Capítulo XXI

3K 225 17
                                    

Para que ya no sufran

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Para que ya no sufran.
Les envío amor.

***************************

Tres meses después.

Maritza Rüngue terminó yéndose de vacaciones a Irlanda con su familia materna, no puedo negar que fue un infinito alivio dejarla en el transbordador a su destino.

Apenas dejó la casa, está se sintió con un ambiente mucho más liviano, Polly me ayudó a mover la cuna de la gemelas a mi habitación, algo completamente inútil puesto que ambas terminaron en mi cama junto a Charles, aunque era bastante incómodo dormir junto a los tres se volvió mucho mejor que cualquier otra actividad diaria.

Muchas noches me costó conciliar el sueño pensando en que Amaranta estaba cruzando el pasillo, la respiración acompasada de mis hijos lograba tranquilizarme cuando el fantasma de la pelirroja no dejaba de llamarme, durante los meses que pasaron rápido parecía haberse hecho más pequeña, apenas si podía sentir su peso cuando la cargaba entre mis brazos para que las mucamas cambiaran las sábanas, la hermosa Amaranta Rüngue se había convertido en un pequeño cuerpo de piel tatuada de truenos y huesos que hacían que pesara algo, la respiración pausada y lenta parecía extinguirse en algunos segundos y el palpitar casi imperceptible de su corazón a veces se aceleraba un poco.

– Quizás señor Shelby, lo más humano sería dejarla ir en paz – Pestañeé largamente ante lo que me decía el doctor luego de revisarla una vez más – lleva dormida demasiado tiempo, el estado comatoso suele ser definitivo pasado tres meses, ella lleva cinco meses así...

– Por favor váyase doctor – Murmuré mirando a Polly quien estaba recargada en uno de los pilares de la cama – sácalo de aquí – lo acompañó hasta las puertas para luego regresar observándome – no me veas así Polly.

– Thomas.

– De ninguna maldita forma.

– Tommy.

– No permitiré que Alfie se la lleve – Susurré tratando de contener el llanto que al fin, luego de tanto tiempo, subía por mi garganta – va a despertar.

– No es ella Tom.

– ¿!Acaso no la estás viendo!? – Grité sintiendo cómo lo ojos se me llenaban de lágrimas, retrocedí cuándo Polly se me acercó estrechándome para acercarme a su pecho igual que un niño, caí de rodillas abrazándome a su cintura con un llanto mudo que desgarró mi garganta sacudiéndome para escapar de mí, lloraba por todo lo que no había llorado en años mientras Polly acariciaba mi cabello cantando una canción de cuna.

Alfie Solomons había ganado, se la llevaría.

Debía dejarla ir.

Entré a su habitación a mitad de la noche, la alfombra suave friccionaba la planta de mis pies haciendo de las pisadas tibias, un escalofrío me recorrió al encontrarla abrazada así misma con la frente apoyada en el ventanal a través del cual la luna llena penetraba iluminando todo ¿Estaba soñando? Cada vértebra asomaba por la piel, las costillas haciendo surcos en su cuerpo, los brazos tan delgados que podría haberlos rodeado completamente con una sola mano.

So f*cking close [{COMPLETA}]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora