5- Explicaciones

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-¡¿Podrías explicarme por favor que significa esto?!-exclamó Snape, tirando la carta que la niña le había dado solo momentos antes sobre es escritorio del director de Hogwarts, que lo miró confundido.

-Lo siento, pero no entiendo-dijo Dumbledore, tomando la carta, y comenzando a leerla. Poco a poco, el entendimiento se fue notando en su rostro.

Cuando terminó de leer, dejó la carta sobre su escritorio nuevamente y miró al hombre que estaba delante suyo.

-¿Ahora si entiendes? ¿O necesitas que te lo explique?-dijo Snape, con amargura, cruzándose de brazos.

-La pregunta es, ¿qué necesitas que yo te explique? Ya todo está muy claro-respondió el director, mirándolo por sobre sus anteojos de media luna.

-¿Todo claro? ¡No me parece que esté todo claro!

-Ilumíname.

Snape miró al director de Hogwarts como si no pudiera creer la estupidez que se había tomado su cerebro. ¿De verdad era tan difícil?

-Primero-enumeró Snape, levantando un dedo de su mano derecha-¿por qué la niña dice que yo soy su padre? Segundo, ¿por qué dice que su madre, o la que sea que le escribió esa carta es una tal "Amelia Ackerman" cuando claramente esa es la letra de Lily Evans? Y TERCERO, ¡¿POR QUÉ ESA NIÑA DICE QUE YO SOY SU PADRE?!

Dumbledore lo miró en silencio por unos segundos, organizando sus pensamientos. Pero Severus Snape no tenía tiempo para que el anciano director organizara sus pensamientos, ¡el necesitaba respuestas!

-Severus-dijo el director, con voz calmada-siéntate.

Snape no podía creerlo. ¿Esa era la respuesta del director?

-Por favor-agregó Dumbledore.

El hombre entrecerró los ojos, y tomó asiento frente al escritorio del director, todavía cruzado de brazos. Sabía que parecía un niño pequeño, pero la verdad era que en esos momentos no le importaba. La furia que sentía era superior a todo pensamiento lógico.

-Bien, te voy a contar todo, todo lo que sé, pero necesito que me escuches y no me interrumpas, ¿está bien?-continuó el director, mirándolo con esos ojos que eran como rayos x.

Snape asintió, poniendo los ojos en blanco.

-Bien... No es secreto, por lo menos no para mi, y tampoco lo era para James Potter el día en que murió, que un año y medio antes de esa fatídica noche, Lily y tu tuvieron algo.

Nunca en su vida se había puesto tan rojo.

-De ese algo, Lily salió embarazada, pero no fue capaz de contarte, porque, según lo que me dijo, tu y ella habían tenido una discusión a la mañana siguiente.

Snape asintió. Recordaba bien ese día, lo recordaba todos los días de su vida. Como, lo último que le había dicho a su querida Lily Evans era que era una "tonta" y "estúpida" por no dejar a Potter, y que si seguía con el tipo, no quería volver a verla más. Ese había sido el día que se había enterado de que Lily tenía un bastardo de 1 año con su torturador de la escuela. Recordaba a Lily, con lágrimas en los ojos diciéndole que amaba a Harry, y que quería mucho a James, también se recordaba a si mismo diciendo "Elige, entre ellos, o yo" y a Lily respondiendo "No puedo elegir entre alguien y mi hijo, porque ese alguien siempre perderá. No lo entiendes, Severus. No eres padre"

Claro que no era padre, nunca había querido ser padre, y menos ahora. Pero parecía que el destino le tenía una sorpresa.

-¿Y qué pasó?-preguntó Snape, saliendo de su ensimismamiento.

Rosie Snape y la cámara secretaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora