Bésame Morenita.

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Hola! Hola! ٩(^ᴗ^)۶

Hemos terminado!! Este es el capítulo final!! 

Lo he conseguido!! A un día de que Septiembre acabe, pero lo conseguí!

Espero que hayan disfrutado de la historia así como yo disfrute escribirla (人◕ω◕)

—0—

[Mírame, mírame, quiéreme, quiéreme, bésame morenita...

Que me estoy muriendo por esa boquita...

Tan jugosa y fresca, tan coloradita...

Como una manzana, dulce y madurita

Que me está diciendo: No muerdas tan duro, no seas goloso

Mejor chupa que chupa que es más sabroso

Y dale un abrazo a tu morenita...

Que me está pidiendo: Besa que besa la condenada

Que ese mordisco no sabe a nada

Así me lo dice mi morenita...]

...

Tres increíbles meses habían pasado desde la última serenata, Atsushi llevaba la cuenta rigurosamente, desde los segundos hasta los días y las semanas. Durante todo ese periodo de días había podido pasar más tiempo con Ryuunosuke, ambos estaban disfrutando del tierno inicio de su romance juvenil y Atsushi estaba plenamente convencido de que era momento de dar otro gran paso; durante aquella fresca mañana de Mayo, con el sol en lo alto del cielo azul, se llevaba a cabo una de las celebraciones más importantes en la majestuosa hacienda de la familia Mori.

El joven albino se miró por última vez en el espejo de cuerpo completo de la habitación que amablemente le habían proporcionado para que se alistara. El elegante traje negro resaltaba lo atractivo de su anatomía, dándole un aire más maduro a sus facciones, respirando un par de veces para tratar de tranquilizarse. Estaba a punto de dar uno de los pasos más importantes de su corta vida y ciertamente estaba alegre de poder contar con la presencia de sus amigos y allegados.

Un par de toques en la puerta de madera lo distrajeron de sus pensamientos, segundos después Dazai ingresó a la habitación con una enorme sonrisa de felicidad en el rostro. Ambos compartían el sentimiento, apoyándose moralmente en silencio mientras caminaban tranquilamente por los pasillos de la propiedad hasta llegar a las amplias puertas de cristal que daban hacia el amplio jardín del señor Mori. El lugar estaba decorado con hermosos detalles en dorado y blanco, con varias mesas alrededor de la lujosa pista de mármol cincelado.

Los invitados ya estaban sentados en sus lugares, cercando la larga alfombra roja que finalizaba en un altar de tamaño mediano decorado con altos pilares llenos de rosas y demás flores. Atsushi se puso en posición, mirando con nervios a Dazai y a Kunikida, pero el castaño parecía estar en su propio mundo y el rubio estaba distraído acomodando la corbata de Tanizaki y de Rampo, quienes también habían sido invitados a ese evento exclusivo y especial.

—¿Estás listo pequeño Sushi? —Habló por fin el castaño, observando a Mori acercarse con su adorado hijo del brazo.

El albino asintió justo a tiempo para escuchar la marcha nupcial resonar con firmeza.

—Nakajima. —Ryuunosuke apareció sorpresivamente, enfundado también en un elegante traje negro, sujetando discretamente la mano izquierda del albino mientras se colocaba a su lado.

—Te tardaste. —Le recriminó Atsushi en voz baja, entrelazando sus dedos. Ambos parados al lado de Dazai como sus padrinos. Aquel iba a ser el día en el cual tanto él como el castaño comenzaran a formar parte oficial de la familia del señor Mori.

Serenata a la luz de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora