Tu Y Yo || Hatake Kakashi

02. Verte

Un paso más...

Pensó al ver la entrada de la aldea. Tres meses en mision, se encontraba totalmente agotado. Lo único que podía pensar era en dormir y en ella...

Miro el cielo.

Ya era tarde para una visita, además estaba con el uniforme lleno de tierra y hojas. Siguió caminando hacia su departamento.

(...)

Una chica castaña se encontraba hojeando un libro, mientras durante unos segundos se detenía a escribir algo en una libreta a su lado, o darle un sorbo a su té. Cuando tomo la taza de cerámica y se la acerco a los labios, escuchó unos golpes a su puerta. En eso miro al reloj, faltaba un cuarto para las doce.

¿Quien toca a esta hora?

Caminó hacía la puerta. Al abrirla se encontró a cierto peliblanco recargado en su marco.

Sus ojos se iluminaron mientras una sonrisa aparecía en su rostro. Había pasado tanto tiempo lejos de él, y para colmo sin mascara. Con su sola presencia hizó que los sentimiemtos de la chica se dispersaran por completo. Y sin más, se lanzo a los brazos del shinobi.

- Se que es un poco tarde- se notaba la felicidad y la pena en su voz.

- No importa- giro rápidamente la cabeza animada hasta poder verlo- Oh! Cierto, ven pasa.

Se separó suavemente de él. Pasó por la puerta para después Kakashi seguirla, cerrando la puerta a sus espaldas.

- Te interrumpía en algo?- preguntó al notar las cosas sobre la mesa.

- No te preocupes, solo repasaba unas cosas- respondió con tranquilidad.

El se quedo callado unos segundos, hasta que la chica volteó a verlo ansiosa de contarle algo pero el Hatake giro su rostro sonrojado.

Entonces fue ahí donde ella entendió. Sonrió con gracia para después inesperadamente se colara entre los brazos de el hombre abrazándolo, y sin previo aviso lo besó. Un beso tierno y corto.

Kakashi se sentia apenado ya que recien habia regresado de la aldea, y no se encontraba del todo presentable. El pobre no pudo resistir las ganas de ver a su amada desviandose a mitad del camino hacia el hogar de la chica.

- Eso es lo de menos- susurró al separarse aún con los ojos cerrados- lo importante es que estas bien...- dejo la frase en el aire.

Kakashi solo pudo responder presionando con fuerza a su amada contra su cuerpo, mientras sus corazones empezaban a sincronizarse.

- Además- hablo ella- aun asi te sigues viendo sexy.

El peliblanco rió cálidamente.

- Gracias.

- Gracias porque?- preguntó separándose un poco de este para mirarlo a la cara. El sonrió para después mirarla directamente a los ojos.

- Gracias, por estar conmigo.

(...)

Akimi guardaba la libreta y sus libros en su escritorio. La taza ya vacía la depositaba en el lavabo. En eso escuchó la puerta del baño abrirse.

Salió de la cocina dirigiéndose a su cuarto para encontrar a su amado recién salido del baño. Su cara lo decía todo, estaba más que agotado.

- Aun no tienes sueño?- preguntó con burla.

La miró con agotamiento, mientras apagaba la luz de la habitación. Luego ambos se recostaron en la cama. Kakashi abrazaba a la chica de la cintura mientras descansaba su cabeza en su pecho. Akimi abrazaba al peliplata acarisiando su cabeza y espalda.

Kakashi no duró ni un minuto despierto desde que se acostó. Quedo profundamente dormido en el cuerpo de la castaña. Estaba tan tranquilo e indefenso que era imposible no sonreír al mirarlo.

Akimi volteó hacia la ventana apreciando el hermoso paraíso de la madrugada, y con total sinceridad y calidez sonrió.

- Gracias por traerlo de vuelta...