Capítulo 5 |Sueños Devastadores|

137 21 21
                                    

El mundo cuenta con un lado oculto, una cara sobrenatural y existencial, que nos susurra al oído que nos intuye, pero muy pocas personas perciben lo que es, la inmensa mayoría de las personas se topan con los peligros de la vida, más no se inmutan de él, o tal vez sí lo hacen solo que lo ignoran, se hacen oídos sordos y vista gorda de las realidades de la vida, y de lo distorsionado que se vuelve con el pasar de los años. Muchos están desesperados, se atemorizan con esa realidad, esos sueños devastadores que se impregna en nuestro ser sin darnos cuenta, creando una coalición en nuestra mente, volviéndonos paranoicos. Si no nos aferramos a la lucidez perdemos nuestra razón de ser, dejando a un lado el optimismo, cayendo en una locura interminable, en un ciclo que jamás se cerrara.

Y había llegado el momento de hablar de ella, sucumbiendo antes sus encantos, no era diferente a las demás personas, descubrí en ella la expresión máxima de la belleza física. Sin duda alguna era una diosa que bailaba al son de la música, llegando hasta mi mente cada que podía. Sin embargo tenía un corazón oscuro, lleno de maldades y cicatrices que no quería dejar que sanaran. Sus encantos me habían atrapado, dejándome hipnotizado, cediendo ante ella las peticiones que me hacía. No dándole una respuesta negativa, por temor a que me lastimara.

Hablar de él tampoco es fácil para mí, era su compañero, su fiel lacayo en la sociedad, su pareja ancestral que no la dejaba sola ni un momento, con un corazón frío lleno de inclemencia. Estaba bajo su poder, pues no quería que me dañaran. Aun no comprendía porque lo hacían, cuál era el propósito de su vida, sin embargo no abstuve respuestas claras, dejando ese hecho en el pasado. Haciendo los trabajos sucios por ellos en comprensión de haberlos descubiertos.

No me encontraba del todo conforme con lo que hacía, los recuerdos llegaban a mi mente en pequeños recuerdos dolorosos. Más sin embargo trate de dejarlo, pero me di cuenta que era demasiado tarde.

Las cartas habían sido el inicio, poder escribirle en códigos fue mi primera opción, esperaba que ella pudiera comprender, pero al ver el grado de exigencia mental y lógica que requería, lo había descartado al instante. No dudaba que ella fue una persona sutil e inteligente. Estaba ella sola en la vida con una vida dependiendo de ella, hacerla pensar un poco más no se había descartado de mi cerebro. Notaba en las últimas semanas que estaba algo paranoica, desde que le deje la carta en su auto. No la culpaba, tenía mucho en que pensar. Las frases llegaban a mi mente, como una tenue brisa de verano, refrescándonos del calor abrazador del día.

"Cuando tú naciste yo lo hice, cuando no me notaste, yo te vi. La muerte de tus padres no fue accidental, el asesino no es un desconocido, cuídate de quien te quiere dañar. La siguiente víctima se hará presente muy pronto, recuerda cuidarte y no bajar la guardia.  Sin cera V.R"

Fueron mis palabras, expresadas en puño y letra, esperando que comprendiera de que no todos que la rodean se hacían llamar amigos. De que esas personas en quien más confías son las que menos te convienen, te apuñalan por la espalda con una daga de doble filo, enterrándolo en lo más profundo de tu ser, siendo traicionado por la persona que amaste, quisiste y apreciaste. La vida no se mide en esas personas que formaban parte de ti, la vida se mide en las experiencias, y en las metas que quieras alcanzar, lográndolos sin rechistar, superando los obstáculos, a pesar de las adversidades. Esos amigos se irán, los amores se marchan, dejándote con un dolor en el pecho. Las familias disfuncionales te olvidan y abandonan, incluso las mejores familias lo hacen cuando le creas un estorbo. Nadie estaba libre de pecados en la vida, en la biblia lo dice, "El que esté libre de pecados que lance la primera piedra" nadie lo hizo, incluso los más santos pecamos.

Las apariencias engañan, las mentiras están en todas partes. Una persona no planea un asesinato en voz alta, por ellos los mejores asesinos son los que actúan callados, sin dejar rastro. No intensiva a los medios a buscarlos, solo lo hacen, llenándose de satisfacción, un placer inmenso para con ellos mismos.

Mi Fuerza, Mi Debilidad♥© (#6) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora