【국민】ＥＬ ＤＩＡ ＤＥ ＬＡ ＢＯＤＡ

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Un hermoso lago se extendía frente a todos, niños corriendo, jugando y riendo, las flores expendiendo un agradable aroma y el sol alumbrado en todo su esplendor.

Todos estaban disfrutando de un agradable día de campo, antes del día de la boda, Hoseok estaba frente a la parrilla junto con su futura suegra, preparando todo para que la carne quedara tierna y jugosa.

En otra mesa se encontraban Jimin, SeokJin, Jeongguk y NamJoon, justo en ese orden, jugando al poker.

—¿Sabes? Podría hacerte pasar pero, si lo hago perdería, porque mi mano es una completa basura —habló el chico de hombros anchos con un cigarro entre sus labios, tirando sus cartas a la mesa declarándose así el primer perdedor.

—Oh... —exclamó el castaño para luego empezar a reírse de su primo junto con el azabache.

—Mm, entro.

Jin se inclinó hacia el asiento de Jimin y este entendió perfectamente puesto que se inclinó también para empezar a cuchichear.

—Por favor debe tener algún defecto —dijo refiriéndose al pelinegro de en frente. —Apuesto a que su pene es curvo, chico —Jimin empezó a reír para luego mirarlo, más no afirmó ni negó nada, pero el chico de la izquierda dedujo la respuesta rápidamente. —Ay, no me digas, es Don Perfecto.

—Pago por ver —habló el hombre mayor jugando su turno.

—Siento decirles que... Es casa llena —develó el castaño mostrando sus cartas en el centro, llevándose así la victoria y el dinero de la apuesta, por supuesto.

Se paró de su asiento y empezó a hacer un baile raro de celebración, moviendo las caderas mientras tomaba el dinero de la mesa.

—Disculpen —apareció el ahora, pelinaranja con un plato de comida entre las manos. —¿Alguien a visto a mi futuro esposo? Me mataría si no le sirvo primero.

—¿Alguna vez has tenido una honesta y real pelea? —cuestionó el castaño.

—Si, claro.

—Ah, si, claro.

—Bueno, al parecer hacer las paces con sexo es lo mejor —se defendió, escuchándose la característica risa de SeokJin luego. —¿No es lo que querías averiguar?

—Así es porque voy a... —Jimin acercó su mano hasta el plato de comida pero Jung fue más rápido y se echó a correr. —¡Dame eso!

—No, no, no, largo déjame en paz —Jin se unió a perseguir al pelinaranja también.

—¡Dame tu salchicha!

—Mm, si, dásela.

Volvieron a escucharse más risas, mientras trataban de quitarle el plato al pobre chico de sonrisa acorazonada.

—Parece que tienes el toque con lo chicos —hablo el señor Kim mirando al azabache. —Ve y apresura al novio, has que se una a la fiesta.

Jeon tuvo que caminar mucho hasta llegar al último lugar donde podía encontrar a TaeHyung, ya había revisado en todos lados, y el rubio no daba señales.

Llegando a una pequeña cabaña de puerta azul, dando algunos trotes, entró, sin saber lo que encontraría dentro.

—¿Por qué mencionas esto ahora? Amo a HoSeok —habló el rubio, aún tomado de las muñecas. —¿Qué quieres de mi?

—¡Quiero que me digas... —El chico de piel pálida se congeló y dejó de gritar al ver entrar a Jeongguk y soltó rápidamente a TaeHyung. —¿Camisa azul o blanca para la cena de ensayo? —terminó por preguntar dando unos pasos hasta salir de la cabaña.