100 DE SUERTE Y LA HABILIDAD DOMADOR DE DRAGON Volumen 3 (2ºparte) [PAUSADA]

Capítulo 104: Miedo y locura (Parte 1)

[Punto de vista de Alkelios]

Al amanecer, salí a la calle por algunos tramos de la mañana. Normalmente, habrías pensado que ya me había adaptado al sentido del tiempo de este planeta, pero aunque mi cuerpo era mitad dragón y mitad humano, mi mente y mi alma aún mantenían apegos a la Tierra. Todavía pensaba que una hora tenía 60 minutos, no 80 o 96 como otros. Era solo pura coincidencia o tal vez una elección asumida que los dragones pensaban que un día tenía 32 horas, cada una con 60 minutos.

Para mí, dormir solo 5 horas era suficiente, mientras que 8 o 10 eran simplemente holgazanear o relajarse. Los dragones y las dragonas solían dormir hasta 12 o 14 horas, dependiendo del clima y la cantidad de energía mágica que usaban durante el día. De vuelta en Albeyater, a menudo me despertaba antes de Seryanna o cuando los rayos del sol de la mañana aún no habían tocado la punta del árbol más alto de la tierra.

Así como cada civilización en este planeta midió el tiempo de manera un poco diferente, también tenían diferentes nombres para semanas y meses, así como puntos de inicio y fin para ellos. Los relliars, por ejemplo, dividieron sus años en dos en función de su temporada de apareamiento, mientras que los enanos se centraron en el ciclo de las dos lunas en el cielo. Los dragones en general tenían 10 meses por año, todos los cuales tenían entre 30 y 36 días, llegando a un total de 348 días de 32 horas cada uno.

Por supuesto, todas estas fueron solo mediciones aproximadas, y nadie sabía los valores astronómicos exactos. Recordaba vagamente que los días de la Tierra no tuvieron exactamente 24 horas, ¿fueron un poco más largos o quizás más cortos? Probablemente más corto porque siempre sentí que no teníamos suficiente tiempo para hacer nuestra tarea.

Bueno, este tipo de precisión de milisegundos o nanosegundos no importaba en este mundo. Después de todo, la mayoría de las personas midieron los momentos en que salió el sol y se puso en el cielo. Poco importaba si uno tenía una cita a las 16:05 o 16:30 porque era lo mismo para ellos.

En cuanto a por qué estaba torturando a mi pobre y pequeño cerebro chisporroteado tan temprano en la mañana con mediciones sobre el tiempo, esto era porque estaba preocupado por Seryanna.

Que Dios me dijo que habían pasado tres años desde mi batalla con Kronius, pero no creo que se estuviera refiriendo a los años de la Tierra ... ¿Cuánto tiempo exactamente la he hecho esperar por mí? Pensé mientras continuaba con mis ejercicios de estiramiento.

Uno de los guardias de patrulla pasó junto a mí y me miró de forma extraña. Probablemente no estaba acostumbrado a que la gente se despertara tan temprano en la mañana solo para moverse alrededor de sus brazos como un pollo sin cabeza.

Aproximadamente una hora más tarde, regresé a mi habitación y envié otro ping a Seryanna para hacerle saber que estaba vivo y bien. La echaba de menos y quería verla pronto. Volar en una línea de abejas porque era una opción, pero tenía que tener en cuenta los consejos de Dios con respecto a tomarme mi tiempo y no apurarme. Debe haberme dicho eso por una razón, ¿verdad?

Risha y Kalderan fueron los siguientes en despertarse, mientras que Ildea aún dormía. Me fue difícil imaginar lo difícil que debe haber sido para esta pobre niña encontrar un momento de consuelo para relajarse y recuperar el aliento cuando sabía que los asesinos estaban detrás de ella.

Verla dormir tan tranquilamente me hizo comprender que se las arregló para encontrar en su corazón confiar en nosotros con su libertad y su vida. Mientras estuviéramos aquí, esos bastardos no tenían ninguna posibilidad de acercarse a ella. Después de todo, yo era un poderoso aventurero y mis compañeros tampoco se reían. Bueno, ¿tal vez solo Risha todavía tenía mucho que aprender y entrenar antes de que pudiera ser considerada de alguna utilidad? En cuanto a Kalderan, estaba subiendo de nivel muy bien. Un poco más y podría arrojarlo al Bosque Seculiar para entrenar un poco.