4- El profesor Snape

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Rosie despertó mareada al día siguiente. No recordaba realmente lo que había pasado después de que se había enterado de que el profesor de Pociones era su padre, pero sabía que había subido a la torre Gryffindor y sin decirle nada a nadie, se había quedado profundamente dormida.

Ahora, sentada en su cama, junto a todas sus compañeras que dormían (Rosie solo sabía el nombre de Tara y de Ginny) pensó en su padre por primera vez desde que lo había visto.

De verdad no parecía amable, sin tierno, ni protector, ni ninguna de las cosas que ella había imaginado. Además era un Slytherin, y no debía estar orgulloso de que ella fuera una Gryffindor. Pero lo que más le preocupaba era el hecho de que ya se habían encontrado, y él no la había reconocido. ¿No le había dicho su madre que Severus Snape la amaba y la amaría siempre? ¿Que él la protegería? Se levantó de su cama y se vistió para ir a desayunar. Tal vez en el camino se encontraría con Jamie.

Cuando llegó al Gran Comedor su mirada se posó inmediatamente en el profesor Snape, que estaba de pie frente a la mesa de Slytherin entregando papeles. No parecía feliz. La verdad era que nunca parecía feliz.

-¡Rosie!-la llamó alguien.

La chica se volteó para encontrarse con Harry, que la miraba desde la mesa de Gryffindor con una sonrisa. Jamie, Ginny, una chica con cabello castaño claro y un chico que debía ser otro hermano de Ginny estaban sentados a su lado.

Rosie volvió a lanzarle una mirada a Snape, que esta vez se la devolvió y corrió a sentarse junto a Harry.

-¡Así que entraste a Gryffindor!-dijo el chico, feliz.

Rosie asintió-pensé que entraría a Slytherin, la verdad.

-¿A Slytherin?-dijo el chico pelirrojo-¿por qué querrías entrar a Slytherin?

Volvió a mirar a Snape, que al parecer no le daba gran importancia, y negó.-por nada, cosas mías.

-Bueno, te presento a mis amigos-dijo Harry, sonriendo. De verdad era muy amable-este es Ron, hermano de Ginny y ella es Hermione.

Rosie los saludó con una sonrisa al tiempo que la profesora McGonagall se acercaba a ellos con unos papeles en las manos.

-Sus horarios-dijo, entregándoselos-espero que lleguen temprano a las clases. Odio que el profesor Snape se pase restregándome en la cara que los Gryffindor llegan siempre tarde, ¿quedó claro?

¿Así que su padre era ese tipo de persona? Rosie no sabía que pensar.

Cada uno tomó su horario y comenzaron a comparar. Para sorpresa de los de primer año, y especialmente de Rosie, en solo unos minutos tenían su primera clase con el profesor Snape. Jamie la miró con los ojos muy abiertos y ella asintió, sonriendo. No podía creerlo, iba a conocer a su padre.

Comió su desayuno lo más rápido que pudo, para sorpresa de Harry, que no dejaba de mirarla como si algo raro le estuviera pasando, y tomando la mano de Jamie, se despidió de los demás y salió corriendo en dirección a las mazmorras. Si quería darle una buena impresión al profesor Snape, debía ser la primera en llegar.

-¿Tu crees que esta vez te reconozca?-preguntó Jamie, apoyado de brazos cruzados en la pared de la mazmorra, frente a la sala de pociones. Al parecer habían llegado muy temprano.

Rosie se encogió de hombros-no lo sé... ¡espero que sí! Después de todo... ¿nos parecemos?

Jamie negó rápidamente con la cabeza.

-Oh cállate.

Los alumnos de primero de Gryffindor y de Slytherin, con los que les tocaba compartir la clase, comenzaron a llegar de a poco, y se pusieron de pie afuera de la habitación, donde estaban Rosie y Jamie. Pudieron ver a la chica de cabello negro que había sido insoportable con ellos ayer... era una alumna de Slytherin.

Rosie Snape y la cámara secretaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora