100 DE SUERTE Y LA HABILIDAD DOMADOR DE DRAGON Volumen 3 (2ºparte) [PAUSADA]

Capítulo 96: El Ritual Nundaba (Parte 2)

No se preocupe, señor Kataryna, todos nuestros templos están custodiados por guerreros fuertes, y las cámaras en las que orará solo pueden ser abiertas por un sacerdote de confianza que haya sido verdaderamente elegido por usted. Si alguien se atreve a abrir la puerta sin mi aprobación, los otros sacerdotes ciertamente lo escucharán y tomarán medidas de inmediato , nos dijo el sacerdote enano.

Justo cuando quería comentar sobre la posibilidad de un asesinato de la Princesa, ella me miró y luego dijo: "Sé lo que quieres decir, Seryanna, pero este es un riesgo que estoy dispuesto a correr si eso significa traer nuestras dos naciones más cerca ".

La determinación en sus ojos brillaba como una estrella brillante. Nada de lo que hubiera dicho la habría hecho cambiar de opinión. Además, a menos que ocurriera algo realmente peligroso, interrumpir o negarse a participar en esta prueba pondría una mancha en la confianza del Emperador en nosotros y en todo el tipo draconiano.

"Seguiré tus órdenes". Dije.

"Bueno. Ahora, Sumo Sacerdote Klen'Ashin'Tark, ¿qué tenemos que hacer exactamente? , Preguntó.

Eso es simple. Elegirás un Dios o Espíritu de tu deseo y luego permanecerás dentro de la Sala de Oración durante tres días completos. Se usará un reloj de arena para medir el tiempo. Tendrás el deber de darle la vuelta una vez que la arena se haya derramado por completo. Al soltar el primer grano de arena, se le dará un libro de oraciones para esa entidad específica. Tendrá el deber de leerlo una vez al día. Si no sabe leer, le pediremos a uno de nuestros acólitos que lo lea por usted y luego lo escucharemos repetirlo , explicó mientras miraba hacia adelante.

"¿Tendremos que hacer esto durante tres días sin dormir?", Pregunté.

"Si. Ahora, ¿deseas escuchar el nombre de todos nuestros Dioses y Espíritus guardianes?

No habrá necesidad de hacerlo. Kataryna, eliges al Dios de la Tierra, y Seryanna, eliges al Dios del Fuego. No tendré más remedio que permanecer en el medio de la Plataforma del Alma, pero creo que esos dos son los más compatibles con tus elementos. Dijo la Princesa Elleyzabelle.

¿Dios de la tierra? ¿No hay hielo? Preguntó Kataryna con una ceja levantada.

¿De hielo? No. El hielo es solo agua fría. ¿Por qué habría un Dios de hielo? El dios del fuego controla la temperatura de todas las cosas. Él es a quien le rezamos para que nuestras cuchillas se calienten en la fragua y luego se enfríen adecuadamente en el agua. El Sumo Sacerdote Klen'Ashin'Tark explicó con gran celo en el tono de su voz, casi como si estuviera intentando para convencernos de cuán grande era la deidad que estaba adorando.

"Exactamente. Además, creo que el Dios de la Tierra te quedará muy bien. Sumo Sacerdote, ¿tendrá la amabilidad de decirles a mis Caballeros qué pueden esperar dentro de esos dos templos? , Le preguntó la Princesa con un tono de voz cortés.

"¡Por supuesto! Dentro de la Sala de Oración del Dios del Fuego, las temperaturas subirán y bajarán cada hora, llegando a valores casi insoportables. Muchos enanos se vieron obligados a abandonar la Sala de Oración a las pocas horas de entrar. En cuanto a la Sala de Oración del Dios de la Tierra, estarás sometido al misterioso silencio de las antiguas cuevas abandonadas. El cambio de la tierra será la única canción que escucharás además de tu corazón latiente y tu respiración jadeante. Un humano una vez se atrevió a permanecer dentro de esa cámara durante más de un día y luego salió completamente loco. El pobre hombre gritaba acerca de regresar a un lugar extraño llamado 'Japón' para convertirse en algo extraño llamado 'esclavo corporativo' . Sacudió la cabeza y ofreció una oración silenciosa a ese individuo.

"Debe haber sido un héroe humano", dije.

Bueno, ninguno de nosotros enanos realmente se molestó mucho con él. Era un tipo extraño que afirmó que algún día gobernará el mundo y tendrá un harén a su disposición. Lástima que fuera impotente en la cabeza. Sacudió la cabeza y le ofreció otra oración silenciosa.