capitulo 2 Niké

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Gwen

—Su novio mucho gusto en conocerlo— en ese momento Haizaki estrecho la mano de mi padre, mientras mi padre lo miraba con seriedad  yo me golpeaba el rostro mentalmente mientras los colores —¿Verdad Gwen?— Haizaki me miraba sonriente sabiendo que "mi padre" no le agradaría mucho esto y en ese momento recordé lo que pasó en la mañana, entonces entendí que el se estaba vengando de mí.

— No es lo que parece padre en realidad es una broma — añadí causando que mi padre solo me mirara con seriedad a el no le gustan las bromas, pero Haizaki no sabia eso  

— Espero que este sea el único comportamiento infantil que presentaras a partir de ahora —el tono frió en  su voz causo que yo solo asintiera. 

Parecía que Haizaki ahora se sentía avergonzado conmigo pues se disculpo por lo bajo mientras me hacia señas diciéndome que iría por unas bebidas, asentí ante sus señas mientras me sentaba en un sillón cercano a mi padre. Gracias a el bullicio de la multitud  que se filtraba a través del aire, llenando cada rincón con su energía vibrante este ambiente ayudo a que la broma anterior quedará en el olvido. Nos encontrábamos en el área VIP, una posición privilegiada desde la cual observar el esperado enfrentamiento entre el Raimon y la selección de España.

A mi lado, mi padre, Kagueyama, irradiaba un orgullo palpable, sus ojos parecian curiosos por ver el partido que estaba apunto de iniciar en unos minutos, parecía que le interesaba más el partido actual que el hecho de mi regreso, no note ningún tipo de  satisfacción de verme regresar de Inglaterra como campeona del mundial femenil de fútbol frontera internacional. Todo me indicaba que mi logro no valía nada para él, que era todo lo contrario para el padre de Kidou.

La presencia del señor Kidou, padre adoptivo de Kidou Yuuto, fue una sorpresa inesperada. Su llegada, aunque bienvenida, trajo consigo una mezcla de emociones encontradas. Mientras él se acercaba con una sonrisa cálida, yo luchaba por mantener mi compostura, consciente de las intenciones que podían esconderse tras sus amables gestos, detrás de estos el hombre dueño de una de las más grandes empresas de Asia buscaba emparejarme con su heredero.

— Gwen, mi estimada campeona — exclamó el señor Kidou con entusiasmo, extendiendo una mano hacia mí. — Felicidades por tu deslumbrante victoria en el mundial. Estoy seguro de que has llenado de orgullo a tu padre 

Sus palabras fueron recibidas con una sonrisa agradecida, aunque en mi interior sentía una leve incomodidad. Sabía que el señor Kidou tenía la esperanza de que mi éxito pudiera allanar el camino para una futura relación con su hijo, pero yo no podía evitar sentirme abrumada por sus expectativas.

— Gracias, señor Kidou — respondí con cortesía, aceptando su apretón de manos con gracia. — Fue un honor representar a  uno de mis  país en el mundial  

El sol comenzaba a ponerse en el horizonte cuando el señor Kidou se acercó a nosotros con una invitación inesperada. 

— Gwen, Kagueyama — dijo con una sonrisa amable. —Me gustaría invitarlos a todos a mi mansión para celebrar el campeonato mundial de Gwen. Sería maravilloso reunir a ambas familias y conmemorar este logro tan impresionante

Mi corazón se aceleró ante la propuesta, una mezcla de gratitud y ansiedad recorriendo mis venas. 

—Oh, no es necesario—  respondí rápidamente, tratando de disimular mi incomodidad. — No es gran cosa, en realidad 

El señor Kidou frunció el ceño ligeramente, sus ojos oscuros reflejando una determinación suave. 

—Pero claro que es una gran cosa! — exclamó con firmeza. — No todos los días alguien gana un mundial. Sería un honor para nosotros celebrar contigo este logro

El Destino Que Ambos Cambiamos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora