Tan cerca del peligro

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Sin importar cuanta gente los veía Osmar solo se enfocaba en una cosa, en su chaparrita, en Kati, quien tampoco le quitaba el ojo de ensima. La gente observaba, y rumoraban cosas en voz baja entre ellos la señora sisañoza que no quería verlos ahí.

-Mira, esa señora que esta sentada ahí hace un rato se burló de nosotros cuando le dijimos que eramos una familia pequeña, y que estabamos aquí esperando la visita de alguien especial-. Dijo Kati retando a Osmar. Al momento el hombre se aproximó hacia la mesa donde se encontraba la mujer, la acompañaba una joven a la que Osmar conocía y sin pensarlo comentó

- Así que usted estuvo ostigando con sus malos comentarios a mi novia y mis suegros-Dijo el chico parandose con firmeza junto aquella señora la cual no parpadeaba y estaba mas pálida que un muerto, y es que ver a un hombre armado a pocos centimentos de ella debía causar impresión
-No asustes a mi mamá Osmar, sabes que está enferma y no debe llevar impresiones fuertes- chilló la muchacha que acompañaba a la mujer.
-Tal parece Liz que tú mamá y tú no han entendido que a mi no me gusta que se metan con lo que amo, o ya se te olvidó lo que pasó la última ves que molestaste a mi hermana- Espero y esto no se vuelva a repetir, y esto va para toda la gente que trate mal a mi novia Kati o sus padres si yo me entero que alguien les hizo un desaire se las verán conmigo, me conocen y saben de lo que soy capaz. Y tú Liz eres testigo- Dijo Osmar con firmeza, con su arma larga colgada en su cuerpo y una mirada fría.

La gente del lugar solo asintió sin decir palabra, todo estaba serio, los papás de Kati no podían creer lo que pasaba, y no les daba miedo, al contrario. Se sentían seguros. Osmar le pidió a Kati y sus padres salir el lugar para poder platicar. Ya estando afuera él hombre se presentó bien con sus nuevos suegros y les pidió disculpas por la escena que habían visto.

-Nunca nos habían defendido, somos una familia rara, o eso es lo que piensan muchos, gracias por defendernos de esa señora, ya nos había hecho comentarios malos en otras ocasiones- Dijo el papá de Katina estrechando su mano con la de Osmar

La sonrisa de Kati era grandísima, en su vida había sonreído así. No podía creer lo que pasaba, su gran amor Osmae y sus padres llevandose bien era una maravilla

-Me gustaría pasear un momento con Kati, tengo que aprovechar el tiempo que tenemos, me la prestan un ratito- Dijo el muchacho a los padres de Katina, quienes respondieron que estaba bien, con un poco de nervios pero seguros de que él era bueno, o eso creían.

Kati subió a la troca roja en la que venía Osmar, los muchahos subieron a las suyas y se fueron, la escena era impresionante para todos.

-Profesor Osmar, porqué no me había dicho que uno de los malos era su yerno- Dijo Gael al papá de Kati con una sonrisa algo nerviosa, pero sin malicía.

-Aún no era algo seguro, mi hija y él apenas se están conociendo. Contestó el padre de Kati con voz segura y relajada, dandole golpecitos en la espalda a Gael para que se tranquilizara.

-Profe, usted y su hija estarán seguros con ese hombre, pero tengan cuidado.

Kati no podía ni respirar de los nervios que le ocasionaba tener a Osmar tan cerca y no solo era eso si no también ir en un auto lleno de armas, con radios que daban claves a las que él contestaba con autoridad, el hombre en cambio la veía sin perderle detalle, con una mirada tierna y dulce.

-Este soy yo Kati, un narco, un malo, alguien que siembra miedo o respeto a donde llega, creo que ya lo comprobaste.- Dijo Osmar mientras se estacionaba fuera de una casa común y corriente. Le tocaba las mejillas con delicadeza, la observaba y notaba sus nervios y asombro al vivir todo aquello.

-Nunca nos habían defendido Osmar, gracias por eso, y se lo que eres, no me da miedo, solo es impresion al tenerte tan cerca. Soñé este momento por días y al fin te tengo conmigo. Dijo la chica viendolo a los ojos, con sus bocas cerca, casi a punto de besarse.

-Comandante, ya se ha arriesgado mucho, no puede estar a fuera recuerde que aún puede andar la autorirdad cerca-. Dijo Daniel tocando el vidrio de la troca donde estaban Kati y Osmar.

-Ven Kati, vamos a entrar te voy a presentar con mis compañeros

Mi Novio Un NarcotraficanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora