James.
Maia me miró sin ninguna expresión y luego sin decir nada más corrió hacia la camioneta que había estacionada frente al edificio. La puerta se abrió y vi a Travis, él la recibió con un beso en los labios. Maia sonrío, sonrío ante ese jodido beso. Ella subió a la camioneta, no miro atrás. La camioneta se alejó bajo la lluvia. Me sentía tan impotente… Por primera vez en mi puta vida sentí como una parte de mí se rompía. Pase mis manos repetidamente por mi cabello y cerré los ojos durante unos segundos. Tome aire y lo solté. Saque mi celular del bolsillo trasero de mi jean y le marque a Scott. Me atendió al tercer timbrazo.
–Hola, Scott.
–Hola James. ¿Cómo estás?
–No muy bien.
– ¿Qué pasa? Suenas terrible.
–Pues, así me siento. ¿Tienes la noche libre?
Escuche un suspiro al otro lado de la línea.
– ¿Te sientes demasiado mal?
–Qué mal amigo que eres –bufe molesto.
–Mira quién habla.
– ¿Tienes la noche libre sí o no?
– ¿Puedes decirme que mierda te pasa?
–No te diré nada hasta verte.
–Gracias por los detalles.
–No jodas, Scott.
–Adivino, ¿Tiene que ver con una chica?
–Todos mis problemas se basan en ella. Desde que la conocí.
–Bien, tengo la noche libre.
– ¿Cancelaste con Dakota verdad?
Scott suspiro al otro lado de la línea y deduje que eso fue un sí.
–No importa, ve con ella. –estaba frustrado.
–Eres mi puto mejor amigo, James. Lo entiende. Ven en una hora. Adiós.
Scott cortó la llamada y me quede mirando la pantalla en negro de mi celular, desbloquee la pantalla y una foto de Maia me sonreía desde el fondo de pantalla, jodido masoquista era. Tome aire como por quinta vez y me atreví a revisar mis mensajes. Tenía dos mensajes de Sierra y los borre sin ni siquiera mirar su contenido. Y claro, Maia se había encargado de hacerme sentir peor de lo que estaba. Su mensaje decía “Lo siento”. Cerré los ojos con fuerza y luego borre el mensaje. Primero jugué con ella, luego me enamore y ahora ella era la que jugaba conmigo. En un repentino ataque de furia, arroje mi celular contra la pared frente a mí, con todas mis fuerzas, hasta que sólo quedaran pedazos de él. Me senté en el suelo y cerré los ojos hasta lograr calmarme.
Maia.
Maldito y estúpido corazón. ¿Por qué de todos los chicos del planeta tuviste que enamorarte de James Daniels? Cuando Travis me abrió la puerta y me beso a modo de saludo, me sentí como la peor persona del planeta. Supe que James observó todo, porque cuando la camioneta arrancó, vi por el espejo retrovisor, a un James mojado de pies a cabeza, con el corazón hecho pedazos, una gran tristeza y un vacío que sólo yo podía llenar.
– ¿Mai? ¿Estás bien?
–Sí ¿Por qué preguntas?
–Estas llorando.
No repare en eso hasta que Travis lo comentó. Sequé las lágrimas rápidamente con la muñeca de mi remera.
–No lloraba, seguramente será por la lluvia. –mentí.
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Stay With Me
Teen Fiction–Ninguna chica se merece a alguien como yo. –dijo él y me miro. –Todas las chicas con las que te acostaste sí. ¿Y sabes porque? – ¿Por qué? –Porque aunque sepan que sólo te acostaras con ellas una vez y no volverás a hablarles, deciden acostarse c...