Voltee insegura acerca de lo que iba a ver, frente a mi estaba la sombra del hombre que había conocido hace años. Su lindo cabello color avellana y sus brillantes ojos marrones parecían estar deslavados, el tiempo le había cobrado todos los años que pasó encerrado en esta prisión.
-Hola Carlos. Respondí intentado evitar una mirada fija.
-¿Y eso que me visitas? Preguntó Carlos en un tono burlón.
-Tengo unas preguntas, y esperaba que tu pudieras responderlas. Respondí con una sonrisa incomoda pintada en el rostro.
-Vaya, ¿qué clase de preguntas puedes tener? Preguntó Carlos tomando asiento en una de las mesas, y por un segundo... sentí un vago recuerdo de aquellos momentos en los que solía escucharme todas las tardes y por un momento hubo tranquilidad en mi mente.
-Es sobre Tomas. Respondí tomando asiento frente a el.
-Vaya, pensé que nunca vendrías a averiguar sobre el... Honestamente, pensé que lo tuyo con el no era muy en serio, hasta que él se acercó a explicarme. Respondió Carlos.
-¿De qué estas hablando? ¿Acerca de nuestra amistad? Pregunté confundida.
-Mmmmm... mejor empecemos por las preguntas que tu me tienes y luego te cuento acerca de las que deberías estarme haciendo. Respondió Carlos.
-Esta bien, hubo un día... en el que te vi discutiendo con Tomas lo empujaste contra la pared molesto, ¿qué sucedió ese día? Pregunté un poco nerviosa.
-Ese día, ese fue el día en el que los celos de tu amiguito llegaron a su limite, me buscó por toda la preparatoria molesto marchando por todo el corredor hasta que se acercó a mi mientras hablaba con otra de tus compañeras, y entonces me preguntó "¿planeas cogertela a ella también?" y con esa simple pregunta me hizo explotar, ¿puedes creerlo? un estudiante haciendo enojar al orientador de la escuela... incluso, aunque me había molestado intenté explicarle la situación acerca de nosotros pero tu amigo no quiso escuchar, dijo que estaba jugando contigo y que te hablara sobre Karen.
-Vaya, entonces... intentaba defenderme. Respondí en voz baja.
-Pues tomalo como quieras, pero al final supongo que me hizo enojar demasiado hasta que lo empuje. La verdad es que ese día esperaba ser llamado por el director a su oficina debido a una actitud inapropiada con los estudiantes, pero solo estuve ahí con el estómago revuelto debido a los nervios de terminar en prisión... y veme ahora... la ironía. Dijo Carlos riéndose en voz baja.
-Pues... en realidad esa es la única pregunta que tenía en mente, ¿qué preguntas debería estarte haciendo? Pregunté.
-Oh vaya, normalmente hablabas mucho en la oficina... ¿has estado... mucho tiempo sola? Preguntó Carlos con una mirada preocupada.
-Estoy bien, puedes decirme que preguntas por favor. Respondí intentando evadir su pregunta.
-Esta bien, ahorita hablamos de esto. Supongo que siempre pensé que el día que vinieras estarías enojada por todo lo que sucedió, pero creo que todo lo que tenías que decirme lo dijiste el último día que nos vimos. Aún así, siempre que miraba el único rayo de luz que se asoma por la ventana de la prisión me preguntaba porque nunca dijiste nada mas, porque nunca viniste a reclamarme o porque nunca reclamaste el amor que yo decía tenerte... porque ambos sabemos que a pesar de que intentabas dejarlo en solo placer... yo no podía evitar prometerte estar siempre ahí para ti, realmente me preocupaba tu bienestar y si existieron días en los que deseaba que la hermosa travesura que sucedía a escondidas de todos pudiera permanecer por siempre a mi lado. Pero lo más importante a mi parecer, es hablar acerca de la forma en la que eres capaz de convencerte, de que no han pasado cosas que si sucedieron. Dijo Carlos tomando mis manos aún con una mirada preocupada.
-¿De qué estas hablando? Desde un principio ambos sabíamos que no había nada. Quedamos en eso desde la primera vez que lo hicimos, también hablamos acerca de como mantendríamos nuestra distancia en la escuela porque simplemente era lo mejor para los dos... todas esas cosas que se dicen mientras tienes sexo no cuentan. Respondí molesta.
-Amber... Intentó hablar Carlos.
-Pero mejor hablemos acerca de las cosas que dices que sucedieron. Lo interrumpí inmediatamente.
-Amber... ¿por qué te es tan difícil aceptar que tenías una relación con Tomas al mismo tiempo que te acostabas conmigo? Dijo Carlos.
-¿Qué? Pregunté confundida.
-Amber... hablemos de Ian. Dijo Carlos.
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Espinas negras
Historia CortaRecuerdos de ayer, seguirán siempre presentes en nuestro hoy.