Examen Chunnin. Parte 4

1.3K 115 18
                                    

La ansiedad estaba a la orden del día en la oficina del Hokage, ignorando sus deberes con aquella facilidad que lo caracterizaba, Kakashi miraba al horizonte en espera de alguna noticia de sus hijos. Había recibido una invitación al podio de combates en las finales, pero faltaban un par de días para emprender dicho viaje. Sakura había aceptado esperar en casa para que él y Shikamaru pudieran asistir. Aún así el platino no dejaba de pensar en los obstáculos que hubieran podido enfrentar sus hijos, a esas alturas el primer examen ya estaba en proceso, quizá ya habría quienes hubieran terminado, ¿algún equipo de Konoha?, ¿el de sus hijos?, ¿el equipo del hijo de Shikamaru?... era demasiada tensión. Suspiro con aire derrotado cuando la puerta se abrió de golpe, una mujer rubia de aspecto jovial entro al lugar sin pronunciar palabra alguna. Con un golpe seco, dejo en la mesa un ticket de lotería y el periódico del día. Kakashi abrió por completo su ojo visible cuando descubrió el mensaje subliminal de aquello.

-Algo esta mal- vocifero la Godaime- Shikamaru fue por Sakura.

-¿Hay necesidad de alarmarse así, Godaime?- el peliplata arqueo una ceja sin perder de vista las expresiones de la rubia. Aquella mujer cuyo apodo era "La eterna perdedora", ahora poseía un premio de lotería correspondiente a una suma muy alta de efectivo.

-La última vez que pasó esto... Jiraiya murió- solto ella desviando la mirada.

La puerta se abrió, dando paso libre a la pelirosa y al líder del clan Nara. Sakura adopto de inmediato su lugar al lado de Kakashi, sin pasar de largo el ticket y la razón por la que había sido llamada a dicha oficina con tanta urgencia.

-Godaime, ¿de que se trata?- pregunto el azabache, jugueteando con su encededor.

-Debemos mandar un equipo a Kirigakure para supervisar a los equipos enviados, hay algo mal- musito ella con cierta desesperación.

-¿Porque maestra?- la rubia señaló el premio, haciendo que la pelirosa se estremeciera-, no podemos entrar así nada más en Kirigakure...

-Lo sé, podría ser una trampa de alguna facción opositora al Mizukage, pero aun así corren peligro- insistió la mujer.

-No deberíamos subestimar a nuestros gennin- susurro Shikamaru, encendiendo un cigarro-, tanto Sakumo como Shikadai son perfectamente capaces de idear una estrategia para sobrevivir a cualquier problema. Ellos no dejarán que un camarada muera.

-Shikamaru tiene razón, aunque como padre quisiera salir ahora mismo en camino a Kirigakure... debo confiar en las capacidades de mis hijos- añadió el peliplata, sujetando con fuerza la mano de su esposa.

Ninguno estaba dispuesto a dejar morir a los gennin de Konoha, menos tratándose de sus hijos, pero al estar dentro de la Alianza, debian ser cautelosos en sus movimientos. Un paso en falso podría significar la disolución de aquello que tanto trabajo le había costado a Naruto y los demás Kages conseguir.

-¿Estás seguro de esto, Chõjuro?- preguntó la peliroja mirándolo con cierta ternura.

-Es mi deber proteger la aldea, y en esta ocasión los gennin de otras aldeas son también mi responsabilidad- suspiro el joven, entregandole la capa de Mizukage a su antecesora-, necesito saber que esta sucediendo.

-El mensaje a Konoha debe estar llegando por la mañana, y recibiremos apoyo en 2 días...- Mei Terumi hablaba con la mandíbula tensa-, te cubrire con los feudales hasta entonces, descubre si esto se trata de esa abominación del Edo Tēnsei.

-Sí, lady Mizukage- el espadachin se inclinó frente a la mujer antes de desaparecer de la habitación.

La respiración agitada de Mizore se perdía en la profundad de aque sitio oscuro donde se encontraba cautiva, el tratamiento médico de emergencia la había dejado falta de chakra, pero aún tenía que descubrir donde estaba y como salir. Ahora, sin dolor, podía pensar con mayor claridad; sus ojos también se habían adecuado a la oscuridad, dejándola ver algunas siluetas a lo lejos. En un esfuerzo titánico elevo las piernas junto al bloque que estaba atado a sus tobillos, resoplando con fuerza se sintió capaz de lanzarlo por unos segundos para tratar de safar sus muñecas. Pero entonces vio una silueta acercándose, con paso firme, sujetando una enorme arma con 3 cuchillas. La joven pelirosa se quedo sin aliento cuando escucho al hombre hablar con ese tono de burla.

Familia Hatake Donde viven las historias. Descúbrelo ahora