Blossom.

Cherry

— ¡I GOT IT!

El portazo y el grito de Nathan lo sobre saltó y casi arruina la canción en la que estaba trabajando. Molesto, giro su silla hasta el contrario y simplemente lo miro con fastidio.

— ¿Por qué gritas así? Casi arruino la canción, maldita sea.

Lo recriminó con exasperación, Nathan algo avergonzado se acercó hasta él y le sonrió, nuevamente volviendo a su emoción. La culpa no le duró demasiado.

— ¡LO TENGO, WOODZ! ¿ENTIENDES? ¡LO ENCONTRAMOS!

Se peinó la ceja derecha, signo de que estaba lo suficientemente fastidiado.  ¿Por qué simplemente no podía ir al punto?

— ¿Que es eso que tienes, Nathan? Ve al maldito punto, no tengo todo el jodido día.

— ¡La musa! ¡La voz! Suave y dulce ¡Lo encontré!

Detuvo cualquier movimiento que hasta entonces estaba haciendo y lo miró, primero con incredulidad y luego con sopresa.

¿Realmente lo había encontrado?.

Habían buscando una voz en específico para que les ayude con las canciones, de guía o tal vez colaborar, la búsqueda fue intensa durante el último año pero nadie llenaba sus expectativas, todas eran o muy melosas, muy finas o muy graves. ¿Realmente esta será la correcta?

— ¿Donde está?

Preguntó, lo suficientemente entusiasmado como para querer verlo ahora, saber si era real, escucharlo.

— Vernon lo trae, deben estar saliendo del aeropuerto ahora mismo, le dije que venga aquí de inmediato, también le dije a Jamie que viniera urgentemente.

Espera ¿El aeropuerto? ¿No es americano? Debe estar un poco loco al volar hasta LA de la nada.

— ¿Dijiste aeropuerto? ¿De dónde viene el chico? Y que demonios hiciste para convencerlo.

Nathan palideció, oh chico, estaban en problemas.

— Le dije que podría ayudarlo a debutar como solista.

Respira... 1 2 3.

— ¡QUE DEMONIOS NATHAN, ES ENSERIO?  ¿POR QUE PROMETISTE ESO?

— ¡LO SÉ, LO SÉ! PERO LO NECESITABAMOS ¿OK? Mira, se que no te emociona esto pero nos ayudará y nosotros lo ayudamos, es ganar-ganar ¿No?

Lo iba a matar, iba a despellejarlo por completo. Ya podía sentir sus manos en su garganta y... La puerta se abrió, entro Jamie, seguida por Vernon y un muchacho alto, pelirrojo y lunar en la barbilla... Como Marilyn Monroe.

— Chicos, este es Lee Eunsang, viene de Sur Corea y tiene 17 años.  Ellos son Nathan y Woodz, a Jamie ya la conociste en el ascensor.

Él sonrió nervioso, hasta que lo miró y su rostro sorprendido no hubiese pasado por desapercibido si no fuera porque una sensación extraña recorrió su pecho.

¿Esto es lo que llaman amor a primera vista?

Está sensación de calidez en el pecho, el sentimiento de familiaridad.

Deja vú.

¿Existe el hilo del destino y la reencarnación?

1 mes después.

— Ok, Eunsang, necesito que vuelvas a repetir el último estribillo.  Con eso terminamos.

Apretó nuevamente el botón y comenzó a reproducir la pista mientras el ahora pelinegro volvía a cantar la última parte de la canción, envolviendo la cabina de grabación con su dulce voz.

Definitivamente era el correcto.

— ¡Muy bien, Eunsang, eso es todo!

Dijo por los altavoces y volvió a la computadora, haciendo los últimos arreglos y guardando la canción, al mismo tiempo que el menor salía de la cabina y se acercaba a él.

— ¿Está bien? ¿Crees que les guste?

El moreno preguntó, estaba bastante nervioso, era la primera vez que su voz se iba a usar como guía para la canción de alguien tan famoso y podía comprenderlo, él también estaba muy ansioso.

— Todo está bien, dulzura. Esto será un éxito, te lo aseguro.

Agregó, abrazándolo por la cintura, el menor por inercia se acurrucó en sus brazos mientras él dejaba unos cuantos besos sobre esos lindos labios.

— Te amo.

Le susurró en el silencio del estudió, los sentimientos a flor de piel que habían brotado en este mismo lugar y ahora eran tan fuertes como las raíces de un frondoso árbol.

— Te amo también, Woodz.

Y el susurro de esa dulce voz colmó su corazón de alegría.