Mi Primera Amiga. ~RinPana

PARTE 1: La Fiesta De Cumpleaños.

Rin Hoshizora... Rin era alguien.... Alguien rara.
Tenía una afición muy grande por los gatos, a pesar de su alergia, y tenía la manía de decir -Nya al terminar cada oración.
Esa actitud, junto con su aspecto físico el cual distaba de ser femenino le habia complicado conseguir amigos, pues para ser sincero, ella no tenía ninguno.
Era 28 de Octubre y se acercaba Halloween, pero más importante, se acercaba su cumpleaños, el cual era el 1 de Noviembre. Rin siempre había querido tener una gran fiesta por su cumpleaños, y su madre le dio permiso de usar la casa.
Hizo las invitaciones a mano, y en clases se la pasaba pensando en cómo pasaría su cumpleaños y como sería esa noche, pues era la primer fiesta que tenía desde que era pequeña.
Justo el día de su cumpleaños, por la mañana, ella estuvo repartiendo las invitaciones, emocionada, creyendo que aunque no se llevarán bien, si ofrecía una fiesta quizás podría conseguir amigos.
- Si, cuando todos estén en mi fiesta tal vez consiga amigos-Nya. Todo va a ser muy divertido esta noche.- Decía para si misma, llena de emoción.
Sus compañeros aceptaban su invitación, para luego, cuando ella se daba la vuelta, tirarla y burlarse de ella, con comentarios como.
-¿porque iríamos a la fiesta de la chica gato?... Es una rara....
Todos, excepto una persona, la chica nueva, Hanayo Koizumi. A ella le parecía adorable el entusiasmo que Rin demostraba tener.
- Si, será un gusto ir a tu fiesta.- Respondió la chica, quien tenía ojos violáceos y un lindo cabello castaño. Ella apenas tenía unos días de haber llegado a la escuela.
- Mira a la rara... Parece que quiere ofrecer una fiesta.- Dijo de manera despectiva, Maki Nishikino, quien era de su misma clase, y era una de las que más molestaba a Rin.- No se ni porque se esfuerza tanto, nadie irá a su tonta reunión.-
Rin se fue a su casa muy emocionada por su fiesta. Busco el conjunto de ropa que más le gustaba, el cual eran unos shorts azules, una camisa gris con un gato estampado, y un suéter color naranja repleto de estampados de gatos.
También abrió el regalo que su madre le tenia: Un gato gigante de peluche, del mismo color que su cabello y con su mismo color de ojos; Naranja y miel.
La noche cayó, y ella se dedico a arreglarse una ultima vez, peinando su cabello mientras veía emocionada el reloj. Su madre hizo mucha comida, y horneo un pastel para ella. Había ramen, arroz, y muchas cosas más.
Ella había citado a sus compañeros a las 8 de la noche... Pero ya eran las 8:30... Las 9:00... Y luego las 10:00 y nadie llegó.
Rin estaba sentada en su sala apretando sus puños, resistiendo las ganas de llorar.
-Hija- Se acercó su mamá.- No estes triste.- Se sentó a su lado y la abrazo con cariño.- Ellos no vinieron, ¿pero sabes que? Eso no importa, estoy contigo, y sabes que te amo muchísimo Rin... Eres lo mas hermoso que tengo hija y...-
- ¿Porque no le agrado a nadie mamá?- Preguntó, mientras ya no podía contener las lágrimas.- ¿Porque... Porque soy tan rara? Yo no pedí ser así... Yo, solo soy Rin-Nya...-
Se levanto del sofá y subió a su habitación, llorando profundamente, mientras su mamá la seguía. Rin azotó la puerta, y no dejó que entrará.
Se tiro en la cama, y empezó a llorar. El dolor que sentía era muy grande. Se sentía sola: Sola en el mundo, en su escuela, no tenía amigos... Y eso era lo que ella más deseaba... Mientras lloraba, ella le pedía al cielo, a quien fuera que estuviera arriba que por favor, escuchara su plegaria, y mandara a un amigo... Ella no pedía más que eso...
Su voz se desvanecía por tanto llorar, y sentía que ya no le quedaban lágrimas, mientras el gato de peluche que le había regalado su madre se encontraba empapado de las mismas... Luego, su madre tocó a la puerta.
- Rin... Mi cielo... Alguien vino a tu fiesta.- Dijo Ella, mientras abría la puerta.
Rin se levantó, limpiandose las lágrimas.
- No me hagas bromas así mamá... Quien querría venir a la fiesta de una rara como yo...- Se quedó callada cuando vio a Hanayo al lado de su madre, con un regalo para ella.
Hanayo se puso roja, mientras hacía una reverencia para disculparse.
- Lo lamento mucho Rin-Chan. No quería llegar tarde, pero no encontraba que regalo traerte.- Dijo la castaña, mientras se alzaba y le daba el regalo a Rin.- Toma Rin-Chan, feliz cumpleaños.-
Rin, por su lado, no fue capaz de ocultar la emoción, porque al menos una persona si había ido a su fiesta. Tomó el regalo y abrazo Hanayo.
- Muchas gracias por venir Hanayo-Nya!-
- No hay porque Rin-Chan... Veo que los demás no vinieron.- Dijo, con la voz desanimada.
- No importa-Nya, al menos tu y yo podremos divertirnos.- Respondió Rin, sonriendo.
- Si. Tienes razón.- Contestó Hanayo, devolviéndole la sonrisa.