Blossom.

Lotus.

— ¡Yuehua, Cho Seung Youn!

Alivio, sensación de serenidad y euforia en un solo momento. Todo el trabajo duro había valido la pena, rendían sus frutos.

Ahora, el gran árbol que había cuidado tanto estaba listo para su cosecha.

Iba a debutar.

— ¡Plan M, Han Seung Woo!

Y entonces todo estaba bien, porque él estaba conmigo, estábamos destinados a estar juntos.

Al menos los próximos 5 años.

Todo estaría bien.

3 meses después.

— ¡Hyung, Hyung!

La puerta estaba siendo golpeada repetidas veces, suspiro exasperado. Seungwoo a su lado se removió, no quería despertarlo así que se levantó, se puso una pantaloneta y abrió la puerta.

— ¿Que pasa, DongPyo? Seungwoo está durmiendo.

Murmuró, hechando un vistazo hacia atrás para comprobar que el mayor no se haya movido y este correctamente cubriendo su desnudez.

— Es en manager, está preguntando por los otros miembros ¿Que les digo?

Preguntó el pequeño, él solo suspiro, se agitó el cabello y volvió a hacerle un vistazo a su novio antes de volver a mirar al menor.

— Dile que ellos están por volver, que no se preocupe.

En niño asintió, estaba por irse antes de que recordara algo.

— Ah, me dijo que antes del fin de semana tienen que estar de vuelta. Ya hay planes para nuestro comeback.

Y con eso se fué. Por su parte, cerró la puerta y volvió a la cama, no sin antes enviar un mensaje a los cuatro chicos informándoles la nueva noticia.

Se acostó nuevamente la cama, Seungwoo se movió y lo abrazo, mientras el comenzaba a dejar besos en su brazo.

— ¿Que quería DongPyo?

Preguntó aún adormilado, y empezó a sentir remordimiento. Si bien habían estado de vacaciones el último mes, había sido un año muy agotador y difícil, su cuerpo aún sentía las duras horas de entrenamiento y tener sexo también podía hacer que su cuerpo se sintiera adolorido, sobre todo para su novio.

— El manager quiere que el resto vuelva, hay planes de comeback. 

Respondió, al tiempo que lo abrazaba con fuerza, una parte de si mismo quería quedarse en esa cama para siempre.

— Voy a avisarles.

El mayor quiso levantarse, pero él lo debutó, lo abrazo con fuerza y sonrió.

— Tranquilo, ya lo hice yo. Descansa.

El mayor lo miró con esa bonita sonrisa que puso su mundo de cabeza, el amaba esa sonrisa y él contrario lo sabía.

— Gracias, me has ayudado tanto. No sé qué haría sin ti, Ryeonie.

Y lo besó, y el estaba bien con el mundo, porque estar así con el por las siguientes dos horas fue lo mejor de su día.

Lo mejor de su vida.

Él no solía creer en el destino, pero tal vez tejió un hilo enredado y tormentoso, y al final, estaba él, está el. Y es feliz.

— Te amo.

— También te amo.

Y si creyera en la reencarnación, esperaba que en su otra vida pudiera encontrarse nuevamente con él.