El accidente

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Hoy se cumple exáctamente un mes desde lo que hablé con Kari por primera vez, hemos entablado un lazo tan fuerte que parece que casi nada podría romperlo. No me siento aún preparado para confesarle que me gusta, así que solo espero un poco más, que la relación sea un poco más fuerte y ella confíe completamente en mí.

Es viernes por la mañana, me preparo para el último día de clases de la semana.

—¡Sí! Alfín San Viernes —grito al despertar.

—Callate —me grita mi hermana desde el otro cuarto.

Me levanto de la cama y voy hacia la cocina para ver que hay de comer, hoy hay emparedados de queso, plátanos verdes fritos y batido de banana, me los como a toda velocidad y corro al baño, me pego una ducha con agua caliente y luego me cepillo los dientes. Voy a mi cuarto y me pongo el uniforme, luego me coloco una gran cantidad de mi perfume, por Kari, que le gusta mucho mi perfume, esto me ayuda a ganar puntos. Desde fuera de la casa mi padre hace sonar la bocina del auto y mi hermana y yo salimos corriendo, desde la puerta nos despedimos de mamá, quien nos desea un buen día, y nos subimos al auto.

Ya en el colegio, comienzo a buscar a Kari para saludarla; doy vueltas por todo el patio hasta que encuentro a una amiga de ella, le pregunto si está aquí pero ella no me da razón, llego a la conclusión que no está aquí, siento una punzada en el pecho por la tristeza, hasta que a lo lejos la distingo. Ahí está: su manera particular de caminar, su cabello largo suelto, cargando su mochila rosa. Camina hacia mí con una sonrisa, saludamos.

—¡Zack! —me saluda y me abraza.

—Señorita Jules, buenos días —le devuelvo el abrazo.

—Ay Zack, ¿por qué la formalidad? —me pregunta soltando risas.

—Porque sí, es necesario —le respondo esbozando una sonrisa—. Estamos en el colegio, soy mayor que usted, así que debe expresarme respeto también.

—Ay señor Matters, es un tonto —me da un empujón mientras ríe—. Un tonto es usted.

Luego de eso nos despedimos porque el inspector estaba supervisando que todos los estudiantes estén en su respectiva formación. Ya ahí nos dan las indicaciones del día de hoy y al final nos envían a nuestras aulas. En clase me pongo q meditar, porque pasaré el receso con Kari así que debo tener planeado algo de que hablar, entonces llega Beto y se sienta a mi lado.

—Zackiux —me saluda.

—Betiux —le respondo—. ¿A qué se debe su visita?

—Pues quería contarte que ya superé completamente a Nina —me dice sonriendo y levantando los pulgares.

—¿En serio? ¡Qué bien! Te felicito.

—Gracias, gracias —dándome golpecitos en el hombro—. ¿Y tú? ¿Cómo vas con Kari?

—Todo bien —levanto los pulgares—. Somos muy unidos.

—¿Ya sabe que te gusta?

—No aún no.

—¿Y cuando piensas decírselo?

—Pronto, aún no es tiempo —le digo—. Ahora necesito que me des ideas de qué hablar con ella en el receso.

—Bueno, Zack —me dice seriamente—. Puedes preguntarle cómo estuvieron las cuatro primeras horas de su clase, o contarle algo que te pasó ayer.

—Ok, gracias.

—Espera —me corta—. ¿Y si la invitas a salir?

—¿Salir?, te refieres... ¿a una cita?.

Y entonces la miréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora