Sola. Marco Asensio.

Capítulo 12-Ten amigos para esto.

Estamos a milímetros de separación a punto de besarnos...cuando viene Rome corriendo haciendo que nos separemos de golpe.
Marco mira mosqueado a Rome y este no para de mover el rabo feliz.

-Es la hora del paseo-dice Marco mosqueado levantándose-¿Me acompañas?

-Si...claro.

Me ayuda a levantarme del césped y sale enfadado a buscar la correa del perro.

No sé si debería de agradecer a Rome por haber aparecido y evitar que nos besemos. Marco se está convirtiendo en una persona muy importante para mí y no quiero que se vaya todo a la mierda por un simple beso.

-Puto perro...-dice Marco mientras que le coloca la correa.

Miro para otro lado avergonzada esperando a que termine.
Pues van a tener razón al final la pacífica y la poligonera, ¿Le gustaré a Marco a fin de todo? ¿O son solo imaginaciones mías? Es lo que me faltaba ya para estar más tranquila aún con mi vida.

Salimos de casa de Marco y paseamos a Rome por la urbanización. Al principio había un incómodo silencio entre nosotros que poco a poco se fue con las tonterías del Action Man. Está haciendo como si nada hubiese pasado y se lo agradezco, sería muy incómodo estar todo el rato igual o sacando el tema.

-¿Mañana trabajas por la tarde?-pregunta Marco y niego-¿Quieres venir a ver el entrenamiento?

-Bueno vale, no es que me apasione veros correr sin motivo alguno-respondo divertida y sonríe-Pero vale voy.

(...)
(...)

Narra Marco

Aparco el coche en mi plaza y me bajo de él.

Por culpa del casi beso de ayer en el jardín no he dormido ni dos horas seguidas. Reconozco que la niña me está empezando a gustar, pero por como reaccionó luego tengo la sensación que solo me ve como a un amigo al que contarle las cosas y yo no quiero ser simplemente un amigo...pero bueno, algo es algo. Peor sería no verla.

Entro en el vestuario y me voy a mi sitio para prepararme. Ojalá que haya venido.

Isco entra y en cuanto me ve sonríe divertido.

-Por un beso de la flaca daría lo que fuera-canturrea cuando pasa por mi lado y lo miro mal.
Ten amigos para esto, sí señor.
-¿Cómo estamos pisha?

-Vete a la mierda Bro.

-Que humor que tiene Chencho hoy-dice Lucas riendo y se pone a mi otro lado-¿Qué te pasa? ¿No te dan mambo o qué? ¿Hace cuánto tiempo no mojas?

Maldigo el día que empecé a contarles mis problemas a estos dos, como sigan así se va a enterar todo el vestuario.

-Dejad al niño tranquilo que no ha dormido-dice Nacho riendo y es otro que se lleva una mala mirada-Tío es que tienes unas ojeras...

-¿Y por qué no duermes?-pregunta Sergio acercándose. El que faltaba.

-¿Podéis preparaos y todas esas cosas por favor?-pregunto levantándome del banco y me miran divertidos-Os juro que no os vuelvo a contar nada más en mi vida, parecéis señoras mayores buscando chismes todo el rato.

Todos empiezan a reírse y yo salgo del vestuario. Les tengo mucho cariño a todos, me ayudaron mucho cuando llegué al equipo y siempre han estado cuando lo he necesitado, pero a veces tienes que tomarte dos tilas para no querer matarlos.