Sola. Marco Asensio.

Capítulo 10-Problemas.

-¡Me voy!

-¿Puedes buscar a la salida a Daida?

-¡Si mamá! ¡Me voy que llego tarde!

Salgo de mi casa y ando hacia la parada de metro más cercana, ayer me llamó el jefe y me dijo que quería hablar conmigo seriamente sobre un tema, ni idea de que he hecho ahora.

Han pasado dos semanas desde aquel día que fui al piso de Víctor y me llevé todas mis cosas, borré su número de mi móvil y le dejé una nota diciéndole que no quiero volver a verlo en mi vida.
Mi madre y mi hermana estaban encantadas de que volviera y que hubiese dejado a Víctor porque no lo aguantaban. Alex también se alegró mucho, pero si algún día se cruza con Víctor le va a partir la cara.

Me he quedado sin coche, dió un fallo en el motor y cuesta más arreglarlo que comprar uno nuevo, así que últimamente me muevo más por los transportes públicos. Me encanta ir en metro con los auriculares puestos y sumergirme en mis pensamientos, es una de las cosas que más me relajan.

Llego al estudio y veo a Frank terminando de editar unas fotos. En serio, en mi vida tengo a dos cosas en el altar, el wifi y Frank. Demasiado bien se porta, no ha querido que edite nada para que me organizara con la mudanza y todo eso.

-Holi Frank-saludo sonriendo y lo abrazo por la espalda-¿Qué tal?

-Esta es la última y ya terminamos la campaña-contesta suspirando-¿Y tú qué tal?

-Divinamente como siempre-respondo engreidamente y se ríe-¿El jefe ha pedido hablar contigo?

-Si, es para un curso que ofrecen en Inglaterra, seguro que a ti también te lo comenta.

-Voy a ir a verlo.

Dejo mi bolso en la mesa de recepción y voy al despacho del jefe.
Y efectivamente como ha dicho Frank, es un curso sobre profundidad, cosa que no domino del todo bien y me gustaría darlo. Es dentro de un mes y medio y dura tres meses, al menos no son los seis de Estados Unidos.

-¿Lo aceptas Samanta?

-Si claro, ¿Cómo hecho los papeles y todo eso?

-Yo me encargo de todo no te preocupes-contesta sonriendo.

Salimos de su despacho y va a ver las fotos terminadas. Puede que sea todo lo cabrón que quieras, pero hay cosas que se toma muy en serio. Él fue quien arregló todo lo de Estados Unidos y en la escuela me fue perfectamente, así que confío en él.

-Buen trabajo chicos, por cierto Samanta, ¿Víctor sigue teniendo el Lamborghini negro?-pregunta sonriendo con aires de grandeza y asiento-Pues esta noche lo vi aparcado en el puticlub que hay saliendo de Madrid, ¿Estaba muy necesitado últimamente y no querías hacer nada?

Agacho la cabeza y trago saliva. No me gusta tener que estar aguantando estos comentarios tan a menudo, ¿No tiene otra cosa que hacer que meterse en mi vida?

Voy a responderle de una manera muy borde cuando Frank me coge del brazo y tira sutilmente de mi hacia atrás.

-Que raro que lo viera porque está bastante retirado de aquí, ¿No será que lo vió cuando usted salía de allí no?-pregunta Frank con el ceño fruncido y el jefe lo mira serio-¿Anda usted necesitado y su mujer no le complace lo suficiente? Tenga cuidado por si se entera jefe, se arruinaría un matrimonio de más de quince años con dos hijos.

-Están llamándome.

Sale de aquí y se mete en su despacho. Insisto en que adoro a Frank por encima de todo.
Me doy la vuelta y lo abrazo escondiendo mi cara en su pecho.