Mein Chile...?

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El alemán se percató de esto, por lo que cargo al menor en su espalda, el chileno se aferró muy fuerte y Reichtangle comenzó a correr bastante rápido mientras chile estaba aferrado al mayor.

Luego de alrededor de 10 minutos llegaron a casa, el mayor tenía una respiración muy agitada, el latino bajo de la espalda del alemán con cuidado y abrió la puerta para luego entrar antes que el alemán, el cual cuando el menor ya había entrado se tumbó en el sofá algo cansado.

Cuando Reichtangle estaba más descansado, chile se fue a bañar mientras el alemán miraba la televisión.

Luego de unos minutos el chileno salió y el alemán fue a bañarse.

Chile terminó de de arreglarse poniéndose el pijama para luego ir a la cocina y preparar la cena.

Reichtangle, al igual que el menor, se arregló, y cuando llego a la cocina vio la cena servida, sonriendo se sentó y probó la comida, quedó maravillado por aquel sabor, el chileno cocinaba bastante bien.

Luego de aquella deciciosa cena que ambos disfrutaron mientras hacían bromas o se daban la mano, el chileno le decía piropos al alemán el cual al no saber ninguno, se sonrojaba por eso, pensaba que el menor era muy tierno, pero otro día buscaría cosas lindas que decirle, se habían hecho muy buenos amigos en estos días. Un sentimiento nacía en ambos, claro que sus costumbres y maneras de vestir no eran las mismas, pero coincidían en gustos y algunos aspectos.