CAPITULO 2

117 12 3
                                    

_______ y Jinki caminaban junto a sus caballos para hacerlos descansar, estando al pie de las montañas de T'aebaek habían cruzado el límite de lo más lejos de casa que ella estuvo nunca, el cansancio en ambos era visible porque habían pasado su primer día y noche viajando, apenas deteniéndose para comer o dejar descansar  a sus animales, pero por orgullo ninguno se quejaría sobre su cansancio, de hecho ni siquiera hablaban más que lo necesario, bueno básicamente Jinki era el único hablando y sus pocas palabras eran meras órdenes.


—_____ descansaremos aquí—aviso Jinki durante la noche del segundo día en el que pasaban cerca de una cueva, ella asintió y se dedico a atender a los caballos mientras el prendía una fogata dentro la cueva vacía. 

 
Cuando ella estuvo convencida de que los caballos estarían bien entro dentro de esa pequeña cueva sintiéndose nerviosa pero su cara solo gritaba "hostilidad" por suerte Jinki ni siquiera la miró, estaba más ocupado revisando un mapa mientras ella  abría su bolsa de provisiones y tomaba un par de cosas sin animarse a sentarse alado del fuego. 

 
—a partir de este punto deberás usar esto —dijo el arrojándole  un bulto de tela que ella cogió en el aire antes de que le llegue a la cara, protestando en silencio  la joven abrió los amarres.

—¿uniformes de la guardia Real? ¿Cómo los conseguiste?

—tu prima es hábil, los arreglo  bien después de que los quitáramos de sus antiguos dueños —______ recordó cuando se despedía de Yubin y sonrió por lo mucho que ella había llorado, mirando sus perfectas costuras por aquí y allá casi se la imagino cociendo eso entre estremecimientos, apenas había pasado dos miserables días pero ya la extrañaba.

—¿la prioridad es  asesinar a la princesa cierto?—Pregunto finalmente acomodándose alado del fuego y Jinki luego de guardar sus mapas  se sentó alado suyo atizando las llamas que los mantendrían calientes esa noche.

—antes debemos obtener la información de la que hablaba el pergamino, también  hay rumores de que la envían para casarse y formar alianza con uno de nuestros aliados si es así, nuestro Rey quiere la cabeza del traidor también. —______ se sorprendió, pero no era nuevo que utilicen princesas a cambio de aliados, aún así le parecía extraño porque la cultura de fuera de sus pueblos no dictaba un compromiso largo como el de ellos.

—¿Cómo sabremos con quien va a casarse? 

—solo su general lo sabe y él tiene un hijo que será enviado junto con nosotros, él es el único que conoce a donde llevaremos a la princesa y también el único que tiene la otra información que necesitamos, y por eso vas tu—______ frunció el seño—él es hombre y no hay mujer más hermosa, astuta y peligrosa que tú.— ella bufo, desde luego que había una razón para que el la elija, pero esto era demasiado.

—así que soy un cebo que debe abrir las piernas como una prostituta—gruño  _____ absolutamente ofendida, Jinki tomándola por sorpresa la empujo  antes de subir encima suyo.

—eres mi mujer, no una cortesana y aras solo lo absolutamente necesario porque esto lo hacemos por nuestra gente—ella con el corazón desbocado lo miró furiosa.

—no soy tu maldita mujer—gruño_____ lista para atacar.

—eres mía desde que tu mano me fue prometida—aseguro  moviendo  los dedos de su mano marcada como la suya, ella se sonrojo— si algo sale mal voy a intentar protegerte a como dé lugar ¿lo sabes verdad? —______ lo miró un momento y terminó por asentir por que el lo había prometido a su madre la tarde en la que supo de esta misión— si es el caso y si logro salvarte al menos quiero dejar un heredero para mi familia—enseguida el comenzó a quitar los amarres de la ropa de _____ quien no opuso resistencia, él tenía razón aunque ambos podían morir su deber también era unir sus clanes y asegurar su linaje ¿pero su madre lo tomaría bien? —tu madre ya lo sabe—ella dio un respingo ¿Por qué siempre parecía que el le leía la mente? Finalmente ella misma abrió su largo  Jeogori bajo el que llevaba vendajes bien amarrados para su difícil viaje a caballo y los primeros pantalones que Yubin le había hecho, eran cómodos como los de su traje de misiones y al ser  anchos y abombados parecían una falda cuando caminaba, también eran de un algodón suave así que realmente le gustaban, pero en ese momento en especifico, mientras el se los desamarraba todo en ella se sentía incomodo.

EL VENENO DE TUS LABIOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora