Gwen— Y bueno eso fue lo que pasó — le conté a Haizaki mientras íbamos a una cafetería a tomar algo después de clases, claro omitiendo el casi beso que existió entre Kidou y yo al igual que la carta y la organización.
— Oh ahora entiendo porque no fuiste a la escuela, y bueno puedes quedarte con mi sudadera de nuevo — Haizaki se sentó enfrente de mi en la cafetería y en ese momento coloco su mano sobre la capucha de esta — Cubrete bien, no quiero que nuevamente pase algo
— Tranquilo — le sonreí mientras tomaba la cartilla para pedir nuestras bebidas
— Bueno ahora quiero que me aclares todo ¿Cuánto tiempo se quedaran tus amigos extranjeros? ¿Te seguirás quedando con la familia Kidou? — Haizaki también tomó la cartilla para pedir su bebida.
— Los chicos se quedarán dos semanas, pero se quedarán en la mansión de mi familia porque Paolo le imploro a mi madre que los dejaran quedarse ahí y yo no se cuanto tiempo más viviré con la familia Kidou — Dije mientras bajaba la cartilla
— ¿Y eso es malo? No sé supone que Kidou y tu ya arreglaron sus problemas — Haizaki me miró serio
— No es malo, pero he pasado 2 años lejos de mi familia y quisiera estar con ellos — Suspire mientras desviaba la mirada hacia la ventana
— Tienes mucha razón — Haizaki suspiro mientras cerraba los ojos — Y bueno como miembro de refuerzo ¿te quedarás en nuestra escuela en la seishou Gakuen?— Haizaki me miró detenidamente
— Por el momento si — Mire como nadie pasaba por la calle en ese momento
— ¿Por el momento? ¿Piensas dejarme? — Haizaki me miró frunciendo el ceño
— No — Gire mi cabeza rápidamente y pude ver como Haizaki quería ocultar que esto le afectaba — Es solo que no se las especificaciones al ser un miembro de refuerzo y si llegaran a mandarme a otra escuela yo no podría hacer nada, pero intentaré quedarme en la misma escuela que tu.
— Eso espero — Haizaki iba a seguir hablando hasta que llegó uno de los meseros
— Buenas tardes ¿qué van a ordenar? — Pregunto un joven mesero mientras sacaba su libreta un lapicero para anotar
— Yo quiero...
— Para la señorita será un té verde, con un pastel de fresas con crema y para mi un café especial junto con un pastel de la edición de ositos — Haizaki me interrumpió pero obviamente acertó en lo que yo quería, no por nada somos amigos
— Ok se los traeré de inmediato — El mesero se alejó dejándonos solos a Haizaki y a mi
— ¿Aún sigues siendo fan de esos ositos?— Dije burlonamente
— No juzgues mis gustos cuando tu me volviste adicto a esos osos — En su rostro apareció un pequeño rubor
— Tranquilo no te estoy juzgando, solo trato de decirte de otra forma lo adorable que eres — Cuando dije esto el solo volteo su rostro a otro lado para esconder su vergüenza
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El Destino Que Ambos Cambiamos
RandomEdgar: El destino es una fuerza que está por encima de nosotros y el cual nos empuja hacia una sucesión inevitable de acontecimientos, de circunstancias de las que no podemos escapar, supongo que estas circunstancias son inevitables. "Es preciso c...