Capítulo 11.

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-Te extraño mucho sabes...

-También yo mi amor.

-¿Por qué no podemos vernos hoy?

Sonreí tontamente -¿Será porque estás al otro lado del mundo ahora mismo?

-Tienes razón ... Estos tres meses sin ti me tienen terriblemente mal sabes.

Mire el reloj enorme en Times Square. Eran las 7:00pm e iba en camino para el hotel en el cual me estaba hospedando con mis compañeros.  Habían pasado diez meses desde que Jimin y yo comenzamos a salir, y desde hace tres no nos veíamos en persona, los primeros dos, el tuvo actividades programadas fuera de Corea, y el último mes yo estaba en Nueva York pues fui invitada a una serie de congresos de intercambio cultural de enfermería.
Ha sido muy gratificante, pero lo extraño mucho, y lo que más me dolía era que no podría pasar con él su cumpleaños, el evento suponía terminar en quince días, más los organizadores nos invitaron a una capacitación de tres semanas sobre la enfermería quirúrgica. Era uno de mis sueños, Jimin lo sabía y me hizo prometer no dejar la oportunidad pasar.
-¿Dónde estás ahora?

-Acabo de llegar al hotel, estoy subiendo en el ascensor.

-¿No tenías una cena con tus compañeros hoy?

-Sí, pero estoy cansada y ellos querían ir a un bar...

-Pudiste ir sabes...

-No cariño, es que... Está este chico... El que ha estado acosándome las últimas semanas y no quiero estar a su lado más de lo necesario.

Abrí la puerta de mi habitación y aquel chico con quien hablaba apareció en mi visión. Sostenía su celular contra su oreja, y estaba sentado cruzado de piernas mirándome con una gran sonrisa.
Colgó la llamada y corrí a sus brazos. Lo había extrañado tanto... Había teñido su cabello a rubio, y vestía ropa casual negra.

-Angel... - dijo aferrándose a mí fuertemente.

-Hottie ¿cómo es que tú...?- él me apretó más hacia él.

-Volvimos ayer a casa...  Sé que vuelves en dos días,  pero mañana es mi cumpleaños y realmente quiero pasarlo contigo, luego pensé que podríamos volver a casa juntos.

Me conmovió mucho su pensamiento y me separé un poco de él. Tomé su rostro entre mis manos y acaricié sus mejillas.

-Te amo tanto Park Jimin...

Él me sonrió y lentamente se acercó a mí, puso sus manos en mi espalda baja, y puso sus labios sobre los míos.

Mi bolso cayó al suelo y mis brazos se entrelazaron atrás de su cuello, sus labios eran tan suaves como el algodón y tan adictivos como la miel.

Sus caricias eran tan suaves y sensuales, nadie nunca me había tratado de una forma que me hiciera sentir así de especial, sólo él.
Su lengua me invitó a abrir mi boca, me acarició los labios con ella, dulcemente, ardientemente y simplemente me dejé llevar por él.

Caminamos hasta que me recostó contra la pared, que suerte que no comparto habitación con alguien porque sería un gran problema ahora mismo.
Sentía el corazón latiendo fuertemente, mi cuerpo vibraba ante su tacto, y cuando tocó uno de  mis muslos, provocó mi gemido, uno que me separó un poco de sus labios y fue cuando valientemente, subí mi pierna para enrollarla en su cintura, apretándolo más contra mí.

La sensación de su excitación contra mi cuerpo nos hizo gemir a ambos, y en cuanto nuestras respiraciones hicieron falta, puso su frente sobre la mía.

Estábamos acalorados, pero, ¿cómo no íbamos a estarlo?

-Lo siento Angel ... No debí atacarte de esta manera, diablos, es la primera vez que te veo desde hace tres meses. Y en lo único que pude pensar fue en lo mucho que extrañaba tus caricias.

Sonreí y acaricié su oreja y luego su mejilla.
-No te disculpes, sabes que yo también deseo mucho tus caricias.

Lo vi morder su labio -Te deseo tanto Angel... Pero, quiero que sea especial, cuando tú y yo estemos juntos,  debe ser inolvidable, por eso, no voy a tent... - un gemido lo interrumpió, y es que no me resistí en dejar un beso sobre su cuello.

-Angel pa... Para... Por favor.

Lamí mis labios y acaricié su cuello -Sabes que para mí, cualquier lugar sería especial, porque es contigo con quien comparto el momento.

Volvió a besarme, esta vez con más anhelo y delicadeza, probando mis labios detenidamente, era tan apetecible que si fuera mi decisión, quisiera que lo hiciera para siempre.

-Te amo, te amo como nunca he amado a nadie en mi vida.

-También yo a ti Jimin, eres lo más importante para mí y quiero que te quedes aquí conmigo hoy.

Acarició mi mejilla y me miró fijamente -¿Estás segura?

Asentí -Es lo que quiero, pero si no quieres entonces...- sus labios atacaron los míos nuevamente y me abrazó, fue cuando bajé mi pierna de su cintura y le escuché hablar -Mañana veremos quien es el tipo que ha estado molestándote, si no comprendió por las buenas cuando se lo dijiste, va a tener que tratar conmigo.

-Oppa, no debes meterte en problemas por mi culpa, puedo cuidarme sola.

-Lo sé bebé - acarició mi espalda  dulcemente y susurró -Pero eso no me hace querer cuidar o protegerte en menor medida.

Besó mi cabeza con ternura -Ahora vamos a recostarnos, mi vuelo fue cansado, y extraño la sensación de dormir contigo a mi lado.

Su sonrisa cambiaba mi humor.
Que increíble era que aquel hombre influyera sobre mí de formas tan diferentes durante un mismo momento.
Pero sabía algo perfectamente, yo lo amaba.

I Just Love You. PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora