¿Qué esperarías de un mundo-universo donde la ciudad de Nueva York y Gótica son vecinas y los principales lugares donde un joven Peter Parker, después de que haya sido mordido por una araña, conoce a la familia de Batman y otros personajes iconicos...
Aquella era una noche fresca, una noche que pretendía ser la más tranquila si se pasaba por alto lo bullicioso que eran las calles de la ciudad que nunca duerme, New York. Todavía en el Domingo, 4 personas peleaban por sus propios ideales.
Samael DeWitt estaba recostado en el suelo, sentía que su rodilla se quedó fuera del lugar donde debería estar después de recibir una fuerte patada por parte de una versión maligna de un vigilante héroe que conocía desde hace buen tiempo en un lugar ajeno al suelo en donde estaba echado y con dolor.
Mientras que otro hombre de traje color plateado y unos guantes con garras combatía contra aquél mutante criado por lobos que no habia dudado en querer matar al compañero ciego de su rival.
Llegó el momento en que estos dos últimos tomaron distancia, y aprovechando los segundos, Moon Knight Evil lanzó varios de sus cuchillas en forma de media luna hacia el rostro y cuerpo de Wolverine, quien pudo repelerlos gracias al actuar rapidamente con sus garras, desviando los objetos que formaban parte de la parafernalia del enemigo, incluso rompiendo algunas.
Logan se lanzó de manera salvaje otra vez para acercarse a Moon Knight, dar pelea a distancia no era su fuerte para ser exactos, caso contrario que con el invasor.
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-Vas a morir maldita copia de Batman.-gruñó el lobezno.
La pelea se avivó cada vez más, con Wolverine intentando varias veces clavarle alguna de sus largas garras en la cara del caballero lunar protegida por una máscara.
Samael estaba a varios metros de distancia, arrastrándose de forma desesperada y adolorida, mientras Daredevil le seguía con unos pasos lentos, cómo si una muerte que ya fue anunciada sea el suceso que disfrutará tanto en esa noche. No importaba si era ciego, el sonido de la fricción que hacía el cuerpo del pelirrojo con el suelo lo atraía como un imán.
Pero entonces otro invitado a la fiesta llegó...
~~~~~¤~~~~~ 5 horas antes. Brooklyn.
James Howlett se había tomado el día libre, la unica razón fue porque era Domingo. Había acudido a un bar que era su favorito, pidió un vaso de tequila. Cuando dio los primeros sorbos a ese vaso que contenía la bebida alcohólica, su teléfono móvil empezó a vibrar, era una llamada de Bruce Wayne.
-¿Qué quieres, murciélago?-preguntó con arrogancia el mutante.
-Te llamo porque formas parte de la alianza de héroes que hicimos hace poco. Necesito hacerte un aviso, sobre unas sospechas, pero necesito que también vengas aquí, al hospital.-respondió con franqueza el multimillonario, y colgó.
El hombre de apellido Wayne estaba en una de las salas del establecimiento donde estaba internado su tercer hijo adoptivo, Tim. Las quemaduras en la zona del abdomen que sufrió luego de la detonación de una de sus esferas explosivas que el mismo había inventado fueron de 3er grado, ya había pasado por una operación y los médicos pidieron que descanse.
