CONTRA EL TIEMPO (Caché)

CAPÍTULO 36

POV POCHE

Había dejado de respirar por unos segundos, los brazos de mi jefa de seguridad me mantenían de pie, ¿puede ser posible que Daniela Calle haya vuelto y no se hubiese interesado en buscarme?, me sentía como una estúpida, tantas noches en vela desesperada por esa idiota a la que no le importa ni un poco como me pueda sentir.

- Podemos irnos en cuanto desees, el auto está afuera esperando- Cabello susurró cerca de mi oído- solo necesito que me digas que hacer.

- No- hablé con firmeza- tengo un compromiso, en cuanto cumpla con eso nos largamos de aquí, necesito que adelantes nuestro regreso, quiero volver hoy mismo a Los Ángeles- me alejé de su agarre arreglando un poco mi vestido y mi pose, no debía parecer débil.

- Como ordene- la latina le hizo algunas señas a Villa y se retiró mientras hablaba por un pequeño micrófono en su reloj.

- ¿Sucede algo?- la voz de Valentina me hizo voltear al escenario donde estaba aquella mujer haciendo su performance.

- Nada de qué preocuparse, después te cuento- le dije sonriendo para tratar de tranquilizarla y tranquilizarme de paso.

Una sensación extraña se apoderó de mi cuerpo, me sentía desnuda, alguien me estaba observando con intensidad, no quería despegar mi vista del escenario aunque la incomodidad había inundado mi cuerpo; la canción había terminado y la artista estaba bajando del escenario, Cabello volvió a mi lado asegurándome que todo estaba listo para nuestro regreso y que en algunos minutos debía hablar frente al público, le pedí que me acompañara y así lo hizo, Andrew estaba haciendo el respectivo anuncio mientras me dirigía hacia las escalinatas que quedaban a un costado de la tarima y entonces la ví, juro por Dios que el asco que recorrió mi cuerpo me devolvió a la preparatoria, al preciso momento en el que encontré a una tipa removiéndose en el regazo de Calle mientras se besaban de una forma tan repugnante pero no corrí, no huí, me limité a caminar ignorando la escena que se llevaba a cabo delante de mis ojos.

- María José- escuche esa voz aterciopelada a mis espaldas- no es lo que crees- una de sus manos estaba sujetando con fuerza mi muñeca.

Miré a Cabello suplicante quien al instante entendió y se interpuso entre la castaña y yo.

- Ahora no Calle, la están esperando- medió mi jefa de seguridad, mi mano fue liberada y su agarre fue reemplazado por el de la latina.

- Sin ella, no estaríamos en este momento aquí tomando conciencia de la situación que muchos pretenden ignorar, con ustedes, la directora ejecutiva de una de las empresas más importantes del país, María José Garzón- los aplausos no tardaron en llegar y mi presencia ante aquel atril tampoco.

Después de un conciso discurso acerca de la responsabilidad social empresarial y de nuestro plan de negocios enfocado a generar el menor impacto ambiental posible la horda de aplausos y flashes no se hicieron esperar, baje con la ansiedad por las nubes bien disimulada con una sonrisa bien plantada en el rostro, la mujer a mi lado me indicó que mi hermana ya se encontraba afuera esperándonos.

- Que discurso tan elocuente- El gobernador se acercaba a mí para besar mis mejillas- te aseguro que hemos conseguido más donaciones con tus palabras que con todo el evento.

- Gracias Andrew, lo aprendí del mejor- dije haciendo referencia a mi padre quién tenía el don del convencimiento- nos vemos en otra ocasión, tengo algunas cosas que atender, me apena mucho dejarlos tan temprano- traté de sonar convencida.

- No te preocupes, una mujer tan ocupada como tú no necesita excusarse, gracias por asistir y estamos en contacto.

Cabello me guiaba con una mano en la parte baja de mi espalda, estábamos a unos cuantos pasos de la puerta cuando un rostro conocido nos detuvo.