El secuestro

115 22 0
                                    

Estaba recogiendo flores en el bosque, mientras mi madre hacia sus deberes.

De un momento a otro, del suelo creció un narciso, que me pareció el más bello, así que me acerque a él y lo recogí, pero al momento de que el tallo dejo de tocar la tierra, una grieta se abrió bajo mis pies. De ella salió un carruaje y unos caballos negros e imponentes, quien lo conducía era un ente al cual no le podía ver la cara, pero su aura era tenebrosa, en un ágil movimiento me tomo de la cintura y me subió al carruaje, en ese momento reaccione y empecé a gritar por ayuda.

- ¡Madre, ayuda, Padre, por favor que alguien me ayude!

Pero de un momento a otro me sentí cansado, mis párpados me pesaban y así perdí el conocimiento.

****************************************************

No podía estar más tiempo sin mi amado, así que fui por él.

Hice crecer un narciso cerca de él, en cuanto el narciso sea arrancado por sus manos será la señal para poder llevarlo conmigo.

La señal fue dada, yo salí a la superficie a encontrarme con aquel ser de belleza infinita. Su cara al verme fue de pánico y los gritos que salían de sus hermosos labios fueron callados al momento en que sus ojos miel se cerrarán y el sueño se apoderará de su cuerpo.

No había querido hacer las cosas de esta forma, pero Zeus tenía razón, la madre de Anthony jamás me daría su permiso para cortejarlo y mucho menos para casarse con él.

En cuento llegamos a mi reino, lo dejé con total delicadeza en una cama que mande hacer exclusivamente para él y para mí, su rostro se miraba tan angelical, tan tranquilo, tan hermoso que quizá hasta Afrodita y Apolo sentiría envidia, por ese cabello castaño, esos ojos color miel y esa piel canela, tan suave como el pétalo de una rosa, un cuerpo tan hermoso y sensual que incitaba a más de uno. Solo de pensar en aquellos que quisieron cortejarlo, su cuerpo se cubría por llamas ardientes, por los celos, pero se tranquilizó, él era suyo y se quedaría con él hasta la eternidad.

- Tony - susurro - Mi eterno rey del inframundo - al terminar de decir aquello le dio un beso en la frente y se retiró.

Mi amor de 6 mesesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora