¿ella va a estar bien verdad? - el doctor puso su mano sobre su hombro y sonrió -Tranquilo, ella estará mucho mejor pronto. 
Jimin dijo que soy su novia...  ¿Qué diablos pasa por su cabeza?

-Jimin... - dije después de que el doctor se fuera, él me miró y mordió su labio.

-¿Por qué haces esto?  Dije que esperaras en el auto, ¿acaso no sabes lo que pasaría si alguien te reconoce aquí?

-Lo sé pero Angel...  No podía sólo esperar allá, y no iba a dejar que vinieras sola.

-Bueno, no discutiré porque no siento energía. Pero sí diré algo, no entiendo por qué dijiste ser mi...

-¿Novio?

-Sí...

Él pareció procesar lo que iba a decirme...  Entonces un fuerte dolor abdominal me hizo retorcer mi gesto.

-¿Duele mucho?- su expresión preocupada me hizo sentir mal, no debería preocuparlo tanto, más asentí, la verdad era que sí dolía demasiado.

-Voy a decirles que te administren algo- en ese momento besó mi frente y yo me sentí bien en medio de aquel dolor. Iba a irse,  más tomé su mano haciendo que girara a mirarme.

-Jimin...- él acarició mi cabeza.

-¿Mmm?

-Gracias por estar aquí- dije un poco bajo, más él lo escuchó. Estaba agradecida, aquí no tenía a nadie más que a él.

Y no era como que necesitara a alguien distinto.

I Just Love You. PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora