Capítulo 11

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Después de pronunciar ese nombre que significaba tanto para ella se sentó en el suelo del baño abrazando sus rodillas sin poder dejar de temblar de ira contenida, su rabia y resentimiento eran tan profundos que le tomo horas calmarse, ya era bien entrada la noche, era oscuro, algo que odiaba la peligris, la hacía sentir vulnerable, estiro sus músculos agarrotados soltando todo el aire que tenía en los pulmones y volviéndolo a inspirar, parpadeo un par de veces regresando de lo profundo de su mente, donde los recuerdos prosperan y las heridas duelen, la peligris meneo la cabeza esforzándose por despertar completamente y se acostó en el suelo frío esperando dormir un poco, después de unos segundos de ininterrumpido silencio donde ella aún seguía razonando algunas cosas la puerta de baño se abrió, ingresando por ella el rubio cenizo con su típico ceño fruncido, la de ojos rojos al ver quien era fingió estar dormida quedándose estática y acompasando su respiración en apenas un leve susurro.

-Hey extra ¿estas dormida?

Susurro él entrando al baño y cerrando la puerta a sus espaldas, la de ojos rojos no lo vio ya que tenía los ojos cerrados pero al comprobar que estaba realmente dormida la expresión de él se relajó, se acuclilló frente a ella mirándola fijamente, ella tuvo que hacer un gran esfuerzo por no removerse incomoda, después de unos segundos más de silencio donde solo se escuchaban sus dos respiraciones que en realidad sonaban como una sola el rubio hablo.

-¿Quién eres?

Solo esa pregunta hizo que el corazón de la de ojos rojos se acelerara y una angustia lo cubriera completamente,  ajeno a todo esto el rubio alargo su mano rozando la mano de ella con la punta de sus dedos, un contacto leve pero aun así sintió como la piel de él casi le quemaba, reprimió una mueca-Si intenta algo más me despertaré- pensó la peligris ese instante.

-Estas helada, ¿porque no me dijiste nada cuando te deje en el baño?

Se preguntó para sí volviendo a fruncir el ceño, gruño ligeramente mientras se acercaba a ella y la cargaba estilo princesa, la miro.

-Si te despiertas ahora te juro que te dejo caer.

Le dijo exasperado y empezando a caminar hacia la puerta del baño, ella aún se hacia la dormida pero estuvo cerca de empujarlo y apartarse de él, sus brazos eran calientes, pero era un calor cálido, gentil, pero en sus manos no lo era sentía como si las estuvieran quemando, el rubio ajeno a todo esto se dirigía a su cama, ella no sentía nada más que confusión en su cabeza por el extraño comportamiento que el rubio estaba mostrando, al llegar a la cama él la deposito suavemente en un lado y la acobijó apropiadamente, para después meterse en su lado.

-Para que sepas no hago esto por ti, solo odiaría que te resfriaras y así tener que cuidarte, seria molesto.

Dijo al aire de nuevo -ya me habías dicho eso antes- pensó la peligris un poco divertida -bien, seguiré tu juego- pensó por última vez mientras su conciencia se desvanecía.

Unos rayos de sol especialmente fuerte despertaron a la peligris que abrió los ojos un poco aturdida, eran las seis de la mañana y a pesar de que apenas estaba amaneciendo la luz del sol le estaba dando directamente a los ojos lo que la consiguió despertar del todo -no importa, el día esta de mi lado, me viene bien con lo que pienso hacer- pensó la peligris esbozando una sonrisa que no le llego a los ojos, se sacudió las ultimas pizcas de sueño estirándose, entonces se dio cuenta que un peso muerto la sujetaba con fuerza por la cintura -no es posible- pensó ella con cierta apreción antes de bajar la mirada y ver un par de brazos que la rodeaban por la cintura-no es posible- pensó ella con cierta apreción antes de bajar la mirada y ver un par de brazos que la rodeaban, el rubio se había movido durante la noche usando a la de ojos rojos como almohada, a pocos segundos de haberse despertado sintió la respiración del de ojos rojos chocar contra su cuello-¡Genial! Esto solo complicara más las cosas- pensó ella molesta hacia él, la peligris después de unos segundos de planeación empezó a moverse despacio, centímetro a centímetro para poder salir de la cama sin que el rubio se diera cuenta, pero cuando ya creía que se había librado el refunfuño unas palabras incomprensibles en sueños y la volvió a atraer hacia él, ella hizo una exclamación de frustración cuando sintió sus brazos apretarla más, volvió a intentarlo, esta vez más despacio y empezando a reemplazar el espacio que dejaba por una almohada, le tomo diez minutos lograrlo del todo, con suma paciencia se apoyó en sus rodillas mirándolo fijamente, los rayos de sol ,aun débiles, que entraban por la ventana le permitían ver perfectamente el rostro dormido de este, que respiraba tranquilamente, parecía tan pacifico.

-Te ves tan tranquilo cuando duermes, quien pensaría que tu carácter fuera tan irritante, nos vemos chico explosivo.

Dijo ella rozándole las puntas del pelo con las yemas de los dedos provocándose unas ligeras cosquillas en estos, miro a través de la ventana hacia la calle-ya es hora- pensó ella viendo los rayos más intensos, cuando ya se disponía a acercarse más una mano agarro con fuerza su brazo, giro la cabeza con rapidez, donde antes había un rostro calmado, sereno ahora estaba fruncido y unos ojos igual de rojos que los de ella la miraban intensamente, fue una conversación silenciosa, ambos se miraban a los ojos buscando algo en el otro, al final la peligris se liberó de su agarre fácilmente y salto directamente en el vidrio siendo absorbida por él, al caer en esa dimensión pudo ver en la misma ventana pero del otro lado como el rubio había intentado en vano alcanzarla y casi rompe el cristal, el ya no podía verla, ella no quería que la viera, le dio la espalda y mentalizo su destino. 

Save me (Bakugou x Tu) (Todoroki x Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora