Sola. Marco Asensio.

Capítulo 15-Sorpresa.

Me pongo el pijama y me tumbo en la cama. Es sábado y con la que esta cayendo no sé cómo no han inflado el arca de Noé. Lo bueno que Julia no duerme hoy en el piso y por fin puedo disfrutar de una noche de paz y tranquilidad sin escuchar de fondo lo que parece la invocación de Satanás.

He hablado con mi familia por videollamada, parece que todo está en orden. A Daida le ha crecido un poco el pelo y ha podido hacerse algo decente y que no parezca que un burro le ha dado un mordisco. Está saliendo más a la calle y parece feliz, menos mal que por fin se aclaran un poco las cosas.

Luego hubo consejo de las tres P, Iria ha conocido a un chaval y no sabe si quiere algo serio con él. Iria no es esa clase de personas, le gusta ir de tío en tío, es una picaflor en ese sentido.

Con Marco no he hablado desde ayer, hoy se supone que tenía lo del papeleo ese de Gilberto y seguro que ha estado ocupado durante todo el día...pero al menos un "hola" estaría bien recibir.

Obviamente no le puedo recriminar nada, solo somos dos amigos que tuvieron un acercamiento y listo, además seguro que se dejó llevar y se arrepiente, no creo que realmente pueda a llegar a sentir algo por mi.

Pensaréis que soy muy negativa, pero es que después de lo mal que lo pasé con Víctor no soy capaz de pensar que realmente alguien pueda quererme.

Abrazo el peluche con fuerza e intento dormirme, no quiero pensar en nada ni en nadie, solo dormir y que mañana sea otro día...

Pero que va, están llamando a la puerta.
Puta Julia, no ha tenido la decencia de llevarse las llaves, seguro que lo ha hecho a posta. Pues sabes que, que le jodan, paso de abrirle la puerta. Ahora soy yo quien putea.

No para de llamar a la puerta una y otra vez. Que asco de persona.

Mi móvil suena y veo que es Marco quién me llama.

-Hola feo.

-Hola guapa ¿Qué tal?-pregunta en voz baja-Acabo de volver a casa y está Igor durmiendo, perdón por hablar bajito.

-No pasa nada-contesto sonriendo y los golpes siguen en la puerta-¿Te puedes creer que mi gran amiga y compañera de piso se ha olvidado las llaves y ahora está aporreando la puerta? Paso de abrirle, que le jodan un rato.

-¿En serio?-pregunta riendo-No seas tonta y ábrele, seguro que está empapada.

-Repito Marco, que le jodan.

-Sam ábrele no seas mala, va a pillar un resfriado.

-Pues que vaya al súper a comprar clinex-contesto enfada y Marco se ríe-Para una vez que puedo fastidiarla que le den.

-Barbie.

-Ni Barbie ni ostias Marco, sabes de sobra todas las putadas que me está haciendo, así que ahí se queda.

-Sam coño abre la puerta que no veas el frío que hace en el rellano.

-¿Qué dices Marco?

-Que abras la puerta-responde riendo-Creo que sale un vuelo de vuelta a España en breves, puede que me dé tiempo.

Tiro el móvil a la cama y salgo corriendo de la habitación. No puede ser verdad, ¿Pero no estaba en Mallorca?

Tropiezo con el mueble de la entrada dándome en el dedo pequeño del pie y empiezo a dar saltitos mientras busco en mis llaves cual es la que abre.
Rápidamente la meto en la cerradura y nada más abrir la puerta salto hacia él abrazándole como si fuera un koala.

-Yo también me alegro de verte-dice sonriendo y me da un beso en la cabeza-¿Por qué no pasamos adentro y seguimos abrazandonos?

-¿Pero que haces aquí?-pregunto emocionada separándome de él y entramos en casa-Estás loco Marco.

-Y tú también estás loca-contesta riendo cerrando la puerta-Ibas a dejar a la pobre Julia fuera-dice divertido y pasa un brazo por encima de mis hombros-He venido a verte, no parabas de decir que estabas mal y aquí estoy para intentar animarte durante cuatro días.

Me muerdo el labio mientras no puedo evitar sonreír. No me puedo creer que esté aquí por mí, es que tiene el cielo ganado.
Me fijo que tiene la ropa mojada y le indico dónde está el baño para que se duche y se ponga cómodo.

¿Confirmamos que ahora mismo soy la persona más feliz del mundo? Confirmamos.

Llevo su maleta a mi habitación y les mando un mensaje al consejo relatando lo que acaba de ocurrir hace escasos minutos. Alice está gritando, literalmente, ha enviado un audio y todo. Iria no para de decir que aproveche para tirarmelo, como siempre en su línea.

Escucho que sale del baño y aparece en mi habitación con un chándal puesto frotándose las manos.

-Que puto frío que hace-dice poniéndose unos calcetines. Se sienta a mi lado en la cama y sonríe ampliamente-Hola Barbie.

Lo miro sonriendo y me siento encima suya abrazándole.
-No sabes lo mucho que te he echado de menos Marco-digo acariciándole la nuca y me separo para mirarlo a los ojos-Parece que es un sueño.

-De sueño nada guapa, he tenido que modificar el papeleo de mi padre para poder estar aquí, llevo un día sin dormir-dice sonriendo cansado, ahora que me fijo tiene unas ligeras ojeras, pero la sonrisa no la pierde nunca-He visto al peluchin, ¿Duermes con él todas las noches?

Asiento sonriendo y le doy un beso en la mejilla, a lo que me mira mal y pone los brazos alrededor de mi cintura.
-¿Nos podemos dar un beso en condiciones o tengo que esperarme más meses?

Escondo mi cara en su pecho avergonzada, pero se encarga de levantarla y juntar sus labios con los míos. Puede que solo nos hayamos besado aquel día antes de irme, pero echaba de menos su contacto, el tenerlo cerca y que con solo su presencia haga que me sienta segura y protegida.

-No sé tú, pero yo estoy reventado-dice bostezando-¿El sofá es cómodo?

-Si, pero tú duermes conmigo Action Man-contesto sonriendo y le doy un beso-Te cambio por el oso.

Nos metemos en cama y rápidamente Marco me coge de la cintura pegándome hacia él. Paso un brazo por encima de su pecho y le acaricio la mejilla. Sigo pensando que estoy soñando, es demasiado bonito para que sea cierto.

Poco a poco me voy quedando dormida, usándolo de almohada y con un brazo suyo anclado en mi cintura atrayendome a él. Seguramente hoy sea de mis noches favoritas.
Me sigue pareciendo una locura que haya venido a verme a Londres cuando podía estar tranquilo unos días en Mallorca viendo a su gente, pero no, está aquí conmigo.

Intento dormir algo, pero uno que está aquí al lado no para de roncar como si no hubiera un mañana. Que facilidad para quedarse dormido, ha sido llegar y pegar.

Pero me he dado cuenta de una cosa...hasta roncando es guapo.