Capítulo 6.

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Llegamos a la recepción y le pedí las llaves al señor Shin, él debió de haber escuchado las noticias, porque ni siquiera se opuso a que me fuera tan pronto.

-¿Tiene auto Sunbae?

-No, venía con mi mánager, pero al parecer no quería irse aún. Llamaré un taxi... - iba a sacar su celular, más un impulso me llevó a hablar.

-¿Quiere que lo lleve?

-Creí que no quería que fuéramos juntos.

Reí -¿No quiere usted?

Él comenzó a reír y asintió -Gracias.

Comencé a conducir y a contarle sobre mí, mi casa,  mi trabajo, era entretenido y él era un buen conversador.
Llegamos a una residencia lujosa en Gangnam y él se bajó del auto. Dió la vuelta y me pidió bajar la ventana.

-Gracias por traerme, no sé si vaya a abofetearme después de esto pero, ¿le gustaría pasar?  Hago buenos café.

Sonreí y negué con la cabeza -No es necesario Sunbae, además ahora lo único que quiero es un buen trago.

Comenzó a reír -No sabía que le gustara el alcohol.

Apreté mis manos alrededor del volante -Y no me gusta, créame.

Inspiré profundamente y cerré mis ojos, luego le miré -Es hora de irme...

Su mano se posó sobre mi hombro, y una expresión de preocupación cruzó su rostro.

-No puedo dejarla ir ahora- presionó el botón de seguridad de la puerta, y me hizo salir del vehículo.

-Voy a ir con usted- yo estaba en modo automático, esa noche había sido de las peores noches de mi vida.

-Sunbae... - él tomó mi antebrazo y me subió en el asiento del copiloto, para luego subir él al del piloto.

-Sé de un buen lugar para emborracharce discretamente.

Comencé a reír, él me inspiraba confianza por lo cual dejé que me llevara donde quisiera.

Esa noche no me importaba qué pasara, sólo quería que el dolor de mi pecho se detuviera.

Pronto aparcamos en lo que me pareció un restaurante, se veía exclusivo, también estaba en Gangnam.

Chang Wook Sunbae bajó del auto y luego abrió la puerta para mí.

Caminamos juntos hasta la entrada y el recepcionista sonrió a mi acompañante -Señor Ji, es un gusto verle de nuevo.

-Hola Min, por favor dame una mesa reservada para mí y mi amiga.

-Claro señor, pase por aquí.

El lugar era muy bello, era una especie de restaurante rústico, la madera de la cuál estaban hechas las paredes era oscura, las ventanas eran grandes y dejaban ver las luces de la ciudad.

-Siéntense por acá, en unos minutos vendrá alguien a atender su pedido.

-Gracias Min.

Me senté a mirar por la ventana, en todo ese tiempo sólo podía pensar en algún tratamiento para adormecer el dolor en mi pecho.

-Una botella de soju por favor... - me miró y entonces se volvió a la mesera -Que sean dos.

Ninguno de los dos hablaba, por fin regresó la mesera y Sunbae me sirvió una pequeña porción del envase.

Lo tomé sin decir nada, sabía extraño, pero no era desagradable. Terminé el shot, pero seguía recordando todo. Cada maldita palabra.  

I Just Love You. PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora