Capítulo 7 |Eres tú|

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Sin duda las palabras que ella me había dicho, eran las que más feliz y dudosa me habían dejado. Mis padres habían pensado en casi todo. O eso era lo que creía, pues si en sus planes estaba el morir, no creo que hubiera sido una buena idea. Dejándome cargar sola con mi hermanito y las obligaciones. No me quejaba de ello, porque daría todo por esa cosita tan bella que depende de mí.

No negaba que ahora más que nunca estaba asustada, por todos los eventos que estaban pasando desde la muerte de ellos. Las cartas, las visiones o sueños. Y ese chico misterioso que no salía de mi mente, sin duda alguna todo se conectaba y daba un solo resultado. Ese chico sabía de la muerte o asesinato de mis padres, y me estaba tratando de advertir de un posible peligro, o... sólo jugaba conmigo.

Había muchas posibilidades en las cuales pensar, pero ahora descartaba. No quería pensar en eso ahora, no cuando estaba en uno de los exámenes de contable más importantes del semestre. Y si no lo pasaba, perdería la asignatura.

Miraba con impaciencia la hoja del examen, tratando de recordar los activos y pasivos. Mi cabeza era todo un lío en este momento, por más que trataba de recordar, al parecer mi masa encefálica se negaba a ayudarme en este momento. Llevo mi mirada hacía un costado, mirando con ojos cariñosos a Erick, el cual en estos últimos días se llevaba la atención de todos los del salón. A pesar de ello, Erick no demostraba interés más que en mí. Ni a Selena le agradaba, sacándome una leve sonrisa de mis labios.

>>Rencoroso el niño<<

Mi hermano jugaba con su peluche de perro, miraba al frente de vez en vez, extrañado por el constante silencio que invadía el salón, pues siempre que íbamos a clases, él gritaba y balbuceaba cuando el profesor explicaba una clase, más ahora se estaba comportando como todo un caballerito. En mis labios se forma una perceptible sonrisa, volviendo mi mirada hasta la hoja del examen, debía de pasar este examen a como diera lugar. 

...

—Señorita Riberts.

Escucho que llaman mi nombre, sacándome de mi letargo, pues miraba a Erick como jugaba con su sonajero en mis piernas, el examen ya había terminado, sólo debíamos esperar los resultados y podríamos irnos a casa. Ya que era la última clase, pese a eso, yo debía irme a mi trabajo; la guardería.

Me levanto de mi lugar con Erick en brazos, caminando con paso cansado y pesado hacía donde se encuentra el profesor, extiendo mi mano, esperando que me diera el examen, más él niega.

—Te quiero después de clases en la oficina del rector. —Mi rostro debe de ser todo un poema en este momento, no comprendía porque me mandaba a la oficina del rector. Los murmullos por parte del alumnado no se hicieron esperar, dejándome con un sabor amargo en mi boca.

—¿Qué hice? —Estaba dudosa, esto no podía estar pasando, había acatado todas las reglas de la universidad, arqueo una de mis finas cejas, esperando su contestación, más el profesor Sanabria solo se mantiene en porte serio, mirándome a los ojos.

Un escalofrío recorre mi espalda, mirándolo con ojos inquisidores.

—Señor Johnson, ¡felicidades ha pasado mi asignatura, a medias! —suelta con sarcasmo, ignorando mi pregunta, dejándome con las dudas a flor de piel.

Frunzo el ceño molesta, ¿Quién se creía él que era para tratarme de ese modo? Camino ahora con la furia en mis venas hasta mi asiento, colocando a mi hermanito en el coche, para acto seguido recoger mis cosas. No iba a aguantar una humillación de su parte. Siento las miradas de todos sobre mí, más no me importa. Por mi se podrían ir todos al garete.

Una vez tengo todo arreglado, coloco mi bolso en mi hombro, tomo el coche y salgo del salón, con la mirada del profesor sobre mí. Si me iban a sancionar, ahora tenían una razón válida para hacerlo. El repiqueteo de los pequeños tacones de mis zapatos hace eco en el lugar, siendo este lo único que escuchaba por el pasillo, pues la mayoría de los alumnos estaban en clases o en el patio trasero, y los profesores en juntas. Quedando el pasillo solitario, excepto por las personas de limpieza, que eran pocas.

Mi Fuerza, Mi Debilidad♥© (#6) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora