Baile de graduacion.

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las semanas pasaron, porfin había llegado el día que todos ellos estudiantes, esperaban.
para temo y aristoteles no era lo mismo, aristoteles no dejaba de pensar en que mas hacer para que no se llevaran al amor de su vida lejos de él, acababa de recuperarlo y no quería perderlo otravez.
temo miraba y hacía otra maleta, la decisión estaba hecha; se mudarían otra vez, lo separarían de aristoteles Pequeñas lágrimas salían de sus ojos, con tan solo pensar en todo lo que pasaron para estar juntos; sabía que ambos se amaban de verdad, y querían estar juntos para toda la vida.

— estoy listo, no me esperes temprano. — fue lo último que dijo temo a pancho, tomo las llaves de su auto y salió, pancho no tuvo oportunidad de decirle algo a temo o regañarlo por hablarle de esa forma, el tono de su hijo no era como antes, la mayoría del tiempo estaba serio y desanimado, no se escuchaba como el chico alegre de antes.

[......]

— has visto a temo? — preguntó el rizado, mientras se acomodaba su cabello de un lado a otro.

— no a un no lo eh visto, pero no tarda en llegar.

— ¿me miro bien? —

— para mi no, pero para temo seguro si —

— ¿sabes? no ayudas en nada, Andrés! —

se quedó afuera, esperando a que llegara su novio; estaba feliz pues lo miraría de nuevo y bailaría con el, cosa que no hacía desde hace tiempo.

y ahí estaba el, luciendo ese traje negro.

— créame que, me encanta verlo vestido de esa forma señor lopez. — mencionó ari, en una forma coqueta, tomando la mano de su novio.

— ya le dijieron lo guapo que se mira esta noche? señor corcega? — sonrió

— no, usted es el primero y único, para ser verdad — ambos rieron.

entraron tomados de la mano, unos los miraban asombrados pues no sabían que habían regresado, después de tantos mal entendidos en su relación; pero ellos dos solo se encontraban en su mundo.

— ¿quieres bailar? —
— contigo, siempre —

sonreían, bailaban juntos; como desde el primer baile de la preparatoria, al principio eran canciones normales, donde solo se movían juntos, saltaban alegremente y podían gritar lo felices que estaban.

la música cambió a una lenta, se quedaron parados al escuchar la canción, voltearon y habían parejas bailando.

Aristoteles miro a temo y le sonrió, lo tomo por la cintura desprevenido, y temo colocó sus brazos alrededor de su cuello.

— ¿recuerdas? la primera vez que bailamos esta canción? — mencionó Aristoteles, mirando directamente a temo a los ojos.

— si, de echo quiero regresar a esa noche donde nos conocimos. —

se movían al compás del otro, los dos aveces soltaban sonrisas torpes, Aristoteles tenía unas enormes ganas de besarlo, pero lo dejaría al final del baile.Los ojos de temo brillaban, al igual que los de Ari, no deseaban nada más en el mundo más que estar juntos.

— no quiero dejarte.. — murmuró. — no quiero que te vayas de mi lado. — miro hacia abajo.

— Ari, mírame — tomo su mentón. — no te voy a dejar, siempre estaré contigo; quiero estar contigo.— lo abrazo, se sentía mal, pues a un no le decía la verdad.

la canción había finalizado, al igual que el abrazo; Ari se acercó lentamente; y le dio un beso; un beso lleno de amor, tierno, un beso que demostró el amor verdadero de ambos chicos.

— ven conmigo, no ahí nada más que hacer aquí adentro. — tomó la mano de temo, para salir fuera del edificio.

se dirigieron afuera, y se sentaron en el pasto, ambos admirando las estrellas.

— ¿para que venir aquí? — preguntó temo, a un sabiendo la respuesta.

— quería tener tiempo a solas contigo, solo sentirte a ti, escucharte a ti; a nadie más solo a ti — lo miro a los ojos, tomo su mano y la beso tiernamente.

Aristoteles se recostó en el pasto, temo permanecía sentado, no hablaban solo disfrutaban las estrellas; temo estaba nervioso, no sabría cómo Aristoteles tomaría lo de pancho.

— ven. — mencionó Aristoteles, señalándole a temo que se acostara junto a él.

temo no dudo ningún segundo, en hacerlo; puso sus manos alrededor de la cintura de Aristoteles, y su cabeza en su pecho; Aristoteles empezaba a acariciar cada mechón de su cabello.
temo empezaba a tener frío, aunque no lo diría Aristoteles lo notaría.

— toma, para que no tengas frió. — dijo tiernamente, poniendo su saco sobre temo.

— gracias. — sonrió, le encantaba oler el perfume que el mayor usaba.

— sabes, desearía quedarme contigo para toda la vida. — mencionó temo.

— lo podemos hacer amor, podemos quedarnos juntos—

— Ari.. — susurro separándose del rizado, el lo miro confundido — tengo que decirte algo.

— ¿que pasó tahi?, me estás preocupando — se sentó.

— yo.. te lo quería decir antes, pero estabas ocupado con tus exámenes.. — empezó a jugar con sus dedos — yo.. me mudaré a mexico, con mi papá. — se paró, evitando la mirada del rizado.

Aristoteles, permanecía Sentado, pensando en las palabras de su novio; le dolía el pensar que no volvería a verlo de nuevo, abrazarlo de nuevo mucho menos besarlo de nuevo.

— pero, podemos seguir juntos, no ahí razón porque terminar nuestra relación. — lo miro a los ojos.

— temo, ¿que tal si la distancia podría causarnos problemas? — puso su mano en su hombro — quiero estar contigo.. verte en persona, no por una pantalla. — pequeñas lágrimas salían de los ojos de aristoteles.

— no amor, podríamos vernos en vacaciones. — tomó sus manos.

— ¿como?, se que te irás por casarte con ese chico; por los absurdos negocios de tu padre! — se separó, pasó una mano por su cabello. — oh, no es así? —

temo solo asintió.

— amor!, sabes todos los obstáculos que pasamos para estar juntos.. — gritó frustrado — por favor no te vayas. — susurró con un hilo de voz.

— te amo. — fue lo último que dijo temo, antes de abrazarlo; el abrazo fue diferente, se sintió como el último que se darían.

— prométeme que, te quedarás conmigo. — tomo el rostro de temo entre sus manos, que estaba algo empapado, por las lágrimas que salían.

— quiero quedarme, una vida junto a ti. — fue lo ultimo que dijo, para besarlo.

— prometo.. siempre estar contigo. —


🌘...

Perdón la demora:(, espero actualizar muy pronto.

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