VI

41 9 8
                                    

Hyunwoo despertó notando la respiración de Hoseok en su cuello, pero era incapaz de moverse si él no despertaba así que se quedó completamente quieto observándole dormir. Era difícil moverse sin despertarlo, pero también lo era quedarse completamente quieto sin hacer nada. Cuando varios minutos más tarde Hoseok despertó, lo primero que hizo fue parpadear y reírse.

— Llevas despierto un rato ¿no? — dijo y Hyunwoo asintió.

No era como si hubieran sido los minutos más cortos de su vida, pero una parte de él esperaba quedarse en la cama todo el día. No quería asistir al funeral, no quería tener que ir al velatorio y tampoco quería aceptar las condolencias de la gente por la muerte de su padre.

A pesar de todo, se levantaron y se prepararon para el funeral. A primera hora ya había gente en la entrada de la casa, todos con comida y vestidos de negro de pies a cabeza. Se fijó en que tanto Eunseo como Minhyuk se habían vestido de riguroso negro, aunque Eunseo llevaba un top más ben fiestero y unos tejanos ajustados, y Minhyuk unos pantalones rotos y una camiseta simple. Después de todo eran turistas que se habían encontrado en un funeral, así de buenas a primeras. Tanto él como Hoseok llevaban ropa simple pero arreglada, también de negro, quien destacaba especialmente era Jihyun. Jihyun se había puesto un vestido rojo brillante y unos tacones altísimos.

Hyunwoo se rió al verla.

— ¿No es demasiado? — preguntó.

— Tenía que estar guapa para celebrarlo — dijo encogiéndose de hombros —. Además, no tengo ropa negra para ser sincera. No quiero comprarme un vestido para esto.

A pesar de la ropa, todo parecía ir bien. Algún que otro asistente cuchicheaba respecto a ellos, respecto a que cuando no era Hoseok quien estaba demasiado pegado a Hyunwoo, era Minhyuk quien lo estaba. Nada fuera de lo normal para aquel pueblecito pequeño.

Seungyeon, llegó con su aspecto habitual. Llegaba para el funeral y volvía al trabajo tan rápido como llegaba. Abrazó y dio un beso a Hyunwoo que se sintió cohibido al darse cuenta que tenía que presentar al grupo de autoestopistas y a Hoseok. Era un problema porque no sabía cómo presentar a Hoseok. Era obvio que ya no era solo Hoseok del guardaropa, y no sabía si decir que era uno de sus amigos podía molestarle.

— Bien, bien, siempre rodeado de gente que sabe poner buena cara — dijo Seungyeon observándoles. Finalmente habían sido solo sus nombres, sin detalles, sin explicaciones. Sin decir que Minhyuk era el que le quería tomar de la mano y Hoseok la persona a la que Hyunwoo pensaba en tomar de la mano mientras Jihyun daba el discurso en el cementerio.

Seungyeon siempre sabía todo sin que Hyunwoo le dijera nada, siempre leía entre líneas cada pequeño detalle, cada movimiento, y sabía qué pasaba. Hyunwoo apreciaba que cuando eran pequeños siempre había sabido qué significaba cada herida y cada silencio. Además nunca había dicho nada, siempre había tomado la directa y había sacado las muñecas, la pelota o cualquier cosa para distraerlo.

— Me marcho enseguida que termine la ceremonia, pero no quiero que te vayas sin que vayamos a comer un día — dijo cuando la misa del funeral. Hyunwoo no entendía por qué Jihyun había querido celebrar aquella misa, después de todo eran los dos tan ateos como lo habían sido sus padres.

— La verdad es que puede que me vaya mañana por la mañana — afirmó Hyunwoo —. Depende un poco de qué decidamos Jihyun y yo.

— Entonces iré para despedirme — afirmó.

Después de aquello, la misa se dio y simplemente fueron al cementerio. Estaba en las afueras, y no tenía hierba. Simplemente eran unos cuantos nichos, unos encima de otros, con nombres de distintas personas. El de la madre de Hyunwoo estaba en una punta, pero el lugar en el que Jihyun había acordado meterlo era otro, una fosa común detrás de los nichos.

A little something   - showhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora