Capítulo 4: "No aprendemos a valorar nada hasta que lo perdemos"

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La noche se cierne sobre la ciudad, en esta carcel asquerosa solo nos dan un trozo de pan y un pequeño vaso de agua para todo el día. Es inhumano estar asi, pero a Min no parece importarle. Yo podria podria estar en la ciudad pero si Vass no me hubiese reconocido podria haber informado de la misión.

El hombre, que se llamaba Manuel, y yo estamos a punto de dormirnos, hace un frío espantoso y nos cuesta mucho, lo ibamos a conseguir cuando derepente empezamos a oir los gritos de una chica.

-¡¡¡Aaaahhhh, piedad porfavor piedad, ahhhhh!!!

Manuel al escuchar el primer grito empezo a llorar.

-¿Qué te ocurre? -- seguian torturando a la chica y esta seguia gritando de dolor y suplicando piedad.

-La chica a la que torturan...

-¿Qué pasa con ella?

-Se llama Fátima, es mi hija, y la torturan para que yo hable.

...

Mis amigos y yo nos miramos unos a los otros ¿Tenemos que abandonar la ciudad? Javier se acerca a nosotros:

-Eh, tranquilos, tú y tus amigos no teneis que iros a menos que la elijan como lider --dice dandome dos palmadas en la espalda-- se que no es mucho pero...

-Es más que suficiente...

-¿Estas bien?-- me dice Elisa-- te ha dado muy fuerte.

-Sí, estoy bien, tranquila.

-Vaya vaya...-- Javier dice esas palabras con un tono... extraño-- ¿Quién es esta belleza que le ha plantado cara a mi hermanita?

-¿Yo?-- pregunta Elisa sonrojada.

-Si tú, ¿A quién sino se lo diria?

-E-e-elisa--¿Esta nerviosa? Vale que el tio es guapo pero estaba yo antes.

-Elisa,-- digo interrumpiendo-- ¿No querias decirme algo importante?

-Que va... puede esperar...-- me dice sin retirar la vista de aquel chico.

Se lo que estas pensando y no, no estoy celoso... es que... Dios ¿Que me pasa?

-Julieta-- dice Antonio dirigiéndose a Elisa en tono burlón-- tenemos que evitar que no echen ¿Recuerdas?

-Eh, sí, sí, demonos prisa-- dice volviendo en si-- Adios.

-Adios guapa...

Estamos buscando a la chica, Alicia. ¿Donde se habra metido? Quiero disculparme por la muerte de su padre, yo no creo que sea mi culpa pero ella cree que sí.

-¿Vamos a la casa de Mario?-- pregunta Vanessa-- la chica tal vez este en su casa.

-Sí, vamos, demonos prisa.

Continuamos caminando, las calles estan llenas de gente con una pierna, un brazo o el cuello rotos. Es lo que pasa tras una batalla.

Llegamos a la casa se Mario. Llamamos a la puerta y nos abre la viuda de Mario, Maria.

-Hola.

-Hola-- nos contesta ella apenada.

-¿Esta Alicia?

-No, ha salido triste del consejo y ha salido a relajarse.

-¿Relajarse?

-Sí, coge su arma y empieza a disparar a los Zombies, eso le relaja.

-Gracias, sentimos la muerte de su marido.

-Gracias, ahora... si me disculpais-- nos cerro la puerta de golpe. La oiamos llorar por detrás de la puerta.

-Bueno... vayamos a disculparnos antes de que se enfade más.

Nos dirigimos a la salida de la ciudad. Le preguntamos a los guardias si la habian visto y nos dijeron que la habian visto salir hace 10 minutos con un francotirador. Nos pusimos manos a la obra y salimos a busar a Alicia. La encontramos en un árbol cercano. Se habia montado su propio puesto de tiro en el árbol, una zona elevada, los Zombies no pueden llegar y tiene la entrada bastante cerca.

-Largaos--nos dice cargando el arma sin dejar de mirar al horizonte.--no quiero hablar con vosotros-- a continuación disparó y le acerto a un Zombie en toda la cabeza.

-Venimos a disculparnos, nos culpas de la muerte de tu padre.

La chica solto el arma y bajo del árbol.

-A vosotros no, a tí, el murió para que tú siguieras vivo. Ojalá aquel Zombie que te mordio te hubiese matado-- ella se dio la vuelta dispuesta a volver al árbol.

Tras oir esto Jose la agarro del brazo y le dio la vuelta.

-Tu padre a muerto para salvar una vida, en este caso la suya. ¿Qué crees que le parece que ni apoyes ni respetes su última voluntad?

La chica enmudecio.

-Ni mi hermano ni yo pudimos despedirnos de nuestros padres. Hemos tenido que vivir esto sin nuestra familia. Tú si has podido y aún tienes a tu madre.

A Alicia se le estaban saltando las lagrimas.

-Los seres humanos no aprendemos a valorar nada hasta que lo perdemos. Disfruta de tu familia. Vamonos chicos.

Todos nos dimos la vuelta para volver a entrar en la ciudad.

-Si me eligen lider... no os voy a echar.

-Gracias.--le digo a la chica

-Pero no significa que seamos amigos.-- ella volvio a su posición y siguio disparando. La habiamos enfadado y se estaba desahogando con los Zombies.

-Vamos chicos, tenemos que volver dentro.

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Diario de un superviviente 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora