Traición. Capítulo 6

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Los días pasaban bajo la incertidumbre. Los entrenamientos de gennin y chunnin se habían vuelto estrictos, y se valoraba en extremo a aquellos que pudieran servir como reservas, las pruebas en el Bosque de la Muerte se habían retomado, por lo que el trabajo de Sakura habia aumentado considerablemente, pues aún era responsable del área de tratamiento mental para los niños que fueron víctimas en la anterior guerra y que ahora se veían envueltos nuevamente en una pelea que no tenia que ver con ellos. A esa labor se le sumo el ser médico de campo durante los examenes que realizaban Ibiki y Sai.
Shikamaru habia tomado el liderazgo del puesto de inteligencia, que estaba conformado por los mejores estrategas de cada aldea que seguía en la alianza. Ino y el Clan Yamaka se habían convertido en el canal de comunicaciones entre cada Kage. Kakashi mantenía constantes reuniones con sus contrapartes en cada Aldea. Todos a la espectativa de que apareciera algun indicio de la traición de la Tsuchikage o de su alianza con la poseedora del Sharingan.

-Tenemos que encontrar a esa mujer- declaró Sasuke sin ocultar su ansiedad-, déjame ir y buscarla.

-Sé bien que eres un ninja de fiar, Sasuke- inicio el peliplata-, y no pienses que te mantengo aquí porque seas un excelente niñero; no puedo mermar el poder militar de Konoha ahora.

-Dejate de tonterías, Kakashi- gruño el Uchiha-, puedo volver cuándo sea necesario, y a tus hijos les vendría bien entrenamiento de campo.

-Es una misión peligrosa- al platino no le hacia gracia exponer asi a sus hijos... y seguro Sakura no estaría de acuerdo.

-Como equipo estuvimos en misiones riesgosas sin saberlo, y fuiste tú quien nos mantuvo a salvo- el recuerdo de Zabuza y Haku acudió a la mente de ambos-. Ellos lo necesitan y la Alianza necesita seguridad.

Kakashi suspiró profundamente. Nunxa había imaginado que tendría que afrontar esta situación, era consciente de que tarde o temprano sus hijos tomarían su camino como ninjas, y al hacerlo se expondrian a peligros que estuvieran más allá de las posibilidades de él o de Sakura. Ahora no podían ir juntos en misiones, por mucho que desearan protegerlos... no podían tenerlos siempre a salvo dentro de los límites de Konoha, y en aquellas circunstancias su obligación hacia la aldea era la prioridad.

-Tienes razón- el platino miro severamente al Uchiha-, tú equipo es asignado a la misión de entrar y neutralizar a Shijima Hõki, una misión de rango A. Mucha suerte.

Sasuke salio de la oficina, dispuesto a reunir a los chicos para salir de inmediato en su misión.
El viento soplaba con serenidad sobre los enormes arrozales que se encontraban en la frontera del país que llevaba el mismo nombre. La llegada de visitantes al pueblo era algo común en aquel lugar, por lo que nadie noto la llegada de aquel grupo de ninja al centro de intercambio entre naciones.
Una mujer de cabello castaño se quitó las gafas redondas que cubrían sus ojos y los abrió lentamente, mostrando un kekkei genkai que era bien conocido en todo el mundo, pero que poco se había visto tras la guerra. La expresión de temor en los rostros de los comerciantes evoco una sádica sonrisa en los labios de aquella mujer. Nadie pudo reaccionar. Al cruzar la mirada con ella todos quedaron paralizados, un joven pelirrojo, que portaba una bandana de la aldea de la roca empuño su katana, acabado con la vida de todos aquellos hombres y mujeres, sin importar su procedencia. El suelo fue tiñiendose se rojo a causa de la sangre. El sepulcral silencio causado por el poderoso dõjutsu de la joven solo fue fracturado cuando un par de gotas de sangre salpicaron su rostro y empezó a reír como si fuera el espectáculo por el que había esperado toda su vida. Su otro acompañante se unió a la masacre, su risa era ahogada por los gritos de impotencia de algunos y el llanto de otros. El tiempo transcurría de manera vertiginosa... hasta que finalmente el silencio reino de nuevo. Shijima Hõki se colocó las gafas con una sonrisa carente de emoción mientras observaba la escena que tenía frente a ella, el cúmulo de cuerpos sangrantes, esparcidos de maneras grotescas por todos lados. El río de sangre fluia hacia las cañerías del mercado...
Los autores de aquel asesinato masivo se marcharon de la misma manera silenciosa en la que habían llegado...

-¡Kakashi tenemos un informe del País de los arrozales!- Shikamaru entro dando un portazo a la oficina del platino.

-¡¿Qué pasó?!- el sudor frío en la nuca de Kakashi sólo era el preludio para lo que iba a escuchar.

-Un cargamento de plantas medicinales provenientes de los viveros de Kirigakure llegaron al país para establecerse en el mercado- las manos de Shikamaru temblaban mientras sostenía el pergamino con el informe-, encontraron un cementerio.

-¿De que hablas?- Kakashi no podia contener su ira, ni la confusión que lo embargan en ese momento.

-Todos los habitantes del País de los arrozales, así como todos los comerciantes del extranjero fueron asesinados- soltó el jefe del Clan Nara con un nudo en la garganta.

-¿Tenemos alguna pista?- pregunto Kakashi.

-Una bandana de Iwagakure- suspiró con molestia el secretario del Hokage.

-Envíen a Sakura y su equipo para las autopsias de cada cuerpo, así como a personal de inteligencia para recabar toda la información posible sobre los responsables- declaro el Hokage de inmediato-, convoquen a una reunión de emergencia con los que aún son miembros de la Alianza. A partir de este momento, Konoha acepta la declaración de guerra de Iwagakure.

El viento removia las hojas de los árboles, entre los que el equipo de Sasuke se movía a toda velocidad. De pronto Sakumo se detuvo en seco, mirando al cielo con seriedad, apretó los puños y miro a su maestro.

-Las piezas se estan moviendo- soltó con seguridad...-, el viento ha cambiado... el momento de la guerra...

Todos los miembros del equipo se detuvieron. La piel en la nuca de Sasuke se erizo, recordando el momento en que Orochimaru habia atacado Konoha en su infancia. Mizore se mordió el labio, cuando la imagen de sus padres llego a su cabeza. Ellos tenían una misión, pronto serían notificados sobre la inminente guerra, situación que los volvía hostiles en la tierra de la Tierra, pero aliados en cualquier otro territorio. No había más tiempo que perder... todos tenían que seguir con su plan.

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