Blossom.

Camellia

- Evan, el nuevo modelo acaba de llegar.

Murmuró Antonia, mientras le dejaba una carpeta sobre el escritorio con los datos del chico. Agradeció y comenzó a revisarlo.

Kim Wooseok, 24 años, Idol, altura promedio, peso promedio, buena simetría, rasgos felinos. Servirá.

Dejó el archivo sobre el escritorio y salió de su oficina hacia el taller. Ser diseñador de una prestigiosa marca de ropa tiene sus pro y contras. Pro, la recompensa y el reconocimiento eran grandiosos, contra, tenía que lidiar con estrellitas engreídas. Iba preparando ya su paciencia aunque simplemente podría maldarlos al carajo, todos sabían el genio que se manejaba.

- Antonia, trae el informe mensual y el libro de Octubre.

Ordenó mientras entraba a la habitación derecha de su taller privado.

Se debutó en seco, piel blanca y cremosa cautivo sus ojos, hombros años y espalda perfecta. Se giró y su perfil quedo a la vista.

Las fotos no le hacían justicia.

Hermosa creatura.

¿Había encontrado a su musa?

- Oh Evan, que bueno que llegaste.

Fue sacado de su nube de lujuria por Danielle, jefa de costura. Ella sonrió y señaló al muchacho con emoción.

- Acaba de probarse el atuendo principal ¡Le queda a la medida! Es como si fuese hecho para el.

Y claro que lo hacía, en sus sueños había aparecido este ángel y lo convirtió en su musa. Ahora, estaba frente a él en carne y hueso, quitándole toda su respiración.

¿Será posible el hilo del destino o la reencarnación?

Retazos del sueño volvieron a su mente, una sonrisa hermosa, ojos encantadores. Eres increíble, lo vas a lograr

Y lo logró, gracias a él está aquí y ahora también su musa esta aquí.

El lo miró sorprendido, y se preguntó si en sus sueños se habían encontrado, si lo reconocería.

- Que lo use, prepara todo para el evento de lanzamiento.

1 mes después.

- Evan, no puedo, realmente no creo que pueda hacer esto. ¡Hay mucha gente ahí afuera! ¿Y si me desmayo?¿Y si caigo? Va a ser un desastre.

El pequeño moreno balbuceó mientras caminaba de un lado a otro en los vestidores, mientras afuera se llenaba todo el club.

Estaba por empezar el evento de lanzamiento de su nueva línea de ropa, gente importante, gente muy importante estaba afuera esperando y su pequeña musa estaba apunto de tener un colapso.

- Wooseok, cálmate. Lo harás bien, vas a ir ahí afuera, vas a modelar ese traje, vas a encantar a todos y hacer que caigan a tus pies. Luego vendrás aquí, me besarás y nos iremos a casa donde nos sentaremos a beber un vino exageradamente caro mientras nos reímos de todo esto. ¿Ok?

El hizo esa carita de cachorrito, y yo la compró, por millones y millones de dólares, su musa simplemente podía hacer con él lo que quisiera mientras pusiera esa carita hermosa.

- ¿Y si dejamos el beso para ahora?

Suplicó, mientras se acercaba y lo abrazaba. El simplemente lo tomo del mentón y lo lleno de pequeños besos fugases e inocentes por los siguientes minutos.

- Wooseok, 1 minuto, eres el siguiente.

Se separaron, ambos suspiraron y caminaron juntos hasta la plataforma, tomados de la mano.

- Te amo.

Le susurró, esperando que lo escuchase sobre la música y la gente que hablaba extasiado afuera.

- También te amo.

Respondió su musa, aún nervioso y sonriente.

Cuando la última modelo salió, el lo soltó, lo empujó hacia la pasarela y brilló.

Como la más grande y hermosa estrella del firmamento brilló.

Todos cayeron a sus pies.

Y la pieza de arte que llevaba se agotó antes de que incluso lo notara.