En busca de un narciso

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Deméter al escuchar los gritos de su hijo bajo del Olimpo y lo busco por todo el bosque, pero lo único que encontró fue a las ninfas demasiado asustadas.

- ¿Dónde está Anthony? - les pregunto y las ninfas solo negaron y sin escuchar explicación alguna las convirtió en sirenas.

Deméter envejeció de tanta tristeza y descuido sus tareas como diosa para busco a su hijo por todo el mundo, les pregunto a los dioses y humanos sobre el paradero de su hijo, pero ninguno le pudo decir donde estaba.

Ya sin opciones, la diosa Deméter, consulto al dios del sol, Helios, el cual le contó, que Hades había secuestrado a su hijo y que Zeus había dado su permiso.

Deméter, enfurecida, fue hasta donde Zeus a exigirle el regreso de su hijo.

- ¡Tú, maldito, seas dios de cuarta! - entro al gran salón y encontró a Zeus en compañía de dos mujeres.

- Dejarme a solas - después de que acatarán su orden el dios hablo - ¿Qué te pasa mujer?, no puedes venir y gritarme en mi propia casa.

- Has que me devuelvan a mi hijo

- ¿De qué hablas mujer?, yo no se nada de Anthony, jamás dejaste acercarme a él.

- No me mientas Zeus, Helios me ha dicho que tú tenías conocimiento y diste el consentimiento de que Hades, tu hermano, se llevara a Anthony y se casara con él.

Zeus lo pensó y fue cuando recordó la plática con su hermano.

- Entonces lo hizo - dijo sonriente.

- Si, lo hizo, y tú lo sabías, dejaste que se lo llevara.

- Mujer, yo no tenía conocimiento de que Hades secuestraría a tu hijo, él vino a mí pidiendo mi consentimiento, de cortejar y casarse con Anthony, pensé que era una broma o una ocurrencia suya, pero ya he visto que no.

- Te exijo que devuelvas a Anthony de nuevo a mi lado.

- ¿Te estás escuchando, mujer?, Anthony debe ser feliz junto a Hades, aunque me cueste admitirlo Hades es el hijo mejor portado de todos nosotros, hay que verle el lado positivo, Anthony será rey de un reino que es aún más grande que el mismo Olimpo y está lleno de riquezas, deja ser feliz a Anthony, no siempre será cuidado por tu manto protector, deja que alguien más cuide de él.

- Anthony es feliz junto a mí.

- Pero qué terca eres mujer.

- Devuelve a mi hijo.

- ¡No puedo!, él está en las tierras de Hades, yo no tengo poder sobre ellas.

- Te advierto Zeus, que si no me devuelves a mi hijo, haré las tierras infértiles y los humanos morirán de hambre.

Con esas últimas palabras Deméter salió del gran salón.

Mi amor de 6 mesesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora