Broken Wings [Severitus]

1.- Una Salida

Harry puso las rodillas sobre el pecho y apoyó la cabeza sobre ellas, escuchando atentamente a los búhos chirriar y ulular suavemente en la lechucería. El libro que había tomado prestado de la biblioteca sobre las transformaciones de Animagos había dicho que necesitaba estar tranquilo y en un lugar apartado para concentrarse en encontrar a su animal elegido.

El libro también había dicho que instintivamente se sentiría atraído por las especies de animales por las que tenía afinidad. Sacó de debajo de su camisa la gran Enciclopedia Mundial de Especies Animales que había robado de la habitación de Dudley durante el verano, había estado acumulando polvo en la estantería de su primo, nunca la echaría de menos.

Había comenzado a estudiar el libro sobre animagos durante las vacaciones de Navidad como una forma de enfocarse en algo más que las terribles pesadillas que aún tenía sobre la última tarea del Torneo de los Tres Magos, donde Cedric había muerto, asesinado porque estaba en el camino del verdadero objetivo: Harry. Harry, cuya sangre le había sido quitada por la fuerza para resucitar al engendro del infierno llamado Voldemort.

Todavía tenía pesadillas con el ritual de sangre realizado, de la forma en que Pettigrew se había cortado el brazo para permitir que el malvado hechicero creara un cuerpo para que su espíritu tuviera un recipiente en el que habitar. Cuando Pettigrew había sacado a la criatura sangrienta y reluciente del caldero. . .El tamaño de un niño de cinco años, pero con el rostro y los ojos fríos y crueles de una serpiente. . Ojos que habían visto el otro lado de la puerta de la muerte y aún así soportaban todo el mal que había hecho en la vida ¿Era de extrañar que Harry se despertara gritando?

Por supuesto, sus parientes habían sido evidentemente antipáticos, gritándole que se fuera a dormir de una vez, estaba muy molesto, se despertaba en medio de la noche gimiendo y llorando como un pequeño mocoso. Harry había aprendido a dormir con una esquina de su almohada o sábana metida en la boca para amortiguar sus gritos.

O, la mayoría de las noches, no dormía en absoluto, no podía soportar cerrar los ojos de nuevo y ver caer a Cedric, una mirada de asombro e incredulidad en su rostro sincero y abierto. Su vida se extinguió antes de que apenas comenzara. Trae mi cuerpo de regreso, Harry. Trae mi cuerpo de vuelta. Una y otra vez escuchó la última solicitud de Cedric y luego se sacudió para despertarse, aullando en negación, temblando y asqueado hasta su alma.

Así que había empezado a estudiar sus textos, pensando que cualquier cosa era mejor que escuchar eso en su cabeza. Y el texto de instrucciones de Animagos fue interesante y le permitió centrarse únicamente en ese aspecto de la magia, un aspecto que ansiaba desesperadamente dominar.

Su padrino le había dicho que James se había convertido en un animago en su quinto año, él, Sirius y Pettigrew habían aprendido a transformarse en ese momento. Entonces, razonó Harry, debería poder hacerlo también.

No le había contado a nadie su decisión, después de lo que le había sucedido a Diggory, y después de que el Ministerio casi lo expulsara por defender a Dudley de los dementores, no confiaba en nadie, y era mejor si sus amigos no sabían lo que estaba haciendo, de hecho, era mejor si él no tenía amigos, entonces no podían ser asesinados por estar asociados con él. No es que quieran tanto de mí últimamente de todos modos. De lo único que habla Ron es de Quidditch y de estar el equipo e intentar decidir si quiere besar a Lavender o Hermione. Y Hermione está obsesionada con sus TIMOS y los estudios, y no sabría si a un chico le gustara ni aunque se arrodillara y lo anunciara frente a toda la escuela.