Diario de un superviviente 2

Capítulo 12: Un posible final

Me despierto en la celda con Manuel, él ya se ha despertado y esta intentando despertar al hombre que habita la celda de enfrente nuestra.

-Vaya, me estaba empezando a preocupar.

-Tampoco es para tanto. Hemos conseguido salir vivos y ahora tenemos balas, son muy pocas pero algo es algo. Solo nos falta el arma.

-Vamos pasito a pasito. No tientes a la suerte ¿Quieres?

-Sí, sera lo mejor.

Tras decir esto oímos la puerta abrirse y se acerco un guardia a nuestra celda.

-Eh, vosotros.

-¿Qué pasa ahora?--pregunto sin miedo

-Salid al patio. Con suerte vuestro castigo aún no habrá acabado.

...

Al darme la vuelta veo a Jose debajo del Zombie y este tenia la boca pegada a su cuello, ninguno se mueve, ni Jose, ni el Zombie.

-¡Jose!

Yo sigo gritándole y llamandole pero él no responde.

No se porque voy a hacer esto sin esperar los 15 segundos pero me da igual. Me acerco a Jose y le doy una patada al Zombie en el costado quitándole de el pecho de Jose.

-¡Jose! Dime que estas bien, dime que estas bien--dijo examinandole buscando alguna mordedura.

Al fijarme en el veo que sostiene una pistola y que mira hacia un punto fijo.

-Jose ¿Estas bien?--creo que esta en estado de shock por haber estado tan cerca de la muerte y haber sobrevivido.

Jose respira aliviado soltando el arma.

-¿Estas bien?--le pregunto con una voz serena abrazándole, he de admitir que estoy llorando de alegría, él esta vivo.

-Sí. He tenido mucha suerte con el disparo.

¿Disparo? Pero yo no he oído nada. Me dirigí al Raptor y lo examine la cabeza. Tenia un agujero en diagonal, era la trayectoria de una bala que le entro por el cuello y le acabo matando. El disparo al ser a quemarropa no se escucho.

-¡Chicos!-- nos llamó el hombre que nos habíamos encontrado detrás del coche.--¡Tenemos que volver y contar lo sucedido!

-¡Dios mio! ¡Álvaro! ¡Nos hemos olvidado de él! Tenemos que avisar a Javier de inmediato.

Nos dirigimos con aquel hombre al interior de los túneles y entramos en la ciudad.

-Venga Jose, tenemos que avisar a Javier.

Nos ponemos en marcha hacia mi casa, que esta junto a la plaza central, Javier suele estar en su habitación cuando no esta reunido.

Estoy pensando como le diremos a los demás que han capturado a Álvaro y que no sabemos si esta vivo. Sobre todo, el como se lo diremos a Elisa, ella es la que peor se pondrá.

-¡Javier! ¿Estas aquí?--digo entrando en mi casa.

- Ya voy Alicia, no te impacientes hermanita, me dice con un tono burlón. Él baja las escaleras guardando un teléfono en su bolsillo.

-Menos mal que estas aquí.

- ¿Qué ocurre? ¿Por qué tanta prisa?

-Han capturado a Álvaro y no sabemos si esta vivo.

-¿Quiénes?

-Min y sus hombres.

-Maldición, la información que podía traer era importante, además no podemos dejarle ahí, es uno de los nuestros.

-¿Qué sugieres?

-Por ahora esperad, hablare con el consejo y trazaremos un plan. Id a ver al resto de su grupo y les contáis la mala noticia.

Nosotros nos dirigimos a la casa del grupo. No sabemos con que palabras decírselo, va a ser difícil.

Llamamos a la puerta y nos abre Paola.

¿ Dónde habéis estado? ¿Y Álvaro?

-De eso venimos a hablar.

Les contamos los detalles de la misión entre Jose y yo, dejando de lado aquella caída que genero aquel momento tan... ¿Romántico? Bueno, aparte de eso tampoco les contamos el ataque del Raptor. También les contamos la situación de Álvaro.

-No puede ser...--dice Jaime

-Dios mio... ¡Tenemos que hacer algo!--grita Vanessa.

- Sí, sí, pero no le digáis nada a Elisa, se lo contare yo--dice Paola-- ¿De acuerdo?

Todos estuvieron de acuerdo, al fin de cuentas ella era su hermana.

...

-Salid al patio. Con suerte vuestro castigo aún no habrá acabado.

Ni Manuel ni yo sabemos que quiere decir con eso. Nos llevan al patio y hay una mesa en el centro. Junto a ella estan Min y Vass acompañados de Sergio y de dos hombres más.

También están allí el resto de presos de la prisión.

-Os preguntaréis por que estamos aquí--dice Min en un tono muy elevado dirigiéndose a los presos-- pues yo os lo diré, resulta que dos presos--dice señalándonos a Manuel y a mi-- han dejado KO a un guardia de la cárcel, obviamente han recibido castigo en forma de latigazos, pero la cosa no acaba así. Resulta que también le robaron a aquel guardia el cargador de su arma.

-No ha servido para nada-- me susurra Manuel que esta junto a mí.

-Y como algunos sabréis--dice Min continuando con su discurso.--antiguamente a los ladrones se les cortaba... una mano--dice poniendo una espada sobre la mesa del centro.--Y como esta es mi cárcel, yo pongo ese castigo. Quiero que lo que vais a ver aquí sirva de ejemplo.

Min se acerca a nosotros y nos pregunta quien robo el cargador. Ninguno respondemos. Hay un silencio hasta que alguien lo rompe. Es otro preso quien lo hace.

-¡YO!

La voz es la del hombre que esta enfrente de nuestra celda.

-Esta bien, cogedle

Los hombres de Min se acercan a aquel hombre y yo me doy cuenta de algo.

-Ya se quien eres...--susurro-- no puedo dejar que te vuelvas a sacrificar por mi.

Me levanto y me interpongo entre ellos.

-¡FUI YO!

Min se gira y sonríe.

-Álvaro, no seas tonto, yo os pedí el cargador, es culpa mía.

-Pero nosotros lo robamos. Y Min va a castigar a los ladrones.

-Pero Álvaro...

-Escuchame Mario... no hay vuelta atrás

Los hombres de Min van a agarrarme pero yo les aparto y me dirigí a la mesa y pongo el brazo derecho. Sergio me agarra la mano desde el otro extremo y un hombre me agarra por detrás pero yo le empujo. Se dispone a golpearme pero Min le detiene.

-Tienes agallas chico.--me dice sorprendido.

-Esto es honor Min, y a ti te falta

Min agarra la espada pero Vass se la quita.

-¿Puedo hacerlo yo?

- Sí Vass--le dijo yo-- haz los honores y contará como combate limpio ¿Recuerdas?

-Esta bien.--dice mientras levanta la espada dispuesto a cortarme la mano.

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