Capítulo 9 |Abismo|

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"Si alguien encuentra este libro significa que yo, Carolina Riberts. Fui asesinada."

En mi mente no dejaba de divagar los recuerdos de la tarde del día anterior, las palabras de Lissette y el secreto de las cartas, sin duda alguna todo se conectaba, dejándome un sabor amargo en mi garganta. Era increíble, mis padres no murieron por un accidente, fueron asesinados y es lo peor, jamás me hubiera imaginado tal cosa. La familia Riberts no tenía enemigos, mis padres no estaban metidos en problemas. Trabajaban para poder mantener una vida bajo perfil, sin ostentosos lujos innecesarios, ni escándalos, era lo que siempre papá nos decía. Una familia sin nada especial, porque el dinero no te hace especial, tampoco lo que compras con él, sino la humildad que logras tener, sabiendo que puedes superarte cada día como una persona reservada y humilde ante la sociedad.

Me parecía simplemente incierto todo esto, lo que estaba pasando, lo que dicen estas cartas encriptadas, recordando que no era un sueño, que había algo que ese asesino que había matado a mis padres y a Selena aún estaba suelto, buscando algo que le perteneció a mis padres. Un anillo, recuerdo que dijo aquel chico en uno de mis sueños. Un anillo que no sabía de su existencia, podría tratarse del de bodas, pero este estaba bajo tierra.

Mi mente comienza a procesar toda la información adquirida en estas últimas semanas, contradiciéndose entre ellas, cada una de esas. Las cartas me decía una cosa, que mis padres no estaban muertos, que no confiara en nadie. Pese a eso, este diario, el cual había conseguido entre las pertenencias de mi madre al fondo del armario, decía todo lo contrario, que ellos fueron asesinados, acertando con una de las cartas, solo una en la cual decía que ellos fueron asesinados, no un accidente.

Paso mis manos por mi cabello, alborotándolo en el acto frustrada, no importando si ahora parecía una loca psicópata. Lissette había salido a conocer el lugar, mientras yo iba a la universidad, Evangeline se había ofrecido para cuidar a Erick hasta que llegara en la noche, agradeciéndole por su ayuda. En estos momentos de soledad podía divagar más en el tema, sin interrupciones.

Nada aquí me lograba generar confianza, solo ambivalencia y algo de distancia, la universidad ya no era segura para nadie, muchos había dejado de ir luego de la masacre en el baño con el cuerpo de Selena, la policía logro interrogar a muchos estudiantes, otros simplemente dejaron de ir luego de eso, dejando la institución con un 30% de perdidas estudiantiles y bajo rendimiento académico. Cabe resaltar que el rector Hernández estaba asombrado y algo aturdido por ello, no se esperaba que algo así hubiera pasado en su institución, la verdad es que nadie se lo esperaba.

Yo fui la primera interrogada, al ser amiga de Selena, era una de las sospechosas, luego de despertar en el hospital y de hablar con aquel chico llamado Matías, varios agentes del FBI fueron a interrogarme, alegando que yo podía ser una cómplice del asesino, al no hallar evidencias en mi contra, desistieron de ello, más me dejaron su número telefónico y dirección por si algo fuera de lo normal lograba pasar.

Los había echado a la basura, no quería saber nada del departamento de policías ni de investigadores, solo quería que esto acabara rápido, es lo que había pensado hace poco, más el hecho de ayer cambio y reordeno todos mis pensamientos. Debía descifrar este acertijo en el cual me había metido.

...

— ¿Cassandra?

Alzo los ojos del pequeño cuaderno en mi pupitre, mirando al profesor Sanabria con el ceño fruncido, cruzado de brazos. No solo teniendo la vista de él sobre mí, sino la del resto de los alumnos.

Lo que faltaba.

—Lamento que este curso le aburran, pero debería prestar más atención. ¿Sabes la respuesta de la pregunta?

Mi Fuerza, Mi Debilidad♥© (#6) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora